8. Tentaculitis

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Otra vez otro raro, bueno.

Quedan advertidos.

La mitad inferior de su cuerpo se siente líquida, y la sensación del suelo moviéndose contra su piel de repente resulta casi insoportable, como si se tratara únicamente de terminaciones nerviosas que pulsan atráves de ella.

Algo claramente acaba de salir mal con el hechizo que estaba tratando de hacer en su habitación.

Merlina mira abajo y donde normalmente están sus piernas, donde realmente deberían estar sus jodidas piernas, hay una grotesca masa de tentáculos negros ondulandose de un lado a otro.

Un silencio largo y atónito se instaura, hasta que... ¡CRASH! Enid se desmaya.

Y como si tuvieran vida propia los tentáculos se mueven hacia el cuerpo de Enid, y Merlina lucha por controlarlos, pero la sensación de deslizamiento y roce la hace perder la respiración. Es demasiado. Se siente mojada, sus tentáculos se deslizan de forma pegajosa unos contra otros en el suelo, ondulándose frenéticamente mientras se arrastran hacia la otra chica. Merlina no puede comprender lo que está sucediendo, su mente nublada por la confusión.

Los tentáculos alcanzan finalmente el cuerpo de Enid y se deslizan por su piel suavemente. El ruido que escapa de la garganta de Merlina es indecente, ella muerde sus labios con fuerza para contener lo que está sintiendo.

Esto está tan mal.

Enid comienza a moverse despertándose y uno de los tentáculos simplemente entra en la boca de Enid cubriendo toda su cavidad y Merlina grita al sentir la conexión de sus suaves tentaculos con lo caliente que está la boca de Enid y como se mueve haciendo fricción con la piel de sus tentáculos.

Sus tentáculos se mueven simultáneamente a diferentes direcciones y Merlina solo puede observar con terror.

Uno de sus tentáculos se envuelven alrededor de las muñecas de Enid para mantenerla en su lugar, mientras que otros se empuja debajo de la falda de Enid. Sus tentáculos se apretan y con fuerza rasgan parte de la tela y haciendo que los botones salieran volando en el proceso. Pronto, otro de los tentaculos se desliza por el frente las bragas de Enid. Enid siente el viscoso tentáculo entrando por sus calzones y solo puede retorcerse contra el gigante moviéndose suavemente por todo su coño hasta llegar a su trasero y sostenerla fuertemente. Los ojos de Merlina se van para atrás cuando nota que sus nuevas extensiones no son lo único que está húmedo.

—Paren —  Merlina dice casi gimiendo. Otro de sus tentaculos se desliza atraves de la blusa de Enid y la rompe con facilidad llevándose consigo también su sostén para luego frotarse con uno de los pezones de Enid. Otro más se desliza por el estómago de Enid para frotar el otro pezón, y es demasiado. —Yo... Ah, Dios...

Enid hace una especie de gruñido cerrando los ojos fuertemente sintiendo viscosidad por todas partes. Los negros tentaculos de Merlina la envuelven por todas partes. Se mueven por su cara, cuello y costados y sus pezones. El tentaculos metido en sus calzones se frontal de arriba abajo contra sus pliegues y Enid está demasiado sensible que ni siquiera puede pensar en qué debería hacer.

Dos de sus tentáculos que sostienen simultáneamente el torso y las piernas de Enid, se deslizan a través de sus brazos y abriendo sus piernas para luego suspenderla en el aire.

— No, no, no — Merlina trata, en realidad trata de detener lo que va a pasar. Puede sentir el tentaculo que se mueve atráves del coño de Enid colocandose en su entrada y moviendo su punta justo en el clítoris de la otra chica.

Enid lloriquea desesperadamente aún sin poder hablar por el tentaculo en su boca antes de que el otro tentáculo se clave profundamente en su coño abriéndola de par en par, llenándola, estirandola y haciendola sentir como si fuera a explotar por dentro. Enid gime alrededor del tentáculo en su boca, olas de placer corren a través de su cuerpo mientras los tentáculos se arrastran dentro de sus pliegues una y otra y otra vez. Se hincha dentro de ella casi rompiéndola. Es demasiado, y Enid se corre con otro grito, el tentaculo la follan a través de su orgasmo mientras su visión se vuelve blanca de placer. El tentaculo se retira, y Enid apenas tiene tiempo de sufrir por la pérdida antes de que la penetre de nuevo, más duro y profundo.

—No puedo detenerlos — Merlina murmura, su tono lleno de una mezcla de desesperación y excitación, mientras la mira. Enid sigue su mirada hasta donde está fija en su estómago. Ella toma una bocanada de aire cuando ve la forma en que su estómago se hincha ligeramente cada vez que el tentáculo empuja en su interior, más profundo que cualquier cosa que haya estado dentro suyo.

—Enid, lo siento mucho, lo siento mucho — gime Merlina angustiada, observando cómo el tentáculo penetra repetidamente en el coño de Enid.

Merlina echa la cabeza hacia atrás y grita de placer. El grueso tentáculo palpita dentro de Enid, un fluido caliente llenando su cavidad, disparándose profundamente en su interior, y la sensación de ser llenada hace que los ojos de Enid se vuelvan hacia atrás mientras llega a su segundo clímax, embriagada por el placer de que Merlina la domine, la marque, haciéndola sentir tan llena.

Con crueldad, el tentáculo se desliza fuera de la vagina de Enid, haciendo que una torrente del flujo de Merlina se derrame sin control, y Enid se contrae inútilmente en el aire vacío, tratando y fallando en retener la masa viscosa dentro de ella. El rostro de Merlina se enrojece mientras el flujo de ella misma le gotea por las piernas a Enid.

—Mmphh — es todo lo que Enid logra decir mientras los tentáculos de Merlina la arrastran hacia el suelo.

—Lo siento muchísimo, Enid— , dice Merlina casi al borde de las lágrimas viendo la escena frente suyo. Enid está completamente destrozada y llena de viscosidad.

Finalmente, los tentáculos que la sujetan se aflojan hasta que solo queda uno alrededor de su cintura, sosteniéndola. Merlina aún siente las vibraciones de la excitación mientras los tentáculos se relajan y caen al suelo, inmóviles. Merlina no hace ningún movimiento, temiendo que lo ocurrido se repita una vez más.

—Uh... está bien — responde Enid, aún tratando de procesar todo lo sucedido y su cuerpo temblando por los espasmos del orgasmo. Su coño sigue goteando el líquido que los tentáculos de Merlina depositaron en su interior.

—Enid... yo... acabo de eyacular dentro de ti, ¿en serio estás bien? — Merlina traga saliva, su rostro lleno de preocupación.

Enid puede reír en este momento.

Va a reír.

—¿Me creerías si te dijera que siempre he querido ser follada por un monstruo marino?

Merlina la mira horrorizada.

WENCLAIR One Shots +18  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora