1. El Inicio
Ahí está de nuevo, serio y pensativo. Siempre me he preguntado, en todos los años que lleva en esta casa como huésped eterno, ¿Por qué casi nunca sale de aquí?, ¿Qué estará pensando tan concienzudamente?.Puedo observarlo desde el jardín, a través de la ventana, dentro de un estudio improvisado en nuestra, no humilde, pero si conservadora casa, sentado frente a un escritorio que comparte con mi padre.
Siempre ha sido un hombre misterioso y hasta cierto punto firme, nunca lo he visto vestir otro color que no sea el negro. Mi padre le insiste que debe ser más alegre y conversador, o al menos conversar de otra cosa que no sean la pociones experimentales, que realizan para el bien de la comunidad mágica. Pero él se niega rotundamente a hacer una u otra cosa.
En realidad, en esta pequeña ciudad, no hay mucho de donde tener alguna ganancia respecto al trabajo de ambos, pero ellos insisten en qué, hay males en el mundo que simplemente no son necesarios.
Mientras pienso en él, vuelvo a poner atención sobre las plantas medicinales que cuido junto con mi madre, recordando distinguir con precisión cuáles debo desprender, es decir las malas hierbas, y cuales no debo tocar ni molestar su crecimiento y que según el señor Sebastián, son muy perceptivas y volubles a cualquier cambio.
Severus...
Al escuchar la voz que siempre me murmura ese nombre, giro mi cabeza buscando el origen, ¿De dónde saldrá?, esto lleva pasando hace poco más de un año, y sospecho seriamente que me estoy volviendo loco, o tal vez son los nervios de mi próximo dieciseisavo cumpleaños.
Sí, eso debe ser seguramente, mis padres están muy entusiasmados de que, en la gran fiesta que van a hacer en mi nombre, encuentre a una joven a la que pueda cortejar y, si es posible, hasta concretar con el paso del tiempo una relación estable, y seguir con el linaje de los Potter.
Ciertamente, no tiene porque caer todo el peso sobre mis hombros, ya que tenemos familiares al otro lado de Inglaterra, pero como soy su único hijo, esperan sentirse orgullosos de mí al proporcionarles muchos nietos.
Es una locura en verdad, he visto a las jóvenes que habitan en esta cuidad y en ningún momento me han interesado de ese modo, no al menos como me interesa él.
Si mis padres se enteraran, sería una aberración para ellos seguro. Cómo puedo decirles que Sebastián es con el que sueño todas las noches, que sus brazos son en los únicos en los que quiero estar envuelto, que su aroma a pino y menta es lo único capaz de embriagarme lo suficiente, para perder el conocimiento de hasta mi propio nombre.
Pero lo mejor de toda su persona, lo que realmente me encanta, es su voz al decir mi nombre, tan profunda y tranquila.
Lo que me lleva, a otro aspecto de él. Y es que, es una persona organizada y su cerebro trabaja a mil por hora, repasando todos y cada uno de los ingredientes, que pueden utilizarse o ser potencialmente eficaces para cualquier fin que él quiera darles. En general, también es muy tranquilo, camina con tranquilidad entre las cosechas y come tranquilamente, disfrutando con su boca cada uno de los sabores que explotan en su paladar. También duerme tranquilo, suspirando sólo en muy remotas ocasiones, pudiendo descubrirlo gracias a la fortuna que tuve de acampar con mi padre y su colega.
Pero lo que más me atrapa, es que te mira sin prisa, tomándose su tiempo en analizar cada poro, cada arruguita por pequeña que fuera, cada vello y cada imperfección en tu rostro, almacenándolo en su memoria, por si algún día pudiera necesitar aquella información.
Una vez, cuando tenía 10 años, me atreví a preguntarle que era lo que más llamaba su atención en una persona.
Volteó a verme sereno y curioso sobre mi pregunta, frunció apenas un poco el ceño, como preguntándose también él lo mismo, ¿Qué era lo que realmente veía a conciencia en una persona? y, finalmente me respondió.
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Te encontré
RomanceMuchos años antes que Harry y Severus nacieran, existió una pareja igual a ellos, con nombres similares. Sebastián y Henry sufrirán mucho para conservar en sus corazones el amor que nació desde el primer instante, y con ayuda de las pociones tal vez...