𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 15

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°Aún me debes un baile Adam Malfoy.°

E.R.L —A.M.B •

Adam volvió a sumergirse en el gran jacuzzi del baño de prefectos. Habían pasado dos semanas desde que las vacaciones de navidad terminaron y el había evitado a Roseva todo lo posible.

La habia besado y ahora nisiquiera podía mirarla a los ojos. Estaba tan asustado,tal vez lo había arruinado con ella. Había arruinado lo único bueno que había tenido en años por un beso.

Un beso que ambos habían deseado y ahora nisiquiera sabía como reaccionar. Además Roseva había estado muy ocupada ayudando a Cedric con lo de la segunda prueba. De regreso a Hogwarts nisquiera habían hablado en realidad.

Todo se había vuelto raro,Adam quería volver a besarla y estaba seguro de que Roseva no se lo habría impedido. Soltó un suspiro saliendo del agua y secándose lo más rápido que pudo.

La primera prueba sería mañana y todos solo hablaban de eso. Se puso el pantalón y frente al espejo observo las cicatrices en su espalda. Eran cuatro en total. Una grande en forma de diagonal que abarcaba toda su espalda.

Su Padre se la había hecho cuando tenía ocho,aún recordaba el motivo,se había negado a llamar sangre sucia a una niña mestiza con la que había jugado en el parque esa tarde. Su Padre había enfurecido.

Se la había hecho con un hechizo que a la fecha Adam no podía identificar. Su Madre la había curado llorando,pero cuando su Padre se la hizo la mujer no intervino.

Luego las otras dos las hizo los años siguientes, en su cumpleaños, tal vez por que Lucius noto que Adam no le seguía la contraria después de hacerle esa cicatriz.

¿Como iba a seguirle la contraria o enfrentarlo?,era un niño y estaba aterrado por el dolor causado. Después entró a Hogwarts y Lucius no lo había marcado de nuevo.

Hasta que se entero de su amistad con Roseva y hubo una cena en la que se negó a llamarla sangre sucia,cuando la Familia Nott se fue Lucius le lanzó varios cruciatus.

Adam esquivo uno y termino por caer en una mesa de cristal,no sólo se había cortado la muñeca, uno de los cristales le había cortado la espalda de manera profunda y le dejó otra cicatriz. Más pequeña que las otras,pero estaba ahí.

Aun recordaba que apenas hablaba cuando la primer cicatriz llegó a su espalda,estaba tan aterrado que tenía pesadillas todas las noches y no dejaba que nadie lo abrazara. A excepción de su Madre. Nisiquiera Eduard que en esa época era de sus confidentes más leales podía tocarlo.

A Adam le dolia la espalda con el más pequeño roce y Eduard se esforzaba por distraerlo en esos años. El Lestrenge había escuchado los gritos de su primo cuando Lucius lo castigaba y algunas veces vio las cicatrices.

Por eso le soprendia que Adam dejara que Roseva lo abrazara. Al Malfoy no dejaba que nadie lo tocara a excepción de ella. Tal vez por eso le aterraba perderla.

—Adam.

El rubio se subió la camisa blanca lo más rápido que pudo al oír la voz de Roseva detrás de el. Había estado tan absorto en sus pensamientos que no la había oído entrar.

La Roser tenía lo ojos brillantes en confusión y tristeza pues había visto las marcas de Adam. A él rubio empezó a latirle el corazón más rápido. Odiaba esas estúpidas cicatrices y estaba seguro de que Roseva las odiaría también.

—¿Quien te hizo esto?

Rosevase acerco a él rápido dejando caer la toalla que llevaba en las manos. La de ojos azules intento tocarlo pero Adam se lo impidió.

𝖣𝖺𝖽𝖽𝗒 𝖨𝗌𝗌𝗎𝖾𝗌 | 𝖦𝗈𝗅𝖽𝖾𝗇 𝖳𝗋𝗂𝗈 𝖤𝗋𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora