Mi mala suerte (En Edición)

Fin... (Capitulo Final)

Pasaron dos días como si nada, y Zoro se fue a competir sin aclarar nada con su rubio amante, no volvería hasta dentro de cinco días, quizás menos, pero Zoro era un gran competidor y siempre lograba pasar a finales, o al menos se supone que así es siempre.

En las mañanas, Sanji se levantaba como si nada, iba a trabajar y luego volvía a casa.

El rubio apenas hablaba con el resto de las personas, Law y Marco le habían preguntado que le pasaba, sin embargo, el rubio solo respondía que no era nada o que simplemente había dormido poco.

Zeff estaba preocupado por su hijo, no sabía qué hacer para que este volviera a ser como antes, no entendía que le pasaba pero tenía una sospecha. Por Law se había enterado que Zoro estaría en el torneo, pero sabía que el estado de ánimo del mocoso no se debía solamente a la distancia que tenían ambos.

-hijo, no sé qué ha pasado entre tú y el mocoso de Roronoa... pero no me gusta verte así...- Sanji miro a su padre, iba a comentar algo pero prefirió callar- no espero que corras a disculparte con él si crees que no tienes culpa, solo quiero que hablen y solucionen todo esto, tu madre odiaría verte así...

Eran pocas las veces que Zeff hablaba tanto, era aún más difícil cuando daba un buen consejo, y aún más alejado cuando mencionaba a su esposa.

-yo...- Sanji quiso hablar pero fue detenido.

-no, no es a mí a quien tienes que hablarle...- Zeff tomo algunos de los papeles que tenía sobre la mesa, hizo algunos garabatos y se la dio a su hijo- pon esto en la puerta... y ve por Roronoa...

Sanji tomo el papel "Cerrado hasta X día" no había nada más que decir, Sanji se levantó de donde estaba y se fue en dirección a la puerta, no sin antes hacer una reverencia a su padre susurrando un apenas audible "Gracias"

Así como le había ordenado su padre, les dio el aviso a todos, término su trabajo lo más rápido que pudo y fue a su casa en busca de ropa, luego de una hora ya se encontraba en el aeropuerto en espera del primer avión que lo llevara junto a su amado.

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-¡con un demonio! Zoro haz algo más que estar de idiota ahí parado- Mihawk estaba afuera del ring en el que su hijo y otro chico se estaban enfrentando, Zoro se veía lento, estaba ganando, pero su condición era pésima en comparación a otras veces.

-ya, ya, Mihawk-chan, sabes que el chico ganara... solo dale tiempo ¿está bien?- el pelirrojo al lado de Mihawk intentaba calmar la ira del moreno, tenía miedo de que en cualquier momento se subiera a la plataforma y golpeara a Zoro para hacerlo "entrar en razón" como lo había nombrado el mismo.

-¡Arg!- Mihawk estaba más que furioso, el encuentro había finalizado, Zoro había ganado por diferencia de puntos, cosa que dejaba más que molesto a Mihawk, espero que su hijo bajara del lugar para darle y manotazo en la cabeza- ¿¡que carajos se supone que fue eso!? Era una victoria fácil y tú ¡apenas te movías! Te he estado entrenando todo este tiempo y para que ¡Para que!- Zoro no respondía nada.

-ya, Mihawk-chan, déjalo, debe estar cansado...- Shanks intentaba apaciguar la ira del moreno pero este solo se molestaba más.

-ah, escucha, mañana es la final y te enfrentas a Bones, no me importa si ganas o no, pero si pierdes, quiero que pierdas demostrando todo lo que puedes hacer, no haciendo está débil y patética presentación ¿escuchaste? Ahora ve a tu habitación a descansar...- Zoro se fue sin decir nada más.

-sabes que es un buen chico...- el pelirrojo abrazo a su pareja por la espalda y puso su mentón en el hombro ajeno.

-lo sé, es solo que... no quiero que luego se culpe o algo por lo que está haciendo, debe intentar despejar su mente de todo esto...- hablo el pelinegro soltando un suspiro, Shanks sonreía porque sabía que el pelinegro amaba a su hijo más que nada y solo hacia esto porque estaba preocupado por él.