Blood runs thicker than water (James Sirius X Tu)

Cap. 9

Narrador Omnisciente:

Hermione se quedo sentada en las gradas mientras los demás montaban sus escobas, Astrid fue la que subió más rápido seguida de James, habían hecho aquello un millón de veces con sus padres pero esta vez al voltear la imagen que tenían era diferente, todos comenzaron a buscar la snitch.

La rubia iba delante de Harry, tuvo que respirar hondo para no soltar su típica burla, se sentía raro estar así y no oír como el la impulsaba a ir más rápido, porque ese azabache que quería con todas sus fuerzas ganarle no era el adulto que ella consideraba su tío, el que la amaba.

Si le preguntabas al elegido porque apreciaba tanto a la Malfoy probablemente no sabría contestar, sabía en que momento paso, cuando vio a su primer hijo de apenas unas horas abrazado a la otra bebe como si su vida dependiera de ello, ahí decidió que iba a cuidar a esa niña tanto como lo haría con James, quizás lo hacía porque sabía que su primogénito la quería más que a nada en el mundo pero en opinion de todos los demás, quería remendar como había juzgado a Draco durante años con sus hijos, además de que se sentía culpable y creía era el único que podía entenderla realmente.

La snitch que ahora trataban de atrapar el se la había dado, tenía apenas dos años casi tres, el ambiente que había en toda la Malfoy Manor era de tensión total, los adultos iban caminando de un lado a otro preocupados pensando que podían hacer y principalmente tratando de calmar a Draco el que estaba a punto de tener una crisis.

Scorpius acababa de nacer hacia unos dias, el estaba bien siendo un bebé completamente sano a diferencia de él, Astoria no se encontraba bien y a pesar de la insistencia de todos no queria quedarse en San Mungo, quería estar en su casa con su familia.

Ginny miraba a los menores preocupada de lo seria que se encontraba una ojigris, no era común que estuvieran sentados tan tranquilos, no era propio de su hijo y su mejor amiga estar tan serios, los miraba con pena sabiendo que ellos perfectamente sentían que algo no estaba bien, la pelirroja le dio un golpe a su esposo para que fuera a hacer algo.

Harry trago saliva, Astrid tenía 3 años y su hermanito acababa de nacer, nada podía ocurrirle a su madre, la mirada de la mujer que amaba le decía que el conocía ese sentimiento, que evitará a toda costa que ella lo sufriera, el mayor le explicó su idea para calmar el ambiente haciendo que la mujer asistiera resignada.

Toda la tercera generación había aprendido a andar en escoba quizá incluso antes de aprender a caminar, a pesar de que algunas de sus madres consideraban que era peligroso sus padres habían tomado el asunto en sus manos, rebuscando entre las cosas encontró una snitch bastante especial para el haciéndolo sonreír.

Tomo a Teddy del hombro explicándole lo que quería hacer causando que el peliazul sonreirá emocionado yendo por sus hermanos, el quiddicth era más complejo que solo volar por lo que los menores nunca lo habían intentado, ya en el patio les explico que sería lo que pensaban intentar, para su sorpresa Astrid al igual que el tenia una habilidad para saber controlar su escoba, era una bastante chiquita lo que hacía que el aire la moviera pero ella parecía saber como mover su cuerpo de manera natural para ir más rápido y a donde ella quería.

Consiguió tomar la snitch mientras en su escoba Harry le aplaudía y la halagaba diciendo que podía llegar a ser mejor buscadora que el algún dia, Draco salió al oír todo el ruido que había en su patio siendo recibido por su princesa que emocionada le mostraba la snitch que había atrapado el le sonrió acariciando su pelo, ella se veía muy feliz por primera vez en dias, le agradeció con la mirada al azabache mientras veía como el par de niños observaban el objeto con admiración, dejaron que lo conservarán por lo que Astrid se lo regalo a James.

Su mejor amigo estaba casi seguro de que lo que la rubia más adoraba era el quiddicth, ella sonreía con los ojos iluminados, el siempre había deseado que ella lo llegara a querer mínimo la mitad de lo que hacía al deporte, la ojigris se sentía libre al buscar las snitch, era de esos pocos momentos donde nada importaba y donde a nadie que la veía le importaba su familia, su cicatriz en el brazo, nada solo hacia que ella era buena por sus propios méritos.

La Malfoy noto que Potter iba a llegar antes que ella así que decidió que eso no pasaría, haciendo equilibrio se paro en su escoba, James vio esa sonrisa que sabía perfectamente que significaba, segundos después de que el asintiera con la cabeza ella salto alcanzando la pequeña pelotita en su mano, dejó la escoba atrás y no lucia preocupada al contrario, solo se dejó caer.

