Detrás Del Espejo

Capítulo 12

Alan, con la ayuda de sus nuevos amigos, continúa investigando el misterio de la escuela. Después de varios días de búsqueda y recopilación de información, logran descubrir una pista importante.

"Chicos, ¡miren esto!" grita Alan, señalando hacia la pizarra del salón de clases. "Hay algo escrito aquí que podría ser una pista".

"¿Qué dice?" pregunta uno de sus amigos.

"Son solo dos palabras: 'sótano' y 'celda'", responde Alan.

"¿Sótano? ¿Celda? Eso suena escalofriante", dice otro de sus amigos.

"Lo sé", dice Alan, "pero tal vez haya algo importante allí abajo".

Deciden investigar el sótano de la escuela. Al entrar, inmediatamente notan que hay algo extraño. El lugar está oscuro y húmedo, con una sensación de abandono. Al caminar por el sótano, comienzan a escuchar ruidos extraños.

"¿Escuchaste eso?" pregunta uno de los amigos de Alan.

"Sí, algo se movió", dice Alan, apretando su linterna con fuerza.

De repente, un grito desgarrador los hace saltar de miedo. Todos corren hacia la fuente del sonido y se encuentran con algo que nunca podrían haber imaginado.

Es la pequeña Cristal, atada y amordazada en una celda improvisada. Sus ojos están llenos de miedo y dolor.

"¡Oh Dios mío, Cristal!" grita Alan, desesperado.

Alan corría sin cesar por los pasillos del sótano, iluminándose con su linterna de mano y buscando a su amada Cristal. Sabía que no podía permitir que se quedara allí abajo sola, sin ayuda y al borde de la muerte. Finalmente, la encontró en una esquina, envuelta en una manta vieja y desnutrida hasta los huesos.

"Cristal, oh mi Dios, ¿cómo te dejaron así?" exclamó Alan mientras se arrodillaba a su lado.

Cristal abrió sus ojos lentamente, sin poder articular palabra. Alan sabía que necesitaba actuar con rapidez, así que la levantó con dificultad y salió corriendo hacia la entrada del sótano.

"¡Tienes que aguantar, Cristal! Voy a sacarte de aquí y llamar a la ambulancia", le dijo Alan mientras la sostenía con cuidado.

Después de varios minutos, finalmente llegaron a la entrada del sótano, y Alan cargó a Cristal en sus brazos para salir. Al salir a la luz del día, Alan llamó a la ambulancia y a la policía.

Los paramédicos rápidamente la revisaron y la llevaron a la ambulancia, mientras los policías buscaban en el sótano para encontrar a su secuestrador. Pero para su sorpresa, no encontraron a nadie allí abajo. Luck, quien estaba al tanto del caso, se encontraba junto a Alan en el lugar.

"¿Cómo puede ser posible?" preguntó Alan mientras los policías continuaban su búsqueda.

"No lo sé, pero esto parece ser algo más grande de lo que pensábamos. He estado investigando a esta organización durante meses, y creo que esto podría estar relacionado", dijo Luck con una mirada grave.

"¿Qué organización?" preguntó Alan.

"Una organización que se dedica al tráfico de drogas, armas y personas. He estado siguiendo su rastro durante meses, pero nunca imaginé que llegarían tan cerca de nosotros", dijo Luck.

Alan se quedó sin habla, y su mente comenzó a pensar en todas las cosas horribles que pudieron haberle pasado a Cristal durante todos esos meses. Sintió la ira y la tristeza quemando en su interior.

"Vamos a atrapar a estos desgraciados, Alan. Pero necesitamos tu ayuda", dijo Luck mientras colocaba una mano en su hombro.

Alan asintió con la cabeza, sabiendo que era lo correcto. A partir de ese momento, Alan, Alonzo y Luck trabajaron juntos para encontrar a los culpables y hacerles pagar por lo que le habían hecho a Cristal.

Después de una larga investigación, lograron desmantelar la organización y capturar a todos sus miembros. Fue un proceso largo y doloroso, pero finalmente pudieron cerrar el caso.

Alan y Cristal se reencontraron después de su recuperación en el hospital. Alan la abrazó con fuerza y no la dejó ir.

"Nunca más te dejaré sola, Cristal. Siempre estaré aquí para ti", le dijo Alan mientras le secaba las lágrimas.

"Lo sé, Alan. Nunca me sentí tan segura como contigo", respondió Cristal.

A partir de ese día, Alan y Cristal se convirtieron en una pareja inseparable