NuNew Chawarin es el último cisne negro, el último en su especie, como lo es conocido los cisnes solo tienen una pareja para toda su vida y él desea encontrarlo pero su carrera como cantante no se lo permite.
Sus padres deciden que es mejor que él s...
Mientras que una pareja trataba de sobrevivir para estar juntos había otra que luchaba para mantenerse lejos o eso creía. Yim miró al hombre desnudo a su lado, por más que lo amará este no lo quería, para Tutor solo era su juguete, un juguete que buscaba cuando estaba aburrido o cuando su muñeca favorita no estaba disponible. Pero no importa, sabía que estaba mal esa clase de amor pero le dolía más si no veía al alfa.
Se levantó con la sábana de seda tapando su delicado cuerpo para tomar la copa de vino. Al parecer Tutor estaba amargado por ser rechazado una vez más por NuNew que lo llamó, cosa que lo sorprendió, siempre era él quien suplicaba por la atención del alfa.
Entonces recordó al alfa discapacitado que vio en su viaje, aquella información decidió guardarse la para si mismo, la imagen de la pareja feliz y amorosa estaba tatuada en su memoria, sonrió triste.
— Yo también merezco ser feliz— murmuró entre lágrimas.
Dejó la copa de vino y tomó su ropa para cambiarse en el proceso Tutor fue despertando, el alfa lo miró sin decir nada ahí acostado.
— Adiós— le dijo suavemente Yim agarrando las llaves de su auto saliendo del cuarto rápidamente para no provocar molestia a Tutor.
Pero justo cuando iba cruzar la puerta principal fue agarrado del antebrazo derecho con fuerza y apoyado contra la pared de un golpe para que al segundo su boca fuera invadida por una carne suave y traviesa.
— No te he dado permiso para que te vayas aún— hablo Tutor quién tenía una bata encima, al minuto fue desabrochando los pantalones ajenos introduciendo su mano para estimular al Omega.
— Te-tengo trabajó...¡ah!— Yim pidió piedad con los ojos llorosos.
Tutor lo ignoró y le cubrió la boca con su mano cuando le abrió la camisa negra, mordiendo la piel con hambre, llegando al abdomen dónde Tutor no pudo evitar arquear su espalda.
— He pensado en tal vez darte una pequeña oportunidad— murmuró Tutor burlón, el corazón de Yim paró unos micro segundos de la impresión— pero debes obedecerme, no te quejarás de nada, por ahora será un secreto entre tu y yo.
Yim asintió.
— Muy bien— dijo simple Tutor soltandolo— puedes irte, te llamaré más tarde.
Y se fue dejándolo hecho un desastre en la entrada.
¿Era un sueño?, se preguntó el Omega arreglándose para salir de aquella casa y subir a su automóvil.
Se prometió que haría lo posible para enamorar a su alfa.
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