WENCLAIR One Shots +18

9. ¿¿Ajax??

Uno cortito que algún día editaré porque lo escribí mientras viajaba xD

Enid no había regresado a su habitación y Merlina estaba seriamente pensando en localizarla mediante magia.

Quizás parecía demasiado exagerado porque no debería preocuparse tanto dónde estaría su compañera de habitación pero Enid le había dicho que regresaba en una hora y ya habían pasado dos horas y Enid claramente no estaba aquí. Además había un asesino suelto tratando de matarla y no quería pensar lo peor pero no podía dejar de pensar lo peor.

Merlina buscó uno de los libros que su abuela le había regalado y buscó un hechizo de localización. Su abuela le había advertido alguna vez sobre lo difícil que eran hacerlo sin preparación.

Merlina se sentó sobre el suelo de la habitación y comenzó a recitar las palabras del libro.
¿Qué es lo peor que podría pasar? Solo quería saber dónde estaba Enid.

En un abrir y cerrar de ojos Merlina ya no estaba sentada en el suelo de su habitación. Estaba de rodillas en una cama viendo el trasero desnudo de alguna chica presionado contra su muslo mientras sus manos-que no lucian nada como sus manos- se aferraban con fuerza a las caderas de la chica.

Una sensación de placer le recorrió todo el cuerpo haciéndola temblar. Merlina no tardó nada en darse cuenta que lo que sentía venía del miembro claramente masculino que salía de entre sus piernas. Tenía un pene, un maldito pene que estaba enterrado dentro del interior de la desconocida. Su nueva polla estaba palpitante dentro del húmedo canal de la chica, siendo aplastado por las paredes de su coño generando una presión increíble.

En ese momento la chica se volteó en un movimiento brusco, revelando el rostro enrojecido y empapado en sudor de Enid. La cabeza de Merlina dio vueltas.

Mierda.

-Vamos, Ajax, no pares por favor- Enid gimió con la voz entrecortada casi lloriqueando.

¿¿Ajax??

Antes de que Merlina pudiera hacer algo, Enid se movió bruscamente debajo de ella hundiendo su coño en todo su miembro hasta chocar contra su muslo. Su bolas se contrajeron y la espalda de Merlina se fue hacía atrás al sentir como la base de su pene explotaba. La respiración de Merlina paró aún sin asimilar como su nueva polla estaba expulsando chorros de semen caliente. Era demasiado.

-¡Enid! -Merlina gruñó, la voz de Ajax saliendo roncamente de su garganta. Se aferró a las caderas de la otra chica para no caer hacía atrás.

- ¡Ajax! ¡Ohhh! - Enid gritó llegando también al orgasmo mientras el semen de Ajax la llenaba.

El semen de Ajax comenzó a llenar todo el coño de Enid saliendo disparado en grandes cantidades de líquido caliente. El cuerpo de Enid se retorció debajo de ella, sus gemidos llenando la habitación mientras la nueva polla de Merlina seguía bombeando en su interior su esperma.

Las paredes de la vagina de Enid tomaban a su miembro tan bien que Merlina no podía moverse. El pene de Ajax debía de ser ancho porque Merlina lo sentía demasiado apretado, la presión haciéndola tensarse. Y de nada ayudaba que Enid seguía moviendo su trasero suavemente deslizando su polla atraves de sus paredes. Oh. OH. OH. Merlina sintió como su miembro se estaba endureciendo en el interior de Enid. La presión era mucho, era como si todo su sangre estuviera concentrada en su polla, iba a morir, nunca se había sentido tan excitada en su vida y tampoco pensó que lo haría mientras se follaba a Enid.

Mierda, Enid.

Los pensamientos de Merlina se ordenaron en ese instante. Se estaba follando a su mejor amiga que no tenía idea de lo que había pasado. Mierda. Mierda.

Con la poca fuerza de voluntad que le quedaba, Merlina sacó su polla del coño de su compañera de habitación, la humedad de Enid haciendo que su miembro se deslice fuera con facilidad. Los fluidos de ambas cayeron del coño de Enid hacía la cama cuando por fin retiró su pene y Merlina gimió involuntariamente demasiado sensible ante las sensaciones de todo. La polla de Ajax estaba dura y palpitante, parada en toda su gloria llena de los jugos de Enid y los suyos. Merlina pensó que se iba a desmayar en ese instante.

Al momento su vista se comenzó a nublar y luego estaba de vuelta en el suelo de su habitación. Y muy, muy excitada.

Merlina agarró el libro que aún seguía en sus piernas y lo tiró por la ventana.