3 / Desire - Meg Myers

2.8K 126 14
                                    

____.

Escuchaba con atención al señor Gallagher, quien se encontraba feliz por hacer negocios junto a mí. Sonreí antes sus palabras de agradecimiento y con discreción fui bajando la mirada a sus labios, a esos que tanto deseaba probar...

Lamí mi labio inferior y seguí con la plática. Para ser honesta llevaba tiempo sintiéndome atraída por él, ¿y cómo no hacerlo? Si aquel hombre era sumamente atractivo, tanto, que no sólo a mí me tenía tonteando por él, sino a toda mujer que se le cruzaba en su camino.

Aidan Gallagher era el prototipo de chico perfecto; guapo, alto, delgado, de ojos verdes y sonrisa encantadora, la cual te hacía perder en ella.

- Lo veo estresado señor Gallagher. - Mencioné cambiando un poco el tema.

- Lo estoy, en estos últimos días hemos tenido problemas con otro socio. - Murmuró, haciendo un ligera mueca en sus labios.

Tomé la copa que se encontraba sobre el escritorio y le di un pequeño trago al vino que contenía. Bajé la mirada a sus labios una vez más. Quería sentirlo, tener sus labios sobre los míos y besarlo hasta rozar mi lengua con la suya.

Suspiré.

Me acerqué lentamente a él, y sin pensarlo estampé mis labios contra los suyos. Cerré los ojos y moví la boca, siendo seguida por él, quien dirigió sus manos a mi cintura, la acarició con sensualidad y delicadeza, haciéndome erizar la piel al instante.

Me separé de su rostro y con sus dedos acarició mis mejillas, para volver a besarme, pero esta vez con más intensidad y pasión. Adentre mi lengua a su cavidad bucal y jadee sobre sus labios, pues sus manos se deslizaron hasta llegar por debajo de la falda que traía puesta.

Me separé de nuevo y fui dejando besos húmedos por su mandíbula y cuello, al mismo tiempo que mis manos se escabullían hacia los botones de su camisa negra. Bajé por su torso y un suspiro pesado salió de sus labios.

Me arrodille frente a él, quedando exactamente a la altura de su entrepierna. Desate su cinto y bajé la cremallera de su pantalón, dejándolo solo en bóxer. Alcé la mirada y le di una sonrisa traviesa, le bajé el bóxer y por fin pude ver su miembro grande y erecto frente a mis ojos.

Abrí la boca y envolví mis labios sobre su miembro, dándole el placer que necesitaba. Gruñó por lo bajo al deslizar la lengua por la punta de su falo, probando así su líquido preseminal.

- Tómalo con las manos y sigue. - Ordenó, sujetando mi cabello en coleta mal hecha.

Hice caso omiso.

Subí y bajé la mano al mismo tiempo que chupaba y lamía sin parar. Respiré con dificultad cuando metió todo su miembro a mi boca, incluso di una gran arcada que me dejó sin aliento.

Los minutos pasaron y logré hacerlo correr sobre mi boca, soltando un gran gruñido que perfectamente pude escuchar.

Me levanté del suelo e hice que se sentara sobre la silla que estaba cerca de nosotros. Me subí a horcajadas en su regazo y empecé a moverme lentamente sobre su miembro.

- ¿Quieres que pare? - Le pregunté chupando y mordisqueando su cuello mientras él se dedicaba a deslizar sus dedos desde mi cintura, hasta los tirantes de la blusa blanca.

- No, ni siquiera te dejaré parar. - Musitó, bajando los tirantes lentamente.

Mis senos quedaron descubiertos y no perdió el momento para empezar a masajearlos a su antojo. Gemí por lo bajo, pues sus dedos pellizcaron mis pezones con algo de fuerza.

Me separé de su cuello, me levanté un poco de su regazo y recorrí las bragas a un lado.

- Mírame a los ojos. - Masculló, sujetando con fuerza mi mentón.

Lo miré a los ojos y alinee su glande en mi húmeda entrada. Tomé aire y bajé lentamente, sintiendo como mis pliegues se acoplaban a su gran tamaño.

- Te deseo como no tienes una idea. - Susurré, soltando un suspiro pesado.

Tener todo dentro de mí era como sentirme en la gloria.

Pasé la manos a sus hombros y me moví lentamente sobre él, provocando que entre abriera sus labios. Cerré los ojos y dejé que el placer me inundara.

El deseo por Aidan era tan grande