;; 24, confesión inesperada

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narrador !

Ocho meses de pura felicidad habían sido para Iván al lado de su hermosa novia. Durante este tiempo ambos habían estado mas unidos, publicaban fotos juntos, hacían transmisiones juntos, inclusive ya sus comunidades sabían de lo de ellos.

Todos sospechaban de su noviazgo, solo que ellos no se daban de cuenta. El morocho estaba mas feliz que de costumbra, sus ataques de ansiedad y pánico habían desaparecido desde que estaba al lado de Athena, al final se decidió a no volver a Santa Fé por su bienestar, eso le hacía daño.

Athena por su lado se encontraba cada día mas enamorada de él, su corazón ya era suyo.

No habían tenido problemas algunos por su buena comunicación, ella trato los problemas de su novio hablando y llevándolo a terapia para estabilizar sus problemas. Ese tiempo empezaron a avanzar juntos sin soltarse de las manos, estaban cerca de cumplir los nueve meses. 

Iván iba en camino a la casa de su mejor amigo como de costumbre, mientras iba en sus audífonos resonaban canciones de Taylor Swift, pasar mucho tiempo con su novia le contagiaba todo lo que ella solía hacer.

Llegó al departamento de Rodrigo y sin problemas entro, ya que tenía la copia de la llave de su depto. 

─ Eu rodri, llegué. ─ gritó desde la puerta avisando.

Al no obtener respuesta de fue en dirección a la sala, ahí estaba, sentado en el sillón apoyando sus codos a ambas rodillas estás actuando como soporté a su rostro. Su mirada estaba perdida en el medio del lugar.

─ Que onda wacho, todo piola? ─ saludó animadamente, haciendo que se percatará de su presencia.

Él volvió a la realidad y le sonrió desanimadamente. 

─ Rodri, ¿estás bien? ─ le preguntó desesperado sentándose al lado de él.

No aguanto y rompió en llanto. Los sollozos eran fuertes, él se aferro a Iván y esté no se inmuto también hizo lo mismo; la pulsada en su corazón no se tardo en aparecer, no sabía el porque su corazón dolía tanto, pero si sabía que verlo llorar era porque algo grave le afectaba. 

─ No puedo boludo, no puedo. ─ le confesó de manera ahogada.

─ ¿Que no puedes? ─ volvió a preguntar desentendido.

─ No puedo verlos juntos, vos y ella boludo, me duele tanto. ─ pronunció con dificulta.

Aquella confesión repentina le cayó como agua fría a Iván.

─ Tengo dos años estando enamorado de Athena, te juro que ha sido lo peor para mi estabilidad emocionalmente verte con ella, pero quiero que seas feliz, porque haz sufrido demasiado, por verte feliz me tragué todo lo que sentía por ella. ─ de inmediato el hombro de iván se sintió mojado por sus lagrimas.─ No puedo verlos, porque en todos lados están ustedes, nunca te dije, porque vi que ella te hacía feliz, nunca me atreví a decirlo, por miedo y perdón amigo, vos sos lo mejor que le puede ocurrir a alguien y de verdad quiero que estés con ella sin pensar en que me fallaste, cuando yo fui quien decidió estar callado por vos, por tu felicidad, perdóname por favor. ─ rogó alzando un poco la mirada para mirarlo a los ojos.

Las lagrimas corrían por las mejillas de ambos. Él se sentía mal, Iván se sentía de la mierda por tal confesión, solo lo quiso ver feliz y acabo consigo mismo para lograr su objetivo.

En verdad se estaba cuestionando si merecía a un mejor amigo como él, tan bueno y nada egoísta, no como él, que siempre pensó en su felicidad luego que sufrió mucho y no se tomó el tiempo de preguntarle que sentía por ella. 

─ Pelotudo, me fueras dicho y no me fuera acercado a ella. ─sorbió su nariz para abrazarlo fuertemente.

Ambos se abrazaron fuertemente y lloraron juntos.

─ Por favor, no le hagas daño, es lo único que te pido boludo. ─ pidió tranquilamente calmando su llanto.

Él asintió seguro y le regaló una sonrisa.

Efectivamente Iván no podía cumplir la promesa a la perfección.

─ Me voy, tengo algunas cosas que hacer. ─ soltó seco y desconcertado.

─ Boludo, está comenzando a llover fuerte, quédate y no seas terco la concha de tu madre. ─ le gritó carre a su espalda, pero sin embargo este jamás dejo de caminar.

Al salir de la casa de su mejor amigo dejó que las gotas impactaran en su rostro y se camuflarán con sus lagrimas. Se había perdido nuevamente, estaba caminando por las calles oscuras de la ciudad preguntándose porque todo le salía mal, mientras jalaba su cabello con total frustración.

─ MI VIDA ES UNA MIERDA, LA PUTA QUE ME PARIÓ. ─ expresó con frustración cayendo al suelo, solo escuchando como sus rodillas chocaban contra el charco de agua.

Se hizo bolita en el suelo por unos segundos quedando todo empapado por el agua para levantarse y seguir caminando hacia un parque cercano.

Había una banca y se sentó en ella dejándose por su miseria. La culpabilidad era lo único que sentía en su pecho, jamás le fuera hecho eso a su mejor amigo y él llevaba saliendo casi nueve meses con la chica que le gustaba. 

Se sentía un mal amigo y hermano. 

Estaba recopilando todo lo que Rodrigo le decía las veces que estaba mal.

❝ ─ Vamos amigo, vos podes, no te rindas tan fácil. Sos alguien increíble que merece lo mejor de este mundo, vos y yo saldremos de esto juntos, serás feliz, yo seré feliz, lo seremos, así como hay día que nos vas para el orto, hay días que nosotros le damos el orto a la vida, para que nos siga cogiendo y avanzar, de eso se trata, pero igual, fuera de joda, muchos momentos son de la mierda y siempre hay que buscar la manera de avanzar, no dejarnos derrotar tan fácil, y si nos caemos, nos volvemos a levantar aunque sintamos que es al pedo, amigo, te quiero una banda.❞

Las veces que se quedaban jugando todas las madrugadas en su casa y insultaban una y otra vez el juego cuando perdían, gritando sin impórtales que el vecino los demandará. Especialmente cuando se conocieron.

Rodrigo fue su primer amigo al mudarse a Buenos Aires, le enseñó la ciudad y la mayoría de tiempo lo compartían juntos, disfrutaban cada momento con sus presencias.

Sus risas se sintonizaban mutuamente cuando decían boludeces o hacían pelotudeces. 

¿En que momento traicionó su promesa de hacer feliz a su mejor amigo/hermano sin darse cuenta?

No era su culpa, ni la de Rodrigo. Ninguno manda al corazón, nadie de hecho.

Pero ahora entendía porque él decía que se merecía lo mejor del mundo, porque lo mejor del mundo para él siempre fue Athena.

Y Iván tenía el mundo de Rodrigo en sus manos.

Y él tenia miedo que dañará su mundo e irse con ella al agujero.

























Sentí este capítulo):
No cumple a mi carreterita xfa;(

Gracias por darle apoyo a la historia
los quiero mucho

peace ; spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora