Capítulo XIII

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Entrega

Juraba que vomitaría en cualquier momento.

Los nervios le escalaban el cuerpo enterrándose bajo su piel, como si le quisieran recordar la situación en la que estaba. Sentía su corazón golpeándole con fuerza haciendo su respiración más pesada en cada compás.

No podía evitar mover su pie con insistencia, dando pequeños y constantes golpes en su mismo lugar. De no ser por los murmullos ajenos sería lo único que se escucharía en la habitación.

Volvió a mirar el reloj de la pared. Aquel de marco azul y manecillas casi traslúcidas en el que siempre deseaba que el tiempo avanzara rápido para terminar con la clase.

Aunque en esta ocasión deseara lo contrario.

Había llegado tarde a su primer periodo de clases, aún cansado y agotado, con los ojos hinchados y la nariz irritada. Sabía que se veía mal, no tanto como se sentía, pero sabía que las miradas que se había estado ganando no era más que por eso.

Al menos agradecía que nadie se le hubiera acercado siendo curioso de más, queriendo preguntar. No tendría la fuerza para rechazar o ignorar como de costumbre.

Mismo por lo que sus amigos pudieron averiguar cuál era la situación.

Aldo y Roier lo habían acompañado desde temprano, buscando darle ánimos y tratando hacerle sentir mejor.

Rivers intentó lo mismo a su manera, siendo algo tosca al inicio pero suavizando su trato al final. Igualmente Quackity, quién buscaba hacer chistes junto con el primer par estuvo todo lo que pudo.

Mariana no quería aceptarlo en un inicio, pero sus amigos le ayudaron mucho, tanto que no se había preocupado en notar la ausencia del otro.

Pero ahora lo notaba. Foolish no llegaba.

Faltando tan solo quince minutos y dos parejas de equipo para finalizar la clase, Foolish seguía sin llegar.

El nervio le volvió a sacudir y sintió sus manos sudar frío. ¿Y si algo había pasado? No se lo podía dejar de preguntar, qué tal si el niño no estaba bien, qué tal si a ambos les había ocurrido algo. Qué tal si por la pelea Foolish decidía solo no llegar.

—Siendo que ya casi terminamos ¿alguna última pareja gusta pasar voluntariamente?

La suave voz de la maestra tensó aún más su cuerpo, paseó su mirada por el salón esperando que alguno de sus compañeros decidiera pasar antes de que fuese su turno. Rogaba en silencio.

—Bueno...— pausó un momento terminando de escanear la habitación. Como profesora podría no tener muchos años de experiencia, pero sabía cuándo tenía que tener un poco de compasión por los otros— Fit, Pac pasen por favor...

El tiempo siguió avanzando y la última pareja estaba terminando. Sacudía su pie con aún más insistencia tratando de ignorar el nudo en su garganta, juraría que su corazón se arrastraba por su cuello buscando salir por su boca.

¿Por qué todo lo tenía que arruinar?

—Gracias chicas, lo hicieron muy bien— despidió antes de dirigirse a la clase—Bien, sé que estamos sobre el límite de tiempo pero solo nos falta una pareja así que vamos a terminar...— suspiró para sí misma— ¿Mariana...?

Dolió tragar.

De un segundo a otro todos los ojos de la clase se habían posado sobre él, esperando, juzgando, como si de un mal sueño en donde uno se queda en ropa interior frente al salón se tratase. Se levantó de su asiento, quería hacerse pequeño.

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⏰ Última actualización: Apr 07 ⏰

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