Hacer una excepción (Cap. 3)

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-Tashigi...- ella estaba ahora frente a los chicos, claro está que el rubio era incapaz de entender que pasaba- ¿qué haces aquí?

-yo, eh... bueno, venia para decirte que mañana sacare mis cosas de aquí, y... -susurro dubitativa.

-entiendo- respondió dándole la espalda y entrando a su casa.

-¡Zoro! ¡Espera! yo... - se volteo para ver a Tashigi, la cual se encontraba mirando el suelo- lo siento, en serio, no quise herirte...

-¡tsch! -cerró la puerta cuando el rubio entro y no dijo nada mas.

Sanji estaba perplejo, no sabía si estaba en shock o solo no quería agregar nada a lo sucedido, pero luego de unos momentos de silencio incomodo camino hasta la cocina, dejando todas las cosas que había comprado. Le miró fijamente unos segundos mientras Zoro sacaba una cerveza del congelador y le pasaba una a él.

- Supongo que no quieres decirme quien era ella, y aunque no sé qué te ha hecho, esa no es forma de hablarle a una dama-sentencio el rubio comenzando a levantarse las mangas de la camisa para comenzar a cocinar.

- no me molestes- murmuró molesto mientras se sentaba en un gran sofá dándole la espalda- además, no sé quién te dio autorización para que uses mi cocina, y más aún, para que estés en mi casa- intento sonar un poco amenazante al decir lo último, aunque la risa de Sanjo delató que no resultó.

-quien no es capaz de cocinar no tiene el derecho a tener cocina, además deberías agradecerme por darte una comida de primera clase sin costo alguno, tan solo espera unos minutos- como si fuese otra persona, Sanji comenzó a cocinar, más parecía que bailaba en la cocina, al cabo de unos pocos minutos trajo un plato a la mesa- ¡listo!

El plato tenía muy buena pinta, era un pedazo de carne con verduras, la verdad hace mucho que Zoro no tenía una comida decente y se auto convenció de que por ello veía la comida de tan buena manera.

-adelante, come- dijo el rubio mientras se sentaba frente a él. Zoro comenzo a comer la carne, mientras el rubio le miraba, luego de un tiempo comiendo solo había olvidado como era conversar con alguien mientras cenaba- y ¿como esta?- pregunto el rubio luego de unos minutos.

- hum- murmuro limpiándose con una servilleta- está muy bueno, la verdad, puedo entender porque el Baratie tiene esa reputación.

- ¡Claro! Yo soy quien cocina -hablo sonriendo y orgulloso- y para que lo sepas, estas comiendo nada más ni nada menos que filete mignon con verduras salteadas ¡cierto! casi lo olvido- Sanji se levantó apresurado a buscar algo a la cocina- esto también está en la cena.

Tenía en sus manos una botella de vino, por la forma Zoro suponia que era un vino muy caro, traía además unas copas en las cuales sirvió un poco del liquido en cada una antes de pasarle una.

-cuando comes este tipo de comida, debes tomar un buen vino- dijo mientras me daba una de las copas- para ti.

-gracias- contesto tomando un poco del líquido y comiendo la carne de su plato nuevamente en silencio.

Muy a su pesar, Zoro debía reconocer que el rubio tenía razón, ya que, la combinación del vino con el platillo era una combinación deliciosa, siguieron conversando discretamente mientras comía, bueno, la verdad Sanji era quien hablaba y Zoro solo le respondía con monosílabos.

-no hablas mucho ¿verdad?- dijo después de comer mientras levantaba los platos.

-la verdad no estoy acostumbrado a comer con más personas- respondió mientras terminaba de beber el vino restante en su copa.

-eso explica muchas cosas la verdad- me dijo regresando a la mesa para servir más vino en mi copa, era la cuarta o quinta que se bebía- aunque esa no es razón para que una dama te engañe.

-¿qué? como lo...- pregunto perplejo.

-es fácil notarlo, sus cosas por toda la casa, tu actitud hacia ella, además no creo que seas de esas personas que son infieles- explico calmadamente mientras también tomaba otro poco del liquido.

-ah... -solté un gran suspiro- lleva cerca de un año saliendo con su entrenador- comenzó a contarle a Sanji- nos conocíamos desde pequeños, siempre que debíamos practicar estábamos juntos, luego de...- hizo una pausa para beber otro poco- luego de la muerte de Kuina, ella se me declaro y comenzamos a salir, ocho años estuvimos juntos. Hace tres que decidimos comprar esta casa, y ella me engaño... con un idiota y... ¿sabes cómo lo descubrí?

- no me lo imagino...- dijo el rubio prendiendo un cigarrillo.

-los vi en mi cama un día que regrese antes... ¡Te lo imaginas! ¡Ella con él! ¡Ahí en la cama que compartía conmigo en las noches!- Zoro se alteró un poco y comenzó a reír.

- debió ser terrible, no sé qué haría yo en ese momento- Sanji se levantó a buscar un cenicero y volvió al instante- supongo que, ya que me contaste tu historia, ahora me toca a mí, mmm... veamos... estaba enamorado de una chica muy linda, sabes, nos íbamos a casar, éramos felices, pero un día ella comenzó a actuar extraño, pensé que me engañaba y le grite, la trate horrible, ella solo tenía una sorpresa para mi, ese día discutimos, y me tiro el anillo por la cabeza, salió en el auto y cómo iba llorando no se percató de que era una curva muy cerrada y choco, cayo de un barranco, estuvo 2 meses en coma... 2 meses sufriendo y yo no podía hacer nada. Ella falleció un día a las 3 de la tarde, me dijeron que no sufrió pero cada vez que veo a alguien que me atrae tengo miedo... miedo a que algo pase, por eso no me quiero comprometer con nadie, solo aventuras de una noche...

Era deprimente, dos hombres en sus veintes lamentándose por penas de amor, por una jugarreta que el destino les quiso jugar, aunque no creyera en dios y nunca le hubiese rezado, Zoro podía estar seguro que si existía en algún lugar, se debe estar riendo de estos dos tipos muy lamentables.

-así que solo una noche -dijo luego de abandonar la autocompasión que pasaba por su mente.

-así es, aunque a veces pueden haber excepciones- dijo el rubio mostrando una sonrisa lujuriosa.

-¿Excepciones?-al preguntar Sanji asintió- y ¿si se lo toma en serio?

-no pasara, todas las excepciones son personas que saben que no es nada serio, además tampoco duermo con cualquiera, solo con aquellos que saben que es algo pasajero.

-cualquiera que lo sepa y yo- le dijo serio mientras vaciaba su copa- porque debo decirte que no tenía idea de lo que pasaba y de lo que paso.

-es cierto- susurro riendo- aunque parece que lo disfrutaste, por cierto... -Sanji se levantó y comenzó a acercarse- tu serias una buena excepción- susurro finalmente cerca de su oído y con una voz lasciva.

-...- no pronunció ninguna ninguna respuesta, aunque pasados los segundos beso a Sanji, a fin de cuentas ¿Qué importaba? Sólo sería algo de diversión, sin sentimientos.

El beso se fue profundizando a medida que pasaban los segundos, tuvimos que separarnos por la falta de aire, sin embargo apenas sus labios se separaron, Zoro los unió nuevamente.

-¡espera, marimo!- dijo el rubio apartándose un poco- aquí no...

-entonces ven- lo tomó por la muñeca en dirección a la habitación.

Mi mala suerte (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora