¡Tu ordenas, yo obedezco!
Diversos escenarios protagonizados por ti junto a Cinco Hargreevs y Aidan Gallagher, ¡Haz tu pedido por mensaje privado!
Debe contener:
×Nombre de la protagonista. (Tuyo o el que más te guste)
×Escenario(s).
×Situación.
×Ed...
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Estabas en una pijamada con tus amigas, estaban sentadas en la cama y platicaban de lo cotidiano, hasta que llegaron al tema que te traía confundida y algo desanimada últimamente.
— ¿Y con Aidan...— preguntó Natalia— cómo va todo?
Suspiraste e hiciste una mueca de desilusión. Aidan y tú eran muy buenos amigos, casi los mejores. Él vivía unas cuantas cuadras abajo de tu casa y se conocieron en la preparatoria, se llamaban casi todos los días y a veces te invitaba a cenar, por un helado o a caminar por la plaza que estaba cerca de donde vivían.
Pero luego tú empezaste a tener novio y a él no le agradaba del todo Aidan, a ti no te importó y seguiste frecuentándolo, después de todo eran compañeros de escuela y "vecinos". Un tiempo después Aidan y tú se fueron separando, él comenzó a juntarse más con tus otros amigos y sentiste como poco a poco se distanciaban, creíste que era por tu relación pero cuando ésta terminó, su amistad no volvió a ser la misma.
Para este punto, ni siquiera hablaban.
— Pues...— volviste a suspirar— ya no hablamos casi nada.— tus amigas abrieron los ojos sorprendidas— Y realmente es algo que me lastima mucho... me duele que tan de repente nos dejáramos así nada más.
— ¿Y no sabes por qué pasó?— esta vez preguntó Mariana.
— No, que más quisiera pero no.
— Yo creí que ya todo iba a mejorar por lo que hablaron después de que terminaste con Dimitrio-
— ¡Ya sé, ya sé! Pero de verdad es que no tengo ni la menor idea de... yo pensé que... no sé...
— ¿Les contaste lo que pasó en casa de Aidan?— preguntó Arlia.
Negaste y las tres te miraron con atención esperando a que contaras aquella anécdota.
— Bueno, estábamos todos allí— dijiste refiriéndote a tu grupo de amigos— estábamos hablando y entonces, por cosas de la conversación mencioné que él era como mi mejor amigo... entonces todo quedó en silencio y los demás lo vieron, se sintió incómodo y no me refiero a él, sino que el ambiente se sintió incómodo y no veo el por qué debería.
— Oye... y... ¿no crees que le llegaras a gustar a Aidan?
Te quedaste en silencio pero después te salió un ataque de nervios y estrés combinado con gracia.
— ¡Si lo pensé pero es que una parte de mí dijo: "no, ¿cómo crees?" Pero es que no sé. El día de la bienvenida pasó algo que hizo que lo pensara todavía más.
— ¿Qué?— preguntaron las tres.
— Cuando estábamos en la fiesta él gritó: "alguien béseme" y me estaba mirando.
