Deja de ser inseguro

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En un tranquilo bar se encontraba una glamourosa rubia, vestida de una blusa blanca y una corta falda roja, bebiendo un Martini cerca de la barra.

—Justo la persona que buscaba.— susurró aquella persona que miraba a Emma Sano desde la distancia.

Lentamente se fue acercando hasta quedar a unos pasos de la rubia. Antes de llamar la atención de la linda chica se volvió a replanter el porque estaba en este sitio, y siguio con su plan.

—Hola linda~.— saludó con voz candente a Emma —¿Acaso estás solita en este lugar?— cuestionó seductoramente.

—Hola.— Sano devolvió el saludo —Sí, muy sola.— respondió Emma, sabiendo por el todo de voz que es lo que quería aquella desconocida persona —Me llamo Emma, un gusto.

—Tan linda~. Yo soy Yuzuha, pero tu me puedes llamar La persona que te hará tocar el cielo~.— dijo la castaña sentandose en la silla frente a la rubia —Emma cariño, mi corazón se ha perdido en tu blusa… ¿Me ayudas a encontrarlo?— decía mientras miraba con descaro el busto de la de ojos chocolates.

—Mmmh, mi blusa está muuuy apretada~.— dijo desabotonandose los dos primeros botones de su blusa —Tendría que cortar mi blusa, pero mis tijeras están desafinada.— dijo con fingida tristeza —¿Me prestas tus tijeras para afılarlas con las mías?

Una sonrisa de victoria iluminó el rostro de Yuzuha.

—Cuando veo tus senos, es como mirar al mar, al sumergirme en ellos, mi vagina se ha de mojar.— Yuzuha sonrojada, se lanzó contra la rubia para atraparle en un intenso beso.

En una de las esquinas del bar, Yuzuha deboraba las tiernos labios de Emma mientras una de sus manos apretaba el blando seno.

—Siii~ mmmh~.
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El amanecer había llegado, y en jna habitación de motel se encontraban las dos chicas rendidas en la cama.

Mientras una se encontraba profundamente dormida por toda la actividad física de anoche, la otra recién se levantaba de su profundo sueño.

Con delicadeza, salio de la cama y empezó a vestirse rápidamente, haciendo el menor ruido posible.

Ya vestida, Yuzuha agarró su celular y marco el número de la persona que durante toda la noche le había reventado el celular por todas las llamadas.

—Ya hice lo que me pediste.— dijo al momento de que la llamada fue respondida —Emma, efectivamente, es lesbiana.

—Genial, ahora solo faltan comprobar si las siguientes en la lista lo son.— dijo la persona al otro lado de la línea —Tenemos que comprobar que verdaderamente las amigas de Taka-Chan sean lesbiana y no estén mintiendo.

—Hermanito, deberías ir a un psicólogo, no es normal que seas tan inseguro con Takashi.

—...Eres mi hermana, puedes hacerme estos favores ¿no? Además, yo soy el que te guarda el secreto de que Te acostaste con tu profesora para que no te reprobara, si Taiju supiera eso ya te hubiera convertido en monja.

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