Beomgyu es una alfa que le gusta el rock y metal, mientras que Taehyun es amante de la música clásica y de las baladas.
Taehyun es un omega que le gusta leer, dibujar y tomar fotos con su cámara, mientras que a Beomgyu le gusta practicar con su guit...
Me encontraba en mi cuarto haciendo mi tarea, era de noche, aún así tenía que hacerla.
Unos toques sonaron en mi puerta, ocasionando que dé un brinco en mi cama.
— Tae, corazón, ¿Puedo pasar? - era mi madre omega.
— Sí, pasa mamá.
Ella entro sonriente.
— Como no quisiste cenar, te traje galletas de vainilla, no puedes dormir con el estómago vacío.
— Gracias mami, eres la mejor - tomé gustoso la bandeja que ella traía.
— De nada, mi pequeño, cuéntame, ¿Qué tal tu día?
— Estuvo de maravilla, bueno, no tanto, otra vez el pesado de Bae Beomgyu estropeó mis días, es muy molestoso.
— ¿Quién es ese chico, corazón?
— Es un alfa, un alfa muy tanto y ruidoso.
— ¿Enserio? - ella se empezó a reír.
— Sí, es muy escándaloso, se cree de esos bad boys, pero se le ve muy ridículo.
— Me recuerda a tu madre, ella también eran ruidosa, sin embargo, me enamoré de ella.
— ¿Qué me estás queriendo insinuar?
— Nada, cariño, mañana, aprovechando que es sábado, vendrá una amiga a visitarnos, vendrá con su hijo, él tiene la misma edad y espero puedas interactuar con él, el muchacho sufrió un poco, y que mejor, hacer amigos.
— Entiendo, trataré de socializar, no soy muy bueno, pero lo intentaré.
— Gracias corazón, con respecto a ese tal Beomgyu, no te frustres mucho, quizás el muchacho solo quiere amigos.
— Lo dudo, él ya tiene su grupito y son igual de ruidoso que él.
— Pero podrías intentar ser su amigo.
— No, él y yo somos completamente diferentes.
— Pero los polos opuestos se atraen.
— ¡Mamá! - exclamé indignado.
Ella se empezó a reír hasta que escuchamos la puerta del primer piso abrirse.
— ¡Amores, ya llegué! - gritó mi otra madre desde el primer piso.
— ¡Estamos en el segundo piso! - contesté.
Mi otra madre ingresó a mi habitación con una sonrisa.
— Jisoo, creí que llegarías tarde - mi madre omega se levantó de mi cama para acercarse hacia mi madre alfa.
— Intenté llegar lo más rápido posible, te extrañaba mucho a ti y a nuestro cachorro - ella puso las manos alrededor de mi mami y le dió un beso en los labios.
— ¡Agh, que asco! - exclamé asqueado tapándome los ojos.
— ¡Rosé, tu hijo nos tiene asco!
— También es tu hijo, tonta.
— Respetenme, me dan asco los besos - respondí.
— Algun día cuando tengas a tu alfa, serás igual de cariñoso, Hyunnie - contesto mi mamá Jisoo.
— No digas tonterías, madre, eso no pasará, me dan asco ese tipo de afecto.
— No te dará asco cuando estés con el Beomgyu - bromeó mi mamá Rosé.
— ¡Mamá, no digas tonterías!
— ¿Beomgyu?, ¿Quién es ese?
— Es un alfa, es compañero de Tae.
— ¿Entonces un alfa está rondando a mi bebé?
— ¿Qué? No, ningún alfa me está rondando, ni mucho menos el imbécil de Beomgyu.
— ¿Qué es ese lenguaje, Park Taehyun? - cuestionó sorprendida mi madre omega.
— Mamá Jisoo me lo enseñó - apunté hacia ella.
Mi madre fijó su mirada penetrante en la contraria.
— ¡¿Qué le enseñaste a Taehyun, Kim Jisoo?!
Mi mamá alfa se puso nerviosa.
Rosé, Park Rosé es mi madre omega, es una persona amable y dulce, pero cuando se enoja es de temer.
Y eso es lo que siente en estos momentos mi madre alfa, Kim Jisoo, ella es divertida y cariñosa, pero un poco distraída.
Aún así, ellas son el complemento perfecto de la otra, son unas excelentes madres, cariñosas, divertidas, atentas y amorosas.
Como madres son perfectas, como pareja, que puedo decir, se les ve muy lindas juntas, son muy melosas y eso de vez en cuando me da un poco de incomodidad, pero aún así, las amo mucho a las dos.
— Bien, entonces, ¿Nunca más le enseñarás esas palabrotas a nuestro hijo? - regaño por última vez mi mamá.
— Sí, cariño, será la última vez - contestó mi madre como un perrito regañado.
— Así me gusta - mi mami le dió un fugaz beso para luego volver a sonreír.
— Ustedes dos son muy melosas, y eso es asqueroso.
— ¡Park Taehyun! - ambas se lanzaron hacia mi para empezar a hacer cosquillas.
Mientras no paraba de reírme, empeze a pensar en como socializar con el chico que vendrá mañana.
Espero que le guste la música clásica como a mí, quizás podríamos ser grandes amigos.
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