❝Oscuridad.❞
Así como a algunos les gusta, a algunos no. Otros solamente tienen que convivir con ella. Becky va a descubrir el mundo a través de los ojos de otra persona.
---
Esta historia no es mia, es solo una adaptación, todos los créditos y dere...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Heng podía estar seguro de que había arrancado un pedazo de la piel de su cuello. Él generalmente tenía comezón cuando no concordaba con algo, pero aun así lo hacía. La picazón lo estaba dejando loco. Cielos, esa era una idea idiota, ¿por qué diablos estaba concordando con eso?
Era miércoles y ellos estaban sentados después de clases en la sala de la secretaria para preguntar sobre el intercambio. Becky lo había presionado para que fuera con ella, con la excusa de que fuera él la persona que quería hacer el intercambio y no ella. Ella golpeteaba los dedos en la mesa en la espera mientras la funcionaria los atendía, mientras Heng intentaba al máximo contener la picazón, pues creía que su nerviosismo era tanto que podría arrancar una vena importante en cualquier momento con el acto.
-Entonces... -Dijo la mujer sentándose. - ¿En qué puedo ayudarles?
Heng miró a Becky, que percibiendo su hesitación le dio un leve codazo incentivándolo.
-Es...es que yo quería hacer un intercambio. -Dijo él repitiendo lo que ensayaron antes de entrar. - Y quería tener información.
-Está bien. Pero entonces necesito que sus padres vengan aquí para conversar con nosotros, así les explicamos bien cómo funciona todo. -Explicó la mujer.
Heng asintió lentamente, feliz por saber que era una pésima idea apoyar las ganas que Becky tenía de irse lejos. Sin dudas sus padres no apoyarían eso tampoco.
-Entonces, perfecto. Vámonos Becky. -Dijo él sin poder contener el entusiasmo en su voz mientras se ponía de pie.
-No. Pero señorita... -Dijo Becky interrumpiéndolo. - Solamente para no perder el viaje, ¿será que usted podría decirnos, más o menos, qué se necesita?
-Está bien. ¿Tú también quieres hacer un intercambio?
El rostro de Becky se iluminó con la posibilidad.
-Sí, puede ser.
-Voy a buscarles unos folletos, así pueden investigar bien, y sus padres también pueden informarse con ellos. Solamente un minuto. -Dijo la mujer levantándose y rebuscando en una torre de papeles que estaba sobre un armario.
Becky alcanzó la mano de Heng y la apretó. Él se hubiera molestado aún más con la situación si la sonrisa de Becky no fuera tan bella.
La mujer regresó portando dos pequeños cuadernillos coloridos entregándoselos a ellos.
-Entonces...nosotros regresamos luego con nuestros padres. -Dijo Heng levantándose nuevamente.
-Espera. Solo una última duda. -Se pronunció Becky interrumpiéndolo nuevamente. - ¿Usted cree que yo tendría algún problema en hacer intercambio, por ser ciega?
La señora evaluó el rostro de Becky. La pena flotó en sus ojos por una fracción de segundos.
-Mira, te voy a ser sincera, nunca tuve a alguien ciego haciendo un intercambio. Pero creo que es solamente cuestión de encontrar a la familia preparada para recibirte. -Dijo la mujer, quedando feliz que pocas palabras llevaron una sonrisa con esperanza al rostro de Becky. - Vamos a hacer lo siguiente. Tú me das tu número de teléfono y yo hago una pequeña investigación y te contacto.
