NuNew Chawarin es el último cisne negro, el último en su especie, como lo es conocido los cisnes solo tienen una pareja para toda su vida y él desea encontrarlo pero su carrera como cantante no se lo permite.
Sus padres deciden que es mejor que él s...
Decir que hubo calma después de la escena es una completa mentira, la noticia de que la pareja del gran único cisne negro NuNew Chawarin Perdpiriyawong había despertado después de tal traumático accidente corrió voz a la velocidad de la luz y es que era lo más lógico que encontraron después del actuar del Omega al salir tan apresurado de la conferencia de prensa y aún más cuando se transformó en su bellísimo animal elegante.
Tanto Net y James tuvieron que salir a dar la cara por su hijo, quienes afirmaron la buena recuperación del alfa Zee Pruk Panich y como también pidieron tranquilidad a la pareja recién reunida.
Y es que NuNew se negaba a dejar solo a su futuro esposo y ahora más, Zee estaba desesperado por volver a caminar y fue así que comenzó su terapia luego de unas semanas aún estando en observación. Lloro cuando los terapeutas lo ayudaron a ponerse de pie y por fin pudo sentir estabilidad como ya no más el tortuoso dolor en su columna, la adrenalina le dió ánimos.
Por su parte NuNew celebraba cada avancé por más mínimo que fuera, no dejaba que Zee se deprimiera por nada en el mundo.
— Eso es todo por hoy señor Panich— finalizó el terapeuta encargado— hoy le darán de alta por lo tanto no se olvide de sus ejercicios y obviamente de venir puntual a sus citas, ha mejorado mucho, ya puede doblar sus piernas eso significa que pronto podrá levantarse por sí solo.
— Muchas gracias— hablo Zee acomodándose en su silla de ruedas— estaré puntual.
— Claro que lo estarás— interrumpió NuNew arropandolo— yo me encargaré de eso.
— Muy bien, joven NuNew quisiera darle algunos tips para que el joven Zee lo haga en casa— NuNew asintió y dejó un momento a Zee.
Zee aprovecho para mandarle un mensaje a su hermano y saber si lo que había pedido estaba listo fue entonces que recibió una afirmación por parte de Max.
— ¿Qué haces sonriendo tan lindo?— preguntó NuNew, Zee bajo el celular y miró a su pareja, el Omega se le acercó para darle un beso en la mejilla.
Fue entonces que Zee sintió el dulce aroma de su Omega contra sus fosas nasales, tratando de seducirlo pues el celo de NuNew estaba muy cerca.
— No me provoques— gruñó queriendo morder la piel ajena.
— ¿Y qué si lo hago?— NuNew le mordió la oreja suavemente y se alejó con una enorme sonrisa.
Justo iban a seguir con su coqueteo ardiente hasta que Nat llegó.
— Hora de irse de este terrible lugar— canto emocionado el tigre, Max no tardó en llegar detrás de él.
Alistaron todo para poder salir del hospital, ayudando a Zee con cuidado llegaron al departamento, quién se sintió libre al no ver más las paredes blancas.
Max se acercó a Zee dejando cuidadosamente una cajita entre sus manos, Max le susurró: felicidades, y se alejó.
— Nat vámonos— Max tomó al omega que estaba hablando con NuNew dejando a la pareja nuevamente sola, el tigre se fue quejándose hasta que su pareja hizo una señal y se calmó.
NuNew volteó a ver a Zee quien tenía las mejillas sonrojadas.
— Realmente este no es un buen lugar pero necesito hacerlo por qué me gustas mucho, estoy locamente enamorado de tí y yo...— NuNew miraba a su alfa como también lo que apretaba en su manos con tanta fuerza— no quiero perder más tiempo, te lo pedí sin tener lo necesario y ahora...— Zee estaba tan nervioso que sentía su lengua adormecida— eres tan hermoso y perfecto que... maldición sintió que me explotará el corazón.
NuNew se arrodilló para verlo y agarrarlo de las mejillas para besarlo profundamente, beso que dejó tonto al alfa.
— ¿Cásate conmigo?— murmuró Zee aún bajo el hechizo del beso mostrando los anillos de compromiso— por favor, te lo pido, cásate conmigo NuNew— suplicó el alfa con los ojos entrecerrados al sentir el aroma de su cisne negro, parecía estar drogandose.
El Omega tomó los anillos de la cajita.
— Aceptó mil veces casarme contigo— Zee le colocó el anillo y NuNew también lo hizo.
Sus aromas invadieron todo el lugar, el celo de ambos había llegado.
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