Llamada

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Eran las 8 de la mañana, volvía de haber dejado a Adrien de la escuela, como todos los días, era algo tediosa y aburrida la misma rutina. Y con el Señor Agreste en un viaje de negocios fuera del país, hacia que la mansión se volviera más silenciosa de lo que ya era, la Oficina se siente más sola, me siento más sola yo, sin esas tardes en donde Gabriel me contaba sus problemas, me hacía conversacion y de casualidad algunas veces jugábamos al ajedrez.
Pero el lado positivo era que no había akumatizaciones, así no tenía que soportar sus berrinches por que el no puede obtener los miraculous.

Estaba en mi escritorio, terminando unos pendientes, todo estaba tan tranquilo hasta que el sonido del teléfono se escuchó por toda la Mansión.

- Residencia Agreste, ¿Con quien habló?

Una pequeña risa se escuchó del otro lado del teléfono.
- Soy yo Nathalie, Adrien. Te quería pedir un favor.

- Claro Adrien ¿Que necesitas?

- Te quería pedir permiso para salir con mis amigos.

- Esta bien, pudes ir.

- Muchas Gracias, Nath, te quiero.

Perfecto, ahora la casa va estar completamente sola todo el día, pensé apenas colgué el teléfono.

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Ya eran las 8 de la noche, y  Adrien me pidió permiso para quedarse en casa de su amiga, le dije que si, el niño necesitaba aprovechar que su Padre no estaba y convivir con sus amigos.

Yo estaba en mi cuarto intentando dormirme, pero las más de 3 tazas de café que me tomó durante el día no ayudaron mucho.

Mi teléfono personal empezó a sonar, se me hizo extraño nadie me habla para cosas que no son de trabajo y mi círculo de amigos no es muy grande.
Tomé mi teléfono y me sorprendió ver que el Señor Agreste era el que me estaba llamando, ya que la llamada venía desde su celular personal.

- Señor Agreste, Buenas Noches ¿Necesita algo?

Al igual que su hijo, se río por lo bajo y me contesto.
- Nathalie, soy yo Gabriel, no hay necesidad de tanta cordialidad.

- Pero Señor, es mi jefe, es mi deber tratarlo así.

- Por favor, Nathalie, soy más que tu Jefe, soy tu amigo.
- Y como tu amigo, te dijo que estoy algo aburrido y ¿Quisiera saber si,podemos conversar?

- Claro, Señor.

Pasamos más de dos horas conversando, riendo, contando anécdotas y conociendo nos más.
- Nathalie, no sabía que tenías un sentido del humor increíble, pero lamentablemente necesito colgar.

- No se preocupe Señor.

- Que pases buena Noche, Nath.

- Igualmente Gabriel.

Y con eso pensé que Gabriel había colgado, deje mi celular alado de mi almohada y me acosté.
No dejaba de pensar en el, en la confianza con la que me hablo y lo increíblemente sexy que se escuchaba.

Su voz era hermosa, y ese apodo que el me tenía "Nath" es maravilloso.
Estaba pensando en voz alta, al fin y al cabo nadie me escucharia.

Me lo imaginaba acostado en la cama del hotel, , recién salido de la ducha, con el cabello despeinado, con una toalla amarrada a su cadera dejando ver ese maravilloso abdomen.

Cada vez más escenarios se me venían a la cabeza, era imposible que mi mano no bajara por todo mi cuerpo hasta llegar a mi intimidad y empezar a frotar suavemente por encima de mis bragas.
Cada vez más rápido consiguiendo mojar me en tan solo minutos. Minutos en los que solo pensé en el encima de mi acariciando mi cuerpo y hablando me al oido.

No podía controlar me, necesitaba con urgencia esto, llevaba bastante tiempo sin hacer esto, y con mi imaginación suelta. Me hacía meter mis dedos en lo más profundo de mi, pensando que son los de el, sabía que el con solo uno podía llenar ese vacío en mi a diferencia que yo tengo que usar hasta 3.
Hacía pensar que el me tocaba, mientras me decía que me amaba, que era de su propiedad.

Cada vez mis movimientos eran más rápidos al punto de yo estar gimiendo demasíado fuerte.

Depués de unos minutos de estar fantaseando con el Señor Agreste , por fin tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida.

- Nathalie.

Estaba tan metida en mis fantasías que hasta podía escuchar como me hablaba.

- Nathalie.

Se escuchaba tan real, sentía que el estaba ahí.

- Nathalie, se te olvido terminar la llamada.

Sentí que mi alma se había salido del cuerpo, cuando tomé mi celular y efectivamente la llamada seguía. Durante todo el tiempo que estuve pensado de manera indebida de el, estuvo escuchando, cada una de mis fantasías y gemidos.

No sabía que hacer, que decir solo quería desaparecer.

- Señor yo...

- Nathalie, no te preocupes.
- Solo quiero que cuando vuelva, me esperes en mi habitación.

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One-Shot's Gabenath ♡˙∘٭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora