Una promesa ~ Pedri González

Capítulo 3: Gracias

~ Narra Dafne

— Dafne necesito que despiertes — Carla estaba frente a mi — iremos a comer algo ¿Vienes? — Asentí confundida y tarde unos minutos en despertarme.

Mire el reloj y ví que eran las 5 de la tarde, entré a darme un baño, me cambié y arregle de manera sencilla para salir con mis amigas.

— Que has despertado — miré a Lucia con mala cara y cubrí mi boca para ocultar mi bostezo.

— Ya nos contarás tu fiesta de anoche Cariño — las mire confundida y rieron mientras salían de casa.

— Las llevaré a un restaurante precioso —  aseguró Lucia, pero yo tenía muchísimo sueño así que me recargue en la ventana y cerré los ojos.

•••••••••••••• Horas antes ••••••••••••••••

— ¿Qué hora es? — pregunté a Pedro

— Las doce — estaba recargada en su hombro mientras veíamos un paisaje — ¿Quieres ir a casa? — preguntó tranquilamente

— No — mi repuesta fue instantánea — Pero las personas están llegando y ya no es lo mismo

— No te falta razón — se levantó y lo seguí — ¿En qué hotel te hospedas?

— En la casa de una amiga — le mostré la dirección y asintió.

— Tomaremos un taxi y te acompañaré hasta el lugar — no proteste. El camino fue silencioso, pero nuevamente sentía la paz que había sentido hace unas horas — Gracias — dijo y bajó del taxi quien lo esperaría para llevarlo a casa.

— Pues hemos llegado — sonreí al reconocer el piso de Lucia

— Debo darte las gracias por acompañarme en una de las noches más lindas de mi vida — me gire para mirarlo y tenía su vista fija en mí.

— Lo mismo digo — me acerque dudosa y le dí un fuerte abrazo — me ayudó contarle mis problemas a un completo desconocido

— Es reconfortante — sonrió y me acercó más a su cuerpo — Espero que España te sorprenda Dafne y que no permitas que nadie afecte tu estadía

— Ya me ha sorprendido — una valentía extraña me impulso a acercarme más y él rompió la distancia uniendo nuestros labios en un beso — Suerte con tu asunto y tu vida supongo — dije caminando hacia la puerta

— Cuídate — fue lo último que escuché antes de entrar.

Al llegar a la habitación lo primero que hice fue caer en un sueño profundo.

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— Cariño hemos llegado ya — abrí los ojos y las seguí hasta el restaurante.

— ¿Dónde estuviste por la noche? — cuestionó Lucia

— ¿Con quién estuviste anoche? — Sara parecía más intrigada

— Caminé por la playa y nade un rato yo sola — ordene lo que deseaba comer y ellas estaban mirándome — ¿No me creen?

— De creerte te creemos cariño, pero el chupete en tu cuello dice otra cosa — Carla soltó sin pensarlo

— Mierda — saque un espejo de mi bolso para comprobar que el beso el la piscina no pasó desapercibido.

— Guarra mentirosa — dijo Sara y todas reímos — Ahora si dinos la verdad

— Conocí a un chico y paseamos por la playa, nos dimos un par de besos y solo eso — mire a Sara pues era la única que sabía lo inactiva que era mi vida sexual.