➵ Capítulo 33

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NuNew tocó el timbre de la casa de su novio pero desde adentro de esta se escuchaban murmullos y como si tirarán las cosas o las aventaban de amargura, volvió a tocar el timbre y está vez Max lo recibió.

El alfa estaba sudando y tenía los cabellos desordenados.

— Ya llegaste NuNew— saludó casual el alfa apoyándose en el marco de la puerta tapándole la vista hacia dentro.

NuNew lo miró con una ceja alzada.

— ¿Todo bien?— preguntó.

— Si...— respondió con una sonrisa que se borró cuando un golpe se oyó desde adentro — maldición.

El omega empujó a un lado al alfa halcón para encontrarse con su pareja en medio de un lío de nervios con una curita en la frente y Nat ayudándolo a qué se calmará para que pudiera arreglar la rueda de su silla.

— Hoy en la mañana su rueda se atoró en la puerta del baño— explicó Max, saltándose una parte importante de la historia y mintiendo un poco — logramos sacarlo pero al jalarlo tanto su rueda se desprendió y mi hermano se cayó.

El cisne negro se acercó a su pareja que tenía un moretón en la mejilla, lo acarició y le dejo un beso.

— Llamaré a mi casa y les diré que no puedes ir.

Zee negó deteniendolo de la muñeca veloz al oírlo.

— No, está bien, Nat la arreglará y estoy bien solo fue un golpe.

Nat y Zee se miraron fijamente algo que Chawarin no pudo comprender pero el tigre Omega asintió con una sonrisa hacía NuNew.

— Falta poco— dijo Nat dándole una revisada más a la rueda— lista.

NuNew les agradeció mucho y salió de la casa esperando que Zee terminara de hablar con su hermano.

— Estás llevando las pastillas ¿Verdad?— pregunto Kornthas y Pruk asintió para tomar el ramo de flores y colocarlo en su regazo— me llamarás si te sientes mal, P'Zee.

— Si lo haré, hasta luego— empujó su silla— y no hagan cochinadas en mi casa.

Les dijo a Max y Nat, el omega tigre se sonrojó ligeramente mientras que Kornthas le sacaba la lengua y miraba su hermano mayor irse con NuNew.

— Estará bien, P'Max— aseguró Nat tomándolo de la mano.

El alfa solo suspiró y recordó.

Max había salido temprano para la empresa pero una llamada en el camino de Zee lo alerto, su hermano se oía agitado, entonces llamó a Nat quien vivía cerca, el tigre al entrar a la casa escuchó un grito como un golpe venir del baño así que corrió hasta ver a Zee tirado a un lado con su silla sin una rueda.

Max llegó en el momento y sintió su corazón doler al ver a su hermano llorando por qué su columna le dolía con una herida en la frente por el impacto y su mejilla roja, se arrodillo y lo jalo para ponerlo en su regazo.

— Me duele, me duele— se quejó Zee entre sollozos — maldición, me duele.

— Natasitt — llamó con voz desesperada al omega que levantaba la silla de ruedas— en mi cuarto, en la mesa de noche hay un botiquín, tráelo ahora.

El omega obedeció y rápido encontró lo que buscaba para dárselo al halcón, Max sacó un jeringa con una ampolla, Nat lo ayudó a prepararlo para que finalmente Kornthas se lo inyectara a Zee en la cintura, era un calmante.

Así se pasó su mañana, cuidando de su hermano mayor, quién se levantó y a pesar de que le pidió que cancelara la cena, este se negó y ahora estaban aquí.

— Todo estará bien— se intentó alentar.

— Todo estará bien— se intentó alentar

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Yo sé que todo estará bien

My reason for life © ZeeNuNew Donde viven las historias. Descúbrelo ahora