ROCIO
Bajaba las escaleras mientras que venía distraída observando el cartel de "desaparecida" de la doctora.
Cuando pise el suelo una figura femenina choco contra mi cuerpo, provocando que los papeles que tenían en su mano sean tirados a el suelo. Mi mirada fue hacia la mujer dándome cuenta que era la señorita Blake.
—¡Lo siento! —solté, nerviosa ayudándola a levantar su papelerío.
—No sucede nada. —respondió, ella dándome una leve sonrisa.
Entre tantos papeles me llamo la atención uno.
"El ritual demanda tres victimas por categoría, en sí son un total de cinco categorías. Y un total de 15 muertes: Vírgenes, Guerreros, Sanadores, Filósofos y Guardianes"
Los papeles de mi mano, incluso el que estaba leyendo algo disimulada, fueron tomados por la profesora sin dejarme terminar de leer.
—Investigaciones para nuevos temas. —justifico antes que digiera algo.
Le di una pequeña sonrisa tratando de hacerme la desentendida y hablé de otra cosa.
—¿Seguirá reemplazando a el profesor Harris? —pregunte, caminando a su par.
—Sí, estaré un tiempo más, pero para ser sincera, esa materia no me agrada dar.
—A nadie le agrada la materia del profesor Harris, no se preocupe.
Ingrese a el aula sentándome frente a Stiles y Scott, dándoles una pequeña sonrisa a ambos.
La profesora dejo unos libros en el escritorio tomando nuestra atención.
—Buenos días. Como saben el Sr. Harris sigue desaparecido. Digo, enfermo. Como sea, sigo aquí y seguiremos esperando y rezando para que otro sustituto de esta materia. Bien, comencemos, gracias.
Ella se dio vuelta e inmediatamente Stiles coloco su mano en mi hombro provocando que me vuelta.
—¿Sucede algo? —pregunto, Stiles.
Negué, dándole una sonrisa.
—¿Segura?
—Segura. —afirme.
Dio un leve suspiro y una sonrisa a medias.
—Mi papa dijo que el jefe de emergencias no fue estrangulado, pero si murió por asfixia. Solo que no saben cómo fue.
—¿Crees que la médica de guardia siga viva? —dijo, Scott.
—No lo se. Pero debe haber por lo menos otros veinte médicos en ese hospital. Por lo menos. Cualquiera podría ser el siguiente.
Scott dio un leve suspiro sabiendo que podría ser mama la siguiente y tome su mano.
—Mama no será la siguiente, tranquilo.
El asintió dándome una sonrisa a medias.
—Te quiero.
—Yo a ti.
Al terminar mi frase me di vuelta una vez más. Estuvimos un rato haciendo ejercicios y leyendo. En un momento levante mi mano obteniendo la atención de la profesora.
—¿Si, McCall?
—¿Puedo ir al baño?
Ella asintió. — Adelante.
—Gracias. —respondí.
Me levante la silla y mire a los chicos de reojo, caminando hacia la puerta.
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Hasta ese dia
RomansaDonde Milena McCall vivirá aventuras con sus amigos,hasta ese día.