Hola, soy shoto un chico de 17 años, ya muchos me conocen por lo de los héroes y tal, pero bueno, esta es la historia de como conocí a mi mayor fortaleza y a mí más grande debilidad en una sola persona, antes de todo yo solo quiero advertir una cosa...
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Los días fueron pasando y estaban siendo algo agitados salían muy temprano y regresaban bastante tarde todo el día iba detrás de Bakugou hacia donde este fuera, el mayor entraba a lugares donde se vería con informantes mientras el menor lo esperaba afuera.
Siempre que iban a esos lugares usaban disfraces ya que estaban infiltrados, Bakugou una peluca de cabellera negra lisa y lentes de contacto azules, Shoto una peluca de cabello liso color gris y lentes de contacto morado lila, su cicatriz la cubre con un maquillaje especial.
Sus nombres eran Naoto para Bakugou y Ryu para Todoroki.
En este preciso momento los estaban usando, hacia más de 15 minutos que Bakugou había entrado a una edificación ¿abandonada?, donde había más vagabundos y mal vivientes que nada pero hasta el piso de arriba estaban los mayores exportadores/creadores de la nueva droga con la que atacaría el villano y entre ellos un infiltrado que era el informante.
A su perspectiva de niño rico esto le parecía aterrador y antihigiénico, era un edificio de unos 17 pisos totalmente vandalizado había basura y cosas quebradas, tanto hombres como mujeres entraban y salían de el lugar cabe recalcar que todos tenían aspectos deplorables, suciedad y evidentemente se drogaban con las típicas drogas comunes, pero aun con todo eso su lado de héroe le obligaba a guardar la compostura ya que debía mantenerse al tanto de cualquier incidente esperando afuera de el lugar.
Dynamight le prohibió entrar ya que si sucedía algo el Prohero haría una explosión para alarmarlo y así podría ir rápido por ayuda estando afuera de el edificio.
Ambos traían ropa de civil ya que debían guardar las apariencias con respecto a que son héroes para que no los descubrieran.
— Ya se tardó. — se dijo para si mismo antes de sentarse en una banca que estaba a unos metros de ahí.
Se empezó a poner nervioso, ¿y si atraparon a Bakugou?, no, el dijo que cualquier cosa le avisaría, ¿y si no tuvo oportunidad alguna de avisarle?.
Varias situaciones en las que el cenizo fue capturado pasaron por su mente y para cuando volvió a estar al tanto de la hora ya habían pasado otros 15 minutos, más de 30 minutos desde que el mayor entró.
Se lo replanteo tantas veces hasta que finalmente se convenció y entró, el lugar tenia un olor nauseabundo, en el piso había basura, ratas tanto vivas como muertas las cuales contribuían a la mayor parte del fétido aroma y personas tiradas también dormidas o inconscientes por las sustancias que seguramente habían ingerido.
Sentía miradas sobre el y lo ponían bastante nervioso si lo atacaban no podía usar su quirk para defenderse.
— ¿Qué hace un mocoso como este aquí?. — la voz rasposa de un hombre lo puso nervioso.
— ¿Vienes por drogas primor?. — le pregunto una mujer que le toco el hombro y Shoto sintió como si una manada de gérmenes as se comenzaran escalar desde ahí.
