5. cambio de cuerpo (2da parte)

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Me lo pidieron y yo como una simple servidora lo escribí.

Es continuación a ese OS raro que hice de primero pero del POV de Morticia y Gómez así que si les perturba no lo lean.

QUEDAN ADVERTIDOS.

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Última oportunidad

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Ojo que se los advertí.

En realidad no había sido tan difícil para Gómez adaptarse al cuerpo de Merlina y fingir ser ella en Nevermore. Quizás el único problema era ferviente pasión que Gómez tenía por su esposa y estaba sufriendo no poder actuar como siempre lo había hecho hacía su mujer.

Y ambos lo intentaron. Alejarse de sus deseos emocionales, fingir una simple amistad ante todos.

Pero en las noches les era difícil estar separados por más tiempo. No hacían nada, claro. Solo se acorrucaban abrazos en la oscuridad esperando por fin regresar a sus cuerpos. El único momento en que ambos podían disfrutar estar juntos era en la privacidad de sus habitaciones. Cada noche. Pero habían pasado meses y ambos seguían atrapados en los cuerpos de las adolescentes.

Entonces los inconvenientes comenzar a pasar. Morticia comenzó a experimentar los cambios hormonales del cuerpo adolescente de Enid que parecían que estaban en ebullición. La hacían sentir fuera de control y asustada por las reacciones sentimentales que tenía hacía simples cosas. Nunca hubiera pensando que iba a llorar de frustración por no encontrar un cepillo pero el cuerpo que habitaba no controlaba para nada bien sus emociones. Y luego estaba la atracción sexual. Pensó que no sería nada diferente a sus años de juventud, siendo una adolescente llena de hormonas que no esperaba en lanzarse a cualquier chico que le haga sentir la mínima chispa, pero tampoco fue así porque Morticia se encontró por primera vez en su vida atraída a chicas.

El balde de agua fría le cayó cuando se dió cuenta que no podía evitar repasar del delicado cuerpo que Gómez poseía...que era el de su hija. Los ojos de Morticia se deslizaban cada vez hasta su trasero y sentía algo, algo dentro de ella, que se calentaba cada que Gómez se cambiaba de ropa en la habitación.

De nada ayudaba el hecho que al aumentar sus sentidos podía oler a Gómez aún alejado de él y olía tan bien, tan embriagante que a veces mientras abrazaba su suave cuerpo por las noches escondía su rostro en su largo pelo negro y exhalaba.

Le excitaba el pequeño cuerpo de su hija. Lo había aceptado. Se sentía atraída sexualmente hacía ella y tenía recordarse todo el tiempo que teóricamente no estaban emparentadas para no sentirse mal las noches que se tocaba pensando en cómo sería descubrir que sonidos saldrían de la boca del nuevo cuerpo de Gómez si le tocaba como en el pasado habían hecho.

La subida y bajadas de emociones que nunca en su vida había sentido nublaban su cabeza todo el tiempo. Se sentía como una adolescente tonta, su corazón latiendo cada que Gómez estaba cerca y cómo su piel vibraba ante los toques de cariño que le daba.

Gómez nunca había dejado de tratarle tan dulcemente, lo extrañaba y oh, el cuerpo de la loba lo deseaba tanto.

Morticia estaba segura que se había masturbado más durante los últimos meses que lo que había hecho durante una década. Se sentía confundida al cada vez pensar en el cuerpo de Merlina y cómo deseaba tanto meter su cara entre sus piernas.

Quizás si hubiera prestado más atención a la clases de licántropos hubiera entendido lo que le pasaba.

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WENCLAIR One Shots +18  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora