Capítulo 3

275 43 4
                                    

Narra Beomgyu

Hoy iríamos a visitar a una amiga de mi madre.

Así que me encontraba vistiendome para dirigirnos a aquel hogar.

¿Debería llevar mi guitarra? Quizás el hijo de la señora le gusta el rock.

— ¡¿Beomgyu, ya estás listo?!

— ¡Ahí bajo, mamá!

Voy a llevar mi guitarra, mejor prevenir que lamentar.

Baje rápidamente hacia la sala con mi guitarra en mano.

— ¿Llevaras tu guitarra?

— Sí, quizás al chico también le gusta el rock y el metal como a mí.

— Bueno cariño, es hora de irnos.

Asentí y salimos para tomar un taxi.

Al ingresar en el vehículo me senté del lado de lado de la venta, me encantaba estar de ese lado.

Empecé a mirar todo el camino, por alguna razón mi lobo se mostraba emocionado.

Podria jurar que se está moviendo de un lado a otro mientras mueve su cola y aulla alegremente.

— ¿Te encuentras bien, Beom?

— Sí, solo que mi lobo está inquieto, como emocionado o algo así.

— Que raro, quizás es la emoción de conocer a nuevas personas.

— Tienes razón, quizás es eso.

Volví a fijar mi mirada en la ventana.

Mi lobo empezó a aullar de la emoción, estaba demasiado inquieto.

Perro tonto, deja de comportarte como idiota.

El idiota eres tú, iremos con nuestro destinado.

¿Destinado? Aparte de tonto, iluso.

Mi lobo se mantuvo en silencio, pero aún podía sentir su emoción, de la nada empecé a desprender un poco de mis feromonas.

— Beomgyu, cariño, ¿Cuándo te llega tu celo?

— De acá dos semanas, ¿Por qué?

— Como que están un poquito fuertes tus feromonas, en el regreso compraré supresores.

— ¿Están un poco fuertes? Eso es raro, aún no es mi celo.

— Pero ya estará cerca, me haces acordar de comprar los supresores.

Asentí confundido.

Que raro, emepce a olfatear y pude distinguir mi aroma, y sí, como que están un poco fuertes.

— Ya llegamos, señorita - comentó el taxista.

Mi madre asintió y con la mirada me indico que bajara del auto.

Ambos bajamos, mi madre pagó y se colocó a mi lado.

— Bien, ya sabes, Beomie, intenta socializar con aquel muchacho.

— Sí, tranquila, no te preocupes.

Mi madre tocó el timbre y esperamos ansiosos a que nos abrieran.

Mi madre tocó el timbre y esperamos ansiosos a que nos abrieran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Somos diferentes" - BeomHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora