Memorias Perdidas (2#CB)

Parte 2

Afueras de una casa muy pintoresca (Distrito XV)

Domingo 7 de Mayo del 2017

12:00

El camino hasta aquí fue más lento, papá condujo un poco más despacio.

Nadie ha dicho una palabra en lo que siguió del camino, la música de la radio se encontraba un poco fuerte. Tal vez los tres estábamos llorando en silencio pero no había un clima de incomodidad, sentía como cierta complicidad pero algo de vergüenza en admitir que estábamos liberando años de dolor en unas cuantas lágrimas que queríamos contener al menos hasta entrar en la casa de mí tía.

Llevamos unos minutos en el auto. Papá se frenó delante de una casa llena de plantas, se ve muy distinta a la casa que yo recuerdo, aunque sé que es la misma dirección, veo como los años le han pasado cierta factura a la casa. No sé destartalada ni rota, si un poco despintada por el sol pero a alguien que nunca estuvo aquí, no lo sabría.

Decido bajar primero, me comentaste que aquí tengo una buena relación con ella, entonces veo más prudente ser yo quien toque su puerta.

Paso por el jardín hacía adentro, no encuentro un timbre para tocar. Mí padre y mí hermano mantienen cierta distancia. Parece que Adrián tampoco es de venir seguido aquí, ni siquiera sé si yo vengo seguido.

Toco la puerta.

—¡Mí niño!

★★★

Nunca me ha gustado dejar notas en mis historias, tiendo a borrarlas, pero creo que es importante contarles y dejarlo hasta que me arrepienta de decir esto.
En el tiempo que escribía está historia, atravesaba por un cuadro de depresión no diagnosticado y no tan severa como cuando dejé de escribir. Me han pasado cosas peores en estos últimos años, cómo así también encontré personas hermosas que mantengo en mí vida y en mí corazón.
Actualmente estoy en terapia, mí depresión se vio acompañada de ansiedad y deseos (o intentos) de morirme. Ahora estoy incluso con medicación. También me ha ayudado muchísimo un Félix que desinteresadamente hace mis días más lindos y mucho más ligeros.
Espero poder mantener el enfoque que tenía para esta historia y su parte final.
Desde lo más profundo de mí corazón, les agradezco a los que aún me leen y los último que llegaron.
Si están atravesando también por situaciones feas, se sienten solos, no duden en acudir a terapia. La vida es hermosa y me costó verlo en su momento.
Agradezco seguir con vida luego de todas las malas situaciones por las que he atravesado o he decidido meterme.