Hola, soy shoto un chico de 17 años, ya muchos me conocen por lo de los héroes y tal, pero bueno, esta es la historia de como conocí a mi mayor fortaleza y a mí más grande debilidad en una sola persona, antes de todo yo solo quiero advertir una cosa...
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-- El primer mes de tres había transcurrido Bakugou estaba redactando un informe para enviarlo a la agencia de Endeavor Porque si ya habían investigado y la forma de ataque de el villano al cual buscaban sería esparciendo esa droga que al ser inyectada a alguien prácticamente lo volvía loco y le hacía perder el control de su quirk, dañando a quienes estuvieran cerca y dañándose a sí mismo dependiendo de que tan peligroso sea su poder en descontrol.
-- ¿Terminaste? -- El adolescente no entendía por qué tenía toda la mañana escribiendo en la computadora ni siquiera habían desayunado y ya se estaba poniendo de mal humor.
-- No. -- Un informe así de importante y de talla tan secreta no podía redactarse tal cual, tenía que ser en un código especial que solo ciertas personas entendían entre ellos el cenizo, todo esto para evitar el robo de información, pero sí de por si hacer ese tipo de información hacía que le doliera la cabeza de fastidio ahora tener a un mocoso jodiendo era mil veces más estresante.
-- Pasan de las diez. -- reprocho el pequeño.
-- ¿Y?
-- ¿Como que "¿Y?"?, tengo hambre idiota. -- Listo ya estaba irritado por que el gorila explosivo no se paraba e iba a traerle algo para comer.
El héroe profesional lo ignoro por completo, tal y como si no hubiera hablado.
Si a esas estaban entonces él también iba a comenzar a joder. -- Dynamight, Dynamight, Dynamight. -- Shoto no pensaba darse por vencido así que su solución para nada madura fue empezar a repetir el nombre de héroe del mayor hasta que le hiciera caso. -- Dynamight, Dynamight. — continuó sin cansancio hasta lograr su objetivo.
El mayor trato de resistir, pero el autocontrol no era lo suyo y menos cuando un hijo de puta dos colores no dejaba de joder, se giró hacia el otro y exploto, no literalmente, aunque le hubiera encantado hacerlo si eso le garantizaba que el mocoso se callaría.
-- ¡Deja de estarme reventando las pelotas! -- Lo molesto que sonaba hizo al estudiante estremecerse, pero le había hecho caso así que el gano.
— Tengo hambre.
— Me importa una mierda, y si no te callas te juro que te voy a amordazar y encerrar en el baño.
— No puedes hacer eso.
— ¿Quieres ver que sí?
La sonrisa sádica del mayor le dio miedo, ¿realmente esa bestia era un héroe?
Bueno como fuera, él era Shoto Todoroki y jamás se doblegaría ante nadie, aunque estuviera en clara desventaja. — Quiero ver que lo intentes.
Supo que debió quedarse callado cuando el otro se le fue encima en una clara batalla de forcejeo que perdió desde el principio.
Por más que se esforzó en quitárselo de encima no pudo, el otro lo apretó contra la cama con su peso.
— Q-que haces... aaahg... s-sueltame.. Bakug-... Hjmh... hjmmh... — ahora de alguna manera tenía la manga de una de sus camisas enredada en su cabeza y metida en la boca.
