Justo como la lluvia.
—Alfa.— Llama, gimiendo la palabra mientras se inclina hacia Bright en otro beso contundente, dejándolos a ambos jadeantes en busca de aire. Los dedos del alfa se clavan en su cintura, manteniéndose unido al omega, sus pechos agitados mientras ambos luchan por controlar la respiración.
—¿Por qué fue eso?— Pregunta con los labios hinchados y los ojos brillando, ajeno a lo que Win acababa de ver. —No es que me queje. En absoluto.
Traga saliva, se sentía nada más que obsesionado. Es tan extraño lo diferente que se ve y, sin embargo, la amplitud de su mirada y la forma en que brilla seguía siendo la misma. —Tus ojos. Ellos... cambiaron.
—Oh.— El alfa se da cuenta cuando mira a su alrededor, y luego a Win en busca de claridad. —De verdad ellos..
—Sí.— Interrumpe, luchando contra otro impulso de inmovilizar al alfa, ofrecerle su cuello y someterse a él, de dejar que su propio lobo se haga cargo. —Son tan azules. Son…
En ese momento, no puede pensar en nada dentro de la existencia misma que pueda compararse legítimamente con su alfa, pero hace todo lo posible.
—Son como... un océano. Como un océano en la noche pero iluminado desde dentro. Son interminables.— Susurra, inclinándose para mirar más de cerca. Sus narices se rozan y la proximidad hace que Bright arquee a Win para darle otro beso, uno más suave esta vez. —Eres tan hermoso para mí, alfa. Me cuidarás bien, ¿verdad?
El murmullo bajo que proviene de su mejor amigo es suficiente para que Win sepa que el lobo del alfa está respondiendo a su omega alto y claro; sí.
—Y sabes que yo también cuidaré de ti, hmm.— Se arquea para pasar sus labios por el cuello de Bright, dejando pequeños mordiscos y besos en la piel. No se acerca demasiado a su glándula, temeroso de perder por completo sus sentidos si lo hace. —Mi fuerte y poderoso alfa. Sólo para mí…
Win se voltea hasta que su espalda golpea la manta con tanta facilidad que se ríe un poco. En lugar de estar sentado en su regazo, Bright ahora se eleva sobre él, empujando una rodilla entre las piernas dispuestas del omega para interponerse entre ellas. El cuerpo más grande proyectando una sombra sobre ellos, haciendo que el azul de sus ojos sea más notorio.
—Mi conejito... ¿Cómo podría odiar ser un alfa cuando dices la palabra con tanto amor?— Susurra Bright, besando la nariz de Win y procediendo a tirar de su labio inferior suavemente con los dientes. Debajo de él, Win casi se derrite en las mantas. —Nunca podría odiar ser un alfa. No cuando soy tu alfa.
Se besan un poco más, sin prisas, con sonrisas chocando entre sí y adorándose el uno al otro.
—¿Te sientes diferente? ¿Por tus ojos?— Pregunta, curioso.
—Un poco.— Admite, arrastrando su nariz por la piel de su garganta, inhalando profundamente cuando llega a su glándula a un costado de su cuello. —Siento que tu olor está en todas partes, se siente más intenso de lo habitual. Es como si estuviera inhalando un jardín de rosas en lugar de oxígeno.
—Ah, supongo que significa que no tienes la nariz congestionada.— Win intenta bromear, pero en realidad, apenas podía formar una oración completa en su cabeza. El cuerpo de Bright se siente tan grande sobre él, su omega se encontraba chillando de placer por estar en una posición tan sumisa. Quiere darse la vuelta, arquear su espalda, presentarse..
—Eso apestaría.— Bright retiene el comentario, besando sus mejillas sonrientes. —También puedo sentir a mi lobo, mucho más de lo habitual. Su voz en mi cabeza... diciéndome lo que quiere.
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SOULMATE ლ [Adapt. BrightWin]
FanfictionSOULMATE [BrightWin] Win Metawin y Bright Vachirawit, mejores amigos desde la infancia esperaban con ansias el día de su vigésimo primer cumpleaños; el día que ambos se presentarían como omegas. Excepto que es veintisiete de diciembre, y Win es el ú...