10. «¿Nos casamos?»

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Acomodo mi cabeza en el hueco de su cuello y percibo un manto de paz recubriéndome al escuchar los tranquilos latidos de su corazón

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Acomodo mi cabeza en el hueco de su cuello y percibo un manto de paz recubriéndome al escuchar los tranquilos latidos de su corazón.

—Entonces, ¿qué haremos?

Con este gran cambio de última hora debemos reprogramar nuestro calendario inmediato casi por completo. Se supone que pasaríamos un fin de semana entero en la Riviera Maya antes de partir para las Islas Maldivas, donde nos hospedaríamos por toda una quincena.

Sin embargo, como podrán deducir, a raíz de los más recientes acontecimientos, (que incluyen a Fer contestando incorrectamente a los votos matrimoniales) nuestros maravillosos planes se fueron de paseo.

Él coloca su barbilla sobre mi cabeza y medita en voz alta sobre el asunto:

—Perdimos la reservación en el Barceló Maya Riviera, mas, estamos a tiempo para nuestro viaje al océano Índico. ¿Todavía quieres ir?

«¿Qué si aún quiero ir a uno de los parajes más extraordinarios del planeta? Constituye prácticamente un insulto que lo pregunte...»

—Claro que sí. Aunque, también me hubiese gustado ir al hotel. Leí reseñas increíbles en muchos sitios web sobre el restaurante japonés.

Distraída, repaso con la punta de mis dedos de manera superficial los coloridos patrones geométricos que sobresalen en su camisa. Simultáneamente, él se enfrasca en un relajante e inocente juego donde acaricia mi cabello y algunas zonas donde mi piel se encuentra expuesta, prestándole especial atención al área de mis hombros y espalda. 

—No te preocupes, podremos ir cuando lo desees.

—Hay otro pormenor que debemos resolver: —Me reacomodo para verlo directamente—, nuestro vuelo salía desde allá. Tendremos que comprar nuevos boletos.

Fer le resta peso al asunto con un gesto trivial:

—Es una cuestión menor, cariño. Solo debo ajustar un par de detalles con la tripulación del jet y saldremos desde este aeropuerto dentro de dos días.

Ni siquiera me molesto en protestar contra la idea del avión privado, sé perfectamente que es una causa perdida desde el principio. Ciertamente, Fernando, es el miembro más modesto y considerado de la familia De la Torre, sin embargo, incluso bajo tal condición, no es totalmente ajeno a sus habituales extravagancias, ni escapa de algunas de sus excentricidades.

The Perfect Wedding (Imperfect #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora