El musico que no quiso cantar (Fanfic Oshi no Ko)

Capítulo 7: Una nueva responsabilidad

Meses habían pasado desde aquello, nadie estaba indiferente ante la situación, esa mañana en particular lo único que se escuchaba era la voz de Bit hablando por teléfono, intentando charlar con otro productor.

-Señor Okinawa me alegra que todo saliera bien, le dije que esa canción calzaba a la perfección con el anime- hable con entusiasmo esperando la respuesta desde el otro lado del teléfono.

-La verdad me agrado mucho, realmente Saito no mentía respecto a tu talento- dijo aquel hombre con una voz profesional y seria.

-Bueno ahora que acabamos con esto quizás podríamos ir a tomar algo algún día, digo todo su equipo me cayó bien y creo que debemos celebrar un poco.

-Oh lo siento Bit, no solemos hacer esas cosas. Aunque si quizás firmas ese contrato nosotros podríamos...

En ese momento el hombre solo pudo escuchar una frase antes de que el teléfono se colgara de pronto.

-No gracias, hasta pronto.

Apagué mi celular y empecé a caminar por mi oficina en círculos pensando en lo que acababa de escuchar; siempre era lo mismo, la gente no aceptaba salir y conocerme si no había algún interés de por medio; todos me veían como un robot que produce música en masa; suspiré antes de sentarme y seguir con lo mío. Cuando termine de componer una nueva canción mi celular sonó, era un mensaje de Ichigo, el cual quería que fuera a su casa, se trataba de Ai y sus niños.

Yo me sentí contento, desde hace unos meses no había podido verlos, el trabajo me había consumido por completo y al fin podía conocer a eso pequeños tontos; yo deje todo en su lugar antes de irme, sonreía más de lo habitual mientras caminaba, compre algunas cervezas para la ocasión y seguí mi camino hasta llegar a aquella casa.

Toque la puerta y una voz femenina que no pude reconocer me dijo que pasara, entre y ahí estaba Ichigo hablando y dando instrucciones de manera enérgica, a su lado una mujer joven que recordaba haber visto, aunque no podía decir quién era y al centro de la habitación estaba ella, Ai, con sus dos hijos en los brazos.

-Hola a todos, espero no interrumpir nada.

Dije mientras sonreía y me paraba atrás de sofá viendo a Ai y a sus pequeños desde arriba.

-Hola Bit me alegro que hayas venido, ven aquí quiero presentarte a mis hijos.

Ella sonrió demostrando una felicidad absoluta, mientras yo daba la vuelta y me agachaba para verlos de cerca.

-Esta es Aqua y este es Ruby, ¿No son preciosos? - Ai me hablo con orgullo mientras abrazaba a los bebes con el cariño que solo una madre puede dar.

-Ai, el niño es Aqua y la niña es Ruby, no al revés – Dijo Ichigo con cierta molestia mientras nos apuntaba con el dedo.

-Oh si mi error.

Ai rio un poco por su confusión, estaba claro que ella aún tenía mucho por recorrer para ser una buena madre. Yo solo le di una ligera caricia en su cabeza a cada uno mientras hablaba sin poder ocultar mi sonrisa.

-Hola niños, son realmente encantadores- La niña empezó a sonreír por mi caricia mientras que el niño solo me dio una mirada tímida y abrazaba con más fuerza a Ai.

Poco después Ichigo hablo mientras golpeaba su pizarra como un profesor molesto.

-Muy bonito, pero ahora tenemos que concentrarnos, Bit necesito explicarte cómo va a funcionar esto.

Yo saqué una cerveza de la bolsa de plástico y le respondí mientras me la bebía.

-Te escucho Ichigo.

El ajusto la voz y comenzó a dar su discurso.

-Bueno para empezar esos niños no pueden ser vistos en público con Ai y ella debe volver a sus actividades con B-Komachi lo antes posible por lo cual Miyako mi esposa se hará cargo de su cuidado- decía mientras señalaba a aquella mujer, ella solo mostraba una cara de resignación y nos veía con ojos muertos.

-Si te llegan a preguntar sobre ellos tu les dirás que son mis hijos nadie puede saber sobre su verdadera madre.

Yo baje mi cerveza y sin dejar de sonreír asentí en confirmación, todo parecía estar claro y en orden, pero antes de que Ichigo diera la orden para que todos nos fuéramos yo hable mientras le ofrecía una cerveza a él ysu mujer.

-Oye yo también puedo ayudar con su crianza, digo no se me hace justo que tu esposa tenga toda esa responsabilidad.

-¿Qué diablos dices? Tú no puedes distraerte con eso, te necesito completamente enfocado en tu música, B-Komachi está a punto de hacer su esperado regreso y no podemos descuidar ni el más mínimo detalle.

Yo solo seguía bebiendo y me senté al lado de Ai para seguir hablando.

-Por eso no te preocupes, ya tengo las canciones necesarias, además tu sabes como soy, creo que soy perfectamente capaz de seguir el ritmo.

Miyako interrumpió a Ichigo y parecía que le había quitado un peso de encima, mientras lo tomaba del brazo la vi sonreír por primera vez desde que llegué.

-Cariño si él se está ofreciendo estoy seguro que puede hacerlo, todo será más fácil con dos personas al cargo de los bebes; además no veo que Ai se niegue.

-Por supuesto que no me niego- Dijo Ai entusiasmada y mirándome con sus radiantes ojos.

-Si existe una persona en la que confió para algo tan importante ese es el señor Bit, creo que el hará un gran trabajo.

-Oye deja de decirme señor, no soy tan viejo- Respondí un poco molesto, mientras ella se reía y les hablaba a sus dos retoños.

-Lo ven niños el señor Bit no entiende los chistes.

El ambiente se relajó e Ichigo dejo su cerveza en la mesa enfrente de nosotros mientras sus ojos cruzaban miradas con todos en la habitación.

-De acuerdo, solo no quiero que lo uses como excusa para trabajar menos- Volvió a tomar la lata y la abrió antes de hablar– Despedite de tus hijos Ai, tenemos que irnos para hacer los preparativos para el regreso de B-komachi.

Ella deja a los dos niños en una cuna y se despidió de ellos con una gran sonrisa.

-Adiós niños, mami volverá pronto.

Cuando ambos salieron de la casa, Miyako y yo nos quedamos solos, los dos solo observando a los dos gemelos juguetear en su cuna.

-Bueno Miyako no sé tú, pero yo voy a pedir algo de comer y ver el partido aquí mismo, así vigilo a los niños.

-Muy bien, yo voy a estar en la otra habitación preparando algunas cosas, habla si me necesitas.

Mientras ella se iba solo podía escuchar a los dos niños balbuceando mientras buscaba el control remoto, parece que ahora soy más que un músico, soy una jodida niñera... y estoy feliz con eso.