Si me pidieran describir mi estado en este instante, solo tendría una respuesta: completamente perdida en el tiempo.
Las últimas horas han transcurrido empañadas entre lágrimas saladas, terribles sollozos y demasiado dolor. Sin olvidar esta horrible sensación de agonía que oprime mi pecho y apenas me permite respirar.
Soñé que este día podría acabar de muchas maneras; nunca así.
Me siento tan desorientada que es una gran sorpresa cuando compruebo, gracias a una ventana, que ya está anocheciendo.
Mi garganta arde como el infierno y mis ojos pesan mucho más de lo habitual después de tanto tiempo llorando como una regadera. E incluso así, sé que no he terminado de descargar todo lo que llevo dentro, ese revoltijo de emociones que aún sacude y agita mi interior lo anuncia a gritos.
No había vuelto a experimentar este grado de conmoción desde el día en que hallé los cuerpos sin vida de mis padres.
Mis pensamientos son una bruma tan densa que exprimen mi cerebro mientras mis emociones son tan intensas que hacen lo mismo con mi corazón, llegando a un punto en el que me siento físicamente enferma.
El sonido de unas llaves abriendo con éxito la puerta principal interfiere en mis cavilaciones. En vano intento recomponerme al reconocer las sombras de Bianca y Alondra entre la penumbra de la sala de estar.
—¿Nanda? —comprueba mi ex dama de honor al encender la lámpara en el techo una vez localiza el interruptor.
No es para asombrarse que me hayan encontrado; después de todo, viven aquí. De hecho, las esperaba desde hace horas, lo inaudito es que hayan tardado tanto en regresar luego del indiscutible fiasco de mi boda.
—Vaya, miren lo que trajo la corriente…
Sonrío internamente por las palabras de Bianca. Sin importar lo delicado de las circunstancias, ese hilarante sentido del humor suyo no es algo que pueda ocultar.
—Aún guardan la llave bajo la alfombra.
Me encojo de hombros, asumiendo la culpa por mi intromisión de la forma más simpática que encuentro. Aunque mi aspecto debe delatar la situación de miseria total que estoy atravesando. Y si mi apariencia no lo hace, les aseguro que mi voz, anormalmente ronca, (tanto que no parece humana) lo hará sin lugar a dudas.
—Por supuesto, fue tu idea. ¿De qué otro modo recordaríamos que Nanda Cabral vivió aquí?
La añoranza de esos tiempos en que compartíamos este antiguo departamento mientras estudiábamos en la universidad me embarga y desborda de una manera arrolladora. Así que, nuevamente, empiezo a llorar como una magdalena al mismo tiempo en que mis mejores amigas se acomodan junto a mí en el suelo para consolarme.
…
Ha pasado un buen rato desde mi última sesión de llanto liberador. Tanto así que incluso he tenido cabeza para tomar una ducha y deshacerme de ese condenado vestido. No sé con certeza qué haré con él, mas tengo claro que es lo último que quiero ver en este instante. Me visto con unos jeans y una blusa sencilla, algunas de las pocas prendas que quedaron aquí luego de mudarme.
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The Perfect Wedding (Imperfect #1)
Romance🏆 ¡FINALISTA DE LOS AMBYS 2024! 🏆 BODA. BO-DA, dos sílabas, una palabra, y un sueño cuya organización tiene altas probabilidades de transformarse en una pesadilla. Quizás ese no es el concepto que consta en el diccionario de la Real Academia, pero...