One-Shot's Gabenath ♡˙∘٭

Alcohol

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𝘼𝙫𝙞𝙨𝙤: 𝙀𝙨𝙩𝙚 𝙘𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙢𝙖𝙩𝙚𝙧𝙞𝙖𝙡 𝙢𝙪𝙮 𝙙𝙚𝙡𝙞𝙘𝙖𝙙𝙤, 𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧𝙨𝙚𝙡𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙙𝙖𝙙 𝙮 𝙡𝙚𝙚𝙧𝙡𝙤 𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙨𝙪 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙.
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El sonido de la teclas sobre mi teclado ya me estaba artando, llevaba más de 10 horas sentada aquí en esta Oficina en completo silencio, ya me quería ir, faltaba una hora para poder ir me y por fin descansar, aunque todavía tengo que...
El sonido de la puerta tocando interrumpió por completo mis pensamientos.

- Hay alguien ahí?

El tono ebrio de Gabriel me hizo reconocerlo de inmediato, eso provoco que un sentimiento de desconfianza recorriera mi cuerpo en modo de escalofrío.

- Ss-Si, Estoy Y-yo, Señor.
El cuerpo me temblaba y no se por que, bueno si se el por qué, pero no quiero aceptarlo.

Entró abriendo la puerta con euforia gritando. - Nathalie, mi bella asistente.
La sonrisa tonta que tenía, la forma de caminar y la camisa mal abotonada, me hacen recordar una inseguridad o más bien un miedo de lo que podía pasar.

- Todavía no te vas, si se supone que ya es hora no?
Se acerca a mi rodeando el escritorio, estaba tan ebrio que no podía cenar bien, inconscientemente me estoy alejando con la silla.

- No Señor, Falta una ho-ora.
La voz , mi maldita voz vuelve a fallar.
Por que pasa esto? Si se por que, pero no quiero aceptarlo, no otra vez.

El se acerca, yo me alejo.
- Nathalie que bonita te vez hoy.

Esa frase. Mis ojos se llenan de lágrimas , es exactamente igual las veces anteriores. No respondo a lo que me dice , lo que causa que el ponga sus manos en mi silla , se acerque a mi y con ese estúpido aliento alcohólico, me dice   
- supongo que ya sabes para que estoy aqui.

Por fin las lágrimas empiezan a salir, si aliento me causa náuseas, el miedo se incrementa y con cada segundo que el prácticamente se mantiene encima de mi, me siento pequeña , incapaz de defenderme.

- S-sii, Ga-be ya se por-rQue.

El solo sonrie, una sonrisa la cual desde hace tiempo me causa pesadillas. Su mano sube desde mi pierna hasta mi cuello desabrochando todos los botones  de mi saco y pantalón a su paso.
Se queda clavada en mi cuello asfixiandome lentalmente.La otra me empieza a quitar mi pantalón, estoy intentando detenerlo pero mi cuerpo no reacciona.

Cada vez me falta más el aire.

- Que bonitas piernas.
Me lo dice en el oído, mientras me besa la mandibula. Sus mano por fin suelta mi cuello pero a cambio se mete entre mi suéter, tocando bruscamente mi pecho y la otra me toca la piernas, sobre todo el muslo y cada vez se acerca más a mi intimidad.
Me siento asquerosa, con sus manos por todo mi cuerpo.

Pero porque dejaba hacerlo? Yo podía defenderme. Por que no le decía algo?
Por que...