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Capítulo 3.

La primera semana de vacaciones fue increíble. Mamá y yo salíamos todas las tardes para conocer los alrededores, tomamos varios autobuses para que pudiera ubicarme mejor en la zona. Mientras estábamos en casa la ayudaba a limpiar y juntos movimos los muebles de lugar, la notaba un poco más animada pues en los primeros días parecía extrañar mucho China.

La gente aquí era más amable y amigable, incluso una vecina ya platicaba con mamá cada que se la encontraba, me alegraba que ella sea la primera en hacer amigos, pues en nuestra otra casa nunca la vi platicar con las vecinas.
Desafortunadamente por aquí no había muchos chicos de mi edad, la mayoría eran; o más chicos que yo o más grandes. Y para ser sincero, eso no era un problema, estaba seguro que en cuanto entrara de vacaciones tendría amigos finalmente.

Unos días después, el instituto llamó a mi madre, diciendo que debíamos acudir a la escuela para terminar mi registro y conocer las instalaciones.

Eso definitivamente me puso nervioso y ansioso en partes iguales.

— Mamá date prisa, llegaremos tarde

— Tranquilo, cielo. Estamos a buen tiempo

— Si llegamos tarde tal vez ya no me dejen recorrer todo el instituto

— Ya, ya, vamos, sé que estás muy ansioso

Salimos de la casa y caminamos a la parada de autobuses, mamá sacó su celular para guiarse con el y llegar bien.
Para mí buena suerte, el instituto estaba a unos veinte minutos en autobús aproximadamente, y luego solo teníamos que caminar un par de calles más.

Cuando finalmente ya estábamos frente al instituto, de verdad que era todavía más grande que en las fotos, mi corazón comenzó a latir como loco debido a la emoción.
Mamá le dijo algunas palabras al guardia y este nos dejó pasar.
Había jardines por todos lados, ni un rastro de basura o suciedad y estábamos rodeados de los grandes edificios donde se encontraban las aulas.
Cruzamos todo el patio e ingresamos a uno de los edificios, subimos escaleras y finalmente llegamos a un cubículo donde seguramente estaba el Director.
Mi madre dió dos toques a la puerta y de inmediato un hombre de aproximadamente unos cuarenta años nos recibió.

— Muy buenas tardes, ¿es usted la señora Na?

— Buenas tardes, sí

— Adelante pasen

La oficina olía a desinfectante y todo estaba en perfecto orden. El hombre sacó varios papeles de unos gabinetes.

— Solo es necesario que firme estos documentos, aquí viene la información sobre el seguro de estudiante

— Sí muchas gracias —mi madre hablaba un poco nerviosa, pero era de esperarse.

—¿Usted será la única tutora?

— Así es

— Bien, entonces ponga los datos de su hijo, los suyos y firme al final

El hombre dirigió su mirada hacia mi.

— Na Jaemin, tienes que leer el reglamento y luego firmarlo

— Claro —tome la hoja que me fue entregada y la leí con detenimiento. Debo estar bien enterado de lo que puedo y no puedo hacer en mi nuevo instituto.

— Dime, Jaemin, ¿qué te parece la institución? —el director me cuestionó luego de que le devolviera la hoja del reglamento.

— ¡Es enorme!

— Espero te adaptes pronto a este nuevo instituto y a Corea

— Gracias, me esforzarme en todo

— Tus calificaciones en tu escuela anterior demuestran tu esfuerzo

— Me gusta estudiar mucho —dije un poco tímido.

— Un alumno de excelencia ingresa a mi instituto, eso me agrada. Si llegas a tener algún problema con un docente, no dudes en venir a buscarme y hablarlo.

— Gracias de nuevo —hice una pequeña reverencia demostrado mi educación—
  ¿Cuándo podré recorrer el instituto?

— Oh, sobre eso, tenía planeado que lo hicieras hoy mismo pero están dando mantenimiento a varios edificios y algunas zonas. No podrás hacerlo hasta que te presentes a clases

Eso me decepcionó, de verdad tenía muchas ganas de recorrer la escuela.

— Está bien, puedo esperar

— Bueno ya que estás aquí, déjame hacerte entrega de tus uniformes

— ¿Uniformes? —miré a mamá confundido, sí sabía que llevaban un uniforme pero, ¿como me los darían sin saber mi talla?

— Me llamaron a mi para consultar tus medidas, cielo

Ahh, eso tenía sentido. El director de la escuela volvió con dos bolsas con mis uniformes. Eran tan elegantes, evidenciando que asistiría a una escuela prestigiosa.

— Toma, Jaemin. Si encuentras algún detalle en ellos avisanos de inmediato para resolverlo

— ¡Por supuesto!

— Bien, entonces eso sería todo por hoy. Jaemin podrá incorporarse el día Lunes —señalo con su dedo en la hoja que le había entregado a mi madre—. Aquí aparece el edificio y el número de clase. No será un problema identificarlo, todos los edificios están marcados en la parte superior

— Muchas gracias, profesor

— No sé preocupe señora Na, estoy a sus órdenes por cualquier cosa

Mi madre y yo salimos de la dirección para dirigirnos a la entrada nuevamente. Mi vista viajo de un lado a otro observando todo a mi alrededor.
Estaba a tan solo tres días de asistir con un montón de chicos y chicas, eso me ponía sumamente nervioso.

Además, estaba seguro que el uniforme se me vería muy bien, era elegante y estaba hecho a mi medida. El primer día debí tomarme muchas fotos para mostrárselas a Ren y Lele, estoy seguro que también les va a encantar mi nuevo uniforme, porque para ser sincero el uniforme que llevaba en China no era para nada lindo, realmente no me gustaba y me acaloraba demasiado.

Una vez que volvimos a casa, subí corriendo para colgar mis uniformes en un lugar donde pudiese observarlos de aquí hasta que entre. Todavía no podía creer que finalmente esto estaba pasando.

Cuando mi padre volvió a casa por la noche, lo primero que hice fue contarle como se veía el instituto por dentro y le mostré mis uniformes, papá solo se reía de mi porque parecía un niño pequeño con juguete nuevo.
Pero es que mi felicidad esta que se desborda, también espero que todos mis compañeros sean sociables y se acerquen a hablarme justo como la vecina, que en pocos días ya platicaba más de lo normal con mi madre.