La clase para perdedores

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Pasaron 3 días en que los alumnos de la clase 1-A no asistieron a la academia.
Era obvio que después de los sucesos que tuvieron lugar en la USJ, los alumnos sufrieron un posible trauma.

No posible, lo tenían. Miraron a su profesor Aizawa ser casi masacrado por un mutante de cerebro expuesto y añadiendo que también unos villanos se lograron meter en la U.A para atacarlos.

Cuando regresaron a sus clases, (supuestamente normales), todos se preguntaban por la salud de su profesor tutor. Apenas mencionarlo, provocó que aquel hombre ingresará al aula envuelto en demasiadas vendas.

–Parece una momia– fue el comentario que Ashido y Kaminari dijeron al ver a su sensei.

El hombre momia decidió pasar por alto ese comentario.

–¿Es seguro y aceptado que usted venga así profesor?– está vez fue el turno de Iida de realizar una pregunta.

–Estoy en perfectas condiciones, no sé preocupen. Solo vengo a realizar un anuncio antes de que empiecen todas sus clases.– todos guardaron silencio para escucharlo –Después de una larga reunión, se decidió realizar como todos los años el festival deportivo–

Los alumnos más energéticos festejaron, mientras que otros dudaban sobre si era óptimo dejar que se realizará aquél festival después de todo lo que sucedió.

–Si, se realizará. Hemos pedido ayuda de unos héroes para aumentar la vigilancia durante ese evento. Así que será dentro de 2 semanas o semana y media.– comentó incluso más cansado que lo habitual. –Asi que al finalizar las clases pueden usar una de nuestras instalaciones para entrenar– dicho ésto, se retiro.

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Estaban finalizando la primera semana.

Todos los alumnos de heroísmo practicaban con entusiasmo. Después de una declaración de guerra por los otros cursos, les dió la motivación de querer demostrar de que están hechos.

–Emm ¿Alguien a visto a Ochako y Todoroki?– pregunto Mina

–¡No me importa ese grupo de extras!– grito un rubio cenizo.

Y así finalizó una muy corta conversación.

Mientras con el curso de Ethereum, los alumnos miraban a su profesor. Hace días habían practicado su velocidad, una hora sin usar koseis y otra usando sus dones.

–¿Hoy que haremos Ethereum sensei?– preguntó Hagakure.

Midoriya los miro –Bien, eh notado que tanto Ochako cómo Shoto tienen ventaja con su don en carrera de velocidad pero Hitoshi es quien más tiene ventaja en velocidad sin ventaja. Monoma y Hagakure, no deben quedarse atrás– ante eso los alumnos asintieron.

–Lo sabemos sensei, le pedimos perdón por hacerle perder su tiempo– el rubio y la chica invisible se disculpaban.

–No es por mi, háganlo por ustedes. Le pedí a Cementos que realizará una estructura parecida a un túnel y con obstáculos en su interior. Deben de pasar esos obstáculos, pueden usar sus poderes o cualquier otro recurso que esté a su alcancé– los jóvenes asintieron. –Empecemos– tenía un cronómetro en su mano izquierda y en la otra un botón para indicar que iniciarán con un sonido característico.

Una vez que escucharon la señal, los del curso de Análisis en batalla (para acortar el nombre de su curso) iniciaron la carrera. Ciertamente había bloques no tan gruesos ni tan delgados de cemento, tal parecía que simulaban la presencia de otro concursante que bloqueaba el paso.

Obviamente Ochako y Todoroki tomaron ventaja, pero los otros 3 chicos que venían después se quedaban rezagados. Si pudieran tener un quirk de velocidad, usarían las paredes como camino y así evitar a los bloques. Pero no lo tenían.

Se llevaron otros 2 días en lo que resolvían ese "acertijo".

La mejor y asegurada opción que eligieron fue hacer equipo con los dos más sobresalientes. Hagakure colgándose de Todoroki, Monoma copiando el quirk de Ochako y quitando la gravedad de Shinsou para ambos ir por el techo.
Una vez afuera del túnel, libero la gravedad y así lograron ponerle una sonrisa en el rostro a su profesor peliverde.

Izuku estaba orgulloso de sus chicos pero aún le quedaban otros 3 días para el gran evento.
Aprovecho esos días para enseñarles combate cuerpo a cuerpo. Sus "técnicas especiales" y movimientos básicos. Demasiado básicos, pero eran movimientos que en algún momento les serviría.

Un día antes les dió descanso, era vital para su cuerpo que tuvieran un día de calma y tranquilidad para no provocar un daño muscular.

Shoto se quedó un poco más con su profesor, quería hablar con el pero dudaba en si sería escuchado o no.

Ethereum lo escucho.

Cuando sus compañeros se fueron y Midoriya le pregunto si le pasaba algo.

Shoto se quebró.

El de cabello bicolor le contó lo que pasó con su madre, la razón de su cicatriz y el por qué rechaza tanto el poder de su padre.

–Pero usted nos está enseñando unas cosas que mi padre no me mostraba. El ayudar a un compañero y formar una alianza, el no depender de mi quirk– en medio de sus palabras sus ojos comenzaron a acuarse –Sensei, ¿Realmente soy suficiente? En un principio solo opte por este curso para molestar al viejo pero... Me agrada estar aquí, los 4 se llevan bien y soy el único que los ve o veía como inferiores.– tallo sus ojos –Se que es muy poco tiempo para sentirme así, que patético me eh de ver ante sus ojos, sensei– a su mente le llegó el recuerdo de como Endeavor lo golpeaba y le repetía lo débil que era.

Lo débil y patético que se veía, mientras lloraba como un niño. Por qué era tan solo un niño cuando eso sucedió.

El ojiesmeralda suspiro, tomo la cabeza de su alumno y se acercó a él.
–No eres patético, eres un humano con sentimientos. Es normal que te sientas así, no afecta en nada el tiempo que transcurra para que una persona se rompa y deje salir los sentimientos que a retenido– dió unas ligeras palmadas en el cabello del chico –No debiste crecer en un ambiente así, pero eres valiente por soportarlo. El don que tienes es tuyo, lo heredaste de tus padres pero quién lo controla eres tú.– el adolescente lo miró con atención –Tengo tantas teorías de como puedes usar tu hielo y tu fuego pero esperaré a que tú lo uses por voluntad propia. Alguien te tendrá contra las cuerdas y será necesario usarlo. Pero si antes aún no te sientes seguro de si quiera encender un cerillo, no te fuerces. Solo tu puedes decidir sobre el uso de éste y nadie más. Y sobre tus compañeros, estoy seguro de que ahora comprendes su valor y que puedes confiar en ellos– le dedicó una pequeña sonrisa.

En aquel día, Shoto Todoroki se permitió llorar frente a su profesor de curso. Había retenido tanto que cuando comenzó el atardecer, sus lágrimas dejaron de salir.

En aquel día, sucedió un nuevo inicio para el chico bicolor.