El padre de la chica entró en pánico y fue lo más rápido que pudo mientras los demás gritaban, aunque el ojimiel había sido el primero en reaccionar, se lanzó en picada por su snitch y la tomó de las manos, la jalo para que ella pudiera subirse a su escoba comenzando a dar una vuelta al campo lo más rápido que podían, el par gritaba y se reía de la situación mientras los otros trataban de calmarse de la adrenalina que les había dado casi verla estrellarse en el piso.

Hermione que había bajado corriendo las gradas vio mejor a la pareja que aun daba vueltas, Astrid se recargaba en el pecho del contrario mientras seguían riendo y este tenia sus manos en su cintura sin pena alguna, lo que hicieron era algo que solo se podía hacer bien y con tanta calma si conocías perfectamente a la otra persona, el más alto se puso a dejarle besos en la cabeza y el cuello a la chica mientras le decía en susurrós lo asombrosa que era, ella le agradecía por haberla atrapado pero los dos sabían que el siempre lo haría.

Decir que se conocían era poco para los dos, Astoria solía decir que el que pasaran tanto tiempo juntos, abrazados más bien dicho, quizá era lo que había causado que al crecer pareciera que sus cuerpos se amoldaban exactamente al del otro, como si estuvieran hechos para estar unidos por toda la vida, lo estaban, al menos eso les gustaba creer, se bajaron de la escoba viendo lo mucho que esta temblaba por sus risas.

Se tiraron al piso sosteniendo su estómago, sus padres habían dejado de preocuparse por sus trucos hacia años así que el volver a verlos con esa preocupación era lo divertido, ellos llegaron a su lado reclamando que no había sido divertido mientras trataban de recuperar la respiracion.

Ron todavía algo nervioso les pregunto si ya habían hecho eso antes, los dos asintieron limpiándose el pasto de su ropa, esa vez debían de admitir que si se ganaron el regaño.

_Estabamos aburridos en el ministerio porque nos llevaron con ustedes y nosotros queríamos jugar con los regalos de nuestro cumpleaños, esa vez si fue un accidente pero no se siente tan horrible cuando lo haces aproposito_ afirmó segura Astrid mientras se acomodaba el cabello, la palabra nuestro hizo a James suspirar, no podían mentir todo el tiempo, ya estaba un poco harto de hacerlo si debía de ser honesto.

_Nacimos el mismo día, así que compartimos cumpleaños justo una semana antes del memorial a los caídos de la guerra_ explico haciendo que la castaña mencionara que era mucha coincidencia, los de 16 alzaron los hombros diciendo que lo sabían y que era cosa del universo, realmente no sabían la razón, nunca se lo habían preguntado y no les interesaba, solo sabían que así era y que eran felices por ello.

En su opinión era una de las pruebas de que eran almas gemelas, no querían que algo lo contradijera, era ese pequeño consuelo de que siempre estarían juntos sin importar que otra cosa pasara ellos estarían juntos de una forma u otra, que nadie más tendría lo que ellos tendrían porque eso era único, ¿verdad?.

El grito del nombre de Potter saco a todos de las dudas que tenían, la pelirroja apareció haciendo sonreír a Harry por ver a la novia de su hijo, sin embargo este no parecía interesado en ella, más en las mueca de la Malfoy y como se cruzaba de brazos, todo su humor se fue rápidamente denotando que aquella otra chica no le agradaba, ahora si todo se sentía correcto para los de la segunda generación.

_¿Se puede saber que hacen ustedes dos solos a estas horas?_ interrogó en un claro tono celoso haciendo que rodarán los ojos, el par aclaro que no estaban solos pero no explicaron quienes estaban con ellos, Lena comenzó a reclamar a su novio si es que no confiaba en ella, la rubia tuvo muchas ganas de decirle que no pero solo suspiro diciendo que era algo de la directora.

_Claro porque Mcgonagall te ama, miss perfecta, bájate de tu nube, tus privilegios son por miedo_ afirmó segura haciendo enojar a la ojigris, se río entre dientes para después ponerse a su lado y afirmar que su relación era por conveniencia, antes de que la Williams pudiera reclamar la contraria se le acerco aún mas, estaba realmente harta de ella.

_Tu eres la que tiene que bajar al piso, no eres más que yo, mucho menos para el, solo recuerda que yo llegue primero y me iré después, yo fui la primera y eso no me lo podrás quitar nunca_ le aclaro para por fin irse con una sonrisa triunfante dejándola totalmente enojada mientras James se ponía como un tomate por haber oído la conversación.