Capítulo 1: Gracias, pero no es para mi

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Todo comienza en un edificio al centro de Tokio, un día nublado y frio de otoño, las personas caminan alrededor del lugar sin preocupaciones, adentro de un edifico algo se está gestando, el nacimiento de una estrella, una estrella que podría iluminar el cielo, pero prefirió esconderse atrás de la luna y dedicarse a lo que ama.

-Después de tanto tiempo al fin estoy aquí, espero que todo salga bien, no quiero volver a cantar en el metro.

Mi mente se llena de dudas y preocupaciones, al fin alguien había respondido mis correos, una pequeña productora llamada "Strawberry Productions" me había contactado, solo tenía una oportunidad; mi guitarra y yo estábamos a punto de entrar a la industria del entretenimiento, que bonito suena y que aterrador se siente.

De repente mis pensamientos son interrumpidos por una voz, una voz aburrida, de alguien que solo cumple su trabajo.

-Señor bit, por favor pase el presidente lo espera en la oficina del fondo.

Mientras camino solo dudas aparecen en mi mente ¿El presidente? ¿Que no tiene a nadie específicamente para esto? ¿Soy tan importante? El pasillo parece ser infinito, en mi camino a la dichosa oficina solo escucho gritos, indicaciones y un montón de palabras sin sentido, algo normal para una empresa de idols.

De repente un hombre rubio un poco más alto que yo me abre la puerta y se presenta.

-Soy Ichigo Saito el presidente de "Strawberry Productions" pero de seguro eso ya lo sabes, entra y toma asiento, no tengo todo el día.

Me siento un poco intimidado, ese hombre no parece especialmente sorprendente, pero su vestimenta, su lenguaje corporal, su tono de voz, básicamente todo hace que le tenga cierto respeto aun sin conocerlo.

Mientras tomo asiento el señor Saito toma su celular y vuelve a hablarme, aun con su tono de voz soberbio demostrando que él es el que manda aquí.

-Bien bit, no suelo hacerles caso a los correos de gente aleatoria pidiendo trabajo, en especial a alguien tan viejo como tú, pero esa canción que adjuntaste realmente llamo mi atención, veo que traes tu guitarra como te pedí, vamos muéstrame un poco más de lo que puedes hacer.

Mientras asiento y preparo mi guitarra una parte de su enunciado empieza a brincar como resorte en mi cráneo. ¿Viejo? Pero solo tengo 22 años; no sabía que para la industria con esa edad ya eres considerado viejo, que raro... que desalentador.

Con mi voz hecha un nudo y mis manos apenas respondiéndome comienzo a tocar para él, había hecho esto tantas veces y para tantas personas que para mí era casi como peinarse, algo que puedes hacer mientras tu cerebro piensa cosas más interesantes; pero su mirada fría, el ambiente nublado que se lograba ver detrás de esas ventanas y mis propios temores hacen que casi olvide cuales son las notas musicales y como cantar sin desafinar cada dos palabras, a pesar de todo logro terminar mi canción, me siento satisfecho, si me rechaza al menos no será por mi falta de esfuerzo.

-Eso fue impresionante, yo no sé qué decir, eres un diamante en bruto.

Al escucharlo no puedo evitar sonreír con cierta picardía, realmente le gusto mi canción y por su expresión le gusto bastante.

-Bit serás un completo fenómeno, créeme con tu talento y mi conocimiento serás el mejor idol que jamás haya representado, ahora solo necesitamos firmar el contrato, empezare a llamar a los maquillistas y a los coreógrafos, esto se pondrá divertido.

Mientras el señor Saito habla, yo me paro frente a él y hago que mi voz suene en toda la habitación.

-Gracias por los cumplidos señor Saito es muy halagador de su parte, pero, a riesgo de que me eche a patadas de su productora ¿Leyó mi correo hasta el final? Yo solo vengo para trabajar como compositor y productor musical, nada más.

El señor Saito sale de su estado de felicidad y responde, aun con una sonrisa en su rostro.

-Claro que lo leí no soy idiota, pero es que al escucharte me di cuenta de la joya que tengo frente a mis ojos, no eres el más guapo o el más joven, pero tienes talento y carácter, muy sumiso y algo patético, pero carácter, créeme tu serás un idol exitoso, con mi ayuda tu serás el idol que todas las mujeres aman y que todos hombres envidian.

Me siento muy frustrado, es como si él no me escuchara y pensara que me está haciendo un favor, hablando y soñando despierto sobre mi supuesta grandeza, como el mismo lo dijo, estoy viejo para esto.

-Lo siento señor Saito yo no estoy interesado en volverme un idol aun así gracias por su tiempo y que tenga buen día.

Tomo mi guitarra y abro la puerta cuando de repente una mano me toma de mi camiseta, un agarre fuerte y contundente. Al voltear veo al señor Saito, a pesar de aun tener una sonrisa esta ahora parece forzada como si se diera cuenta de que cometió un error.

-Oye muchacho lamento haber actuado así, fue la emoción del momento, si quieres solo ser compositor y productor musical tengo un contrato listo para ser firmado, por favor no te vayas.

-De acuerdo señor, leeré su contrato solo suélteme.

Al instante el señor Saito me soltó y puso el contrato sobre el escritorio, mientras lo leía el solo estaba ahí, observándome, como si cuidara a un cachorro para que no se orine en la alfombra.

Al terminar de leer decido firmarlo, a pesar de la experiencia anterior esta será mi mejor y quizás única oportunidad para entrar en la industria, además hare dinero haciendo lo que amo, no muchas personas pueden presumir eso.

-De acuerdo, bienvenido al barco Bit empiezas mañana a primera hora no me gustan los impuntuales.

Noto como su actitud vuelve a ser dominante y algo prepotente, aun así, salgo de la oficina con una sonrisa, ahora mi vida solo puede ir a mejor, ahora puedo decir que mi arte me trae el alimento a casa y hablo de buen alimento no solo latas de atún y sopas instantáneas, al salir y caminar a mi departamento solo una pregunta viene a mi ¿Debería celebrar con ese Sake o lo guardo para otra ocasión?

El musico que no quiso cantar (Fanfic Oshi no Ko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora