EPÍLOGO

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Jungkook

20 años más tarde…

—¿Estás bien, bebé?

Yoongi saluda con la cabeza al lado de mí y se sorbe la nariz un poco cuando miramos a nuestro hijo graduarse del entrenamiento básico de Infantería de Marina en la Isla Parris.

—Solo pasó tan rápido. —Lo abrazo un poco más fuerte, mientras vemos la ceremonia, con lo que estoy demasiado familiarizado. Mingyu siempre ha sido tan testarudo como yo, así que cuando él dijo que quería enlistarse, la decisión estaba tomada. Estoy orgulloso de que haya decidido servir a su país y ver el mundo. Sólo creo que siempre será nuestro bebé, y nosotros no lo vemos como algo más que un niño pequeño. Basta con pensar, con las gemelas graduándose de la escuela el próximo mes y yéndose a la universidad, vamos a tener todo el lugar para nosotros solos. Acaricio su cuello un poco y logro sacar una risa tonta de él.

—DIOS MIO. PAPÁ.

—Papá, estamos aquí. Vómito.

Las chicas, Mina y Minji, hacen rodar sus ojos y regresan a ver a su hermano mayor graduado. Presiono los labios en el cuello de Yoongi, le doy un beso suave en el lugar que le gusta tanto. Lo siento temblar, y le susurro contra su piel:

—Ayer recibí una carta antes de salir.

—Oh, ¿Lo hiciste? —Yoongi actúa inocente, fingiendo no saber nada al respecto.

—Sí, lo hice. Es extraño. Después de todos estos años, misteriosas cartas sólo siguen apareciendo para los dos. Hmm. Me pregunto quién podría estar enviándolas. Es extraño que no estén firmadas. En ellas solo están escritas sucias fantasías. —Siento su risita de nuevo, y las chicas nos miran de vuelta dándonos miradas de advertencia.

Yoongi se inclina y susurra en mi oído:

—Creo que deberíamos hacer lo que dicen, por si acaso. Ya sabes, por la ciencia.

Lo miro a los ojos. Él se ve exactamente igual a como lo hacía el primer día que lo vi. Tan hermoso y tan perfecto. Se queja de sus estrías y abdomen desde los bebés. Habla sobre el descubrimiento de arrugas y cubrir celulitis. Pero yo no he visto de lo que está hablando. Todo lo que veo, todo lo que he visto en mi vida cuando miro a mi Yoongi, es mi hogar. Él fue el primero en enviarme mi primera carta, y ha sido mío desde entonces. Así que ahora cuando pongo la posdata en la parte inferior de nuestras cartas, le digo lo que siempre quise decir.

PS Eres mío.

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