Capítulo VII

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Segundo día

Recuerdos

El apresurado tecleo de las letras por parte de su acompañante le hizo alzar levemente la mirada, sus brillantes orbes verdes analizaban el movimiento de los dedos por parte del chico de lentes. Disimuladamente se le quedó viendo unos segundos, observando la rapidez con la escribía en el teclado de su laptop, todo en silencio.

Llevaban parte de la tarde trabajando en el primer segmento del reporte de su proyecto, el de cuidar aquel huevo que se transformó en un pollo de un momento para otro. Si bien el plan no era el inicial, seguían trabajando en lo que debían para obtener su calificación, decidieron que cumplirían con las indicaciones y luego verían como explicarlo en el momento. Ya se preocuparían por las aclaraciones luego.

-¿Cómo vas con las fotos?- habló el castaño sin despegar su mirada de la pantalla.

El mayor dio un pequeño brinco sobre su asiento y tras ello regresó su vista hacia la pantalla de su computadora, estaba ordenando las fotografías que llevaban capturando desde el primer que inició aquella tarea puesto que se tenía que entregar un amplio catálogo con ellas como evidencia del trabajo en equipo.

-Oh they are looking good...- comenzó cliquear la pantalla terminando de dar unos arreglos a las últimas fotos que había seleccionado.

En un momento mientras revisaba ciertas fotos dio clic en una en específico, sintió como una sonrisa se le formaba en labios y sus ojos se enternecían al verla.

Se trataba de una imagen de Mariana dormitando en el sillón de la sala con el pollito en su regazo, con el pico enterrado entre sus plumas, copiando el estado de su padre. Le pareció tierna.

En silencio presionó una tecla para avanzar a la siguiente, otra imagen, con Mariana acuclillado mientras jugaba con el animalillo en el jardín exterior de la casa, se podía apreciar como se marcaban ligeramente los músculos de sus piernas y brazos. Su sonrisa se amplió un poco más.

Volvió a cambiar de fotografía, ahora solo era una imagen del perfil de Mariana con cara de concentración mientras trabajaba en la casita que habían preparado para el pollo el día anterior. Para Foolish el ver como los ojos cafés del muchacho se centraban en lo que hacía en el momento siendo acompañados de una de sus características cejas levantadas, era una vista tanto tierna como atractiva.

No pudo evitar que su sonrisa se hiciera más grande mostrando sus blanquecinos dientes.

Sabía que había estado tomando esas fotos a Mariana cada que podía, en su cabeza su excusa era que iban dirigidas al trabajo, pero dentro suyo, inconscientemente, solo adoraba tomar fotos del muchacho cada que tenía la oportunidad. Se perdía tanto en la imagen del castaño que a veces se olvidaba de lo demás a su alrededor.

De pronto sintió la presencia de su compañero detrás suya, apresuradamente cerró las imágenes que se encontraba apreciando y en un rápido movimiento cambió a la ventana en dónde se encontraba organizando las fotos que ya había elegido.

La sonrisa se había borrado de su rostro y se comenzó a encoger ligeramente en su asiento, quería que le tragara la tierra, esperaba profundamente que Mariana no hubiese alcanzado a ver las fotos que veía tan perdidamente.

Carraspeó la garganta intentando tranquilizarse a la par que alzaba la mirada para ver cual era la situación en la que se encontraba. Logró ver como el castaño veía hacía un lado, perdiendo su mirada, no pudo definir bien si es que las había visto o no.

No pudo evitar sentir una ligera vergüenza recorrer su cuerpo, se quería desvanecer.

-Veo que vas bien con las fotos...- rompió el silencio volteándole a ver. Tenía una cara seria pero había algo en ella que le sonaba al pelinegro, sentía que había algo aunque no sabía bien el qué.

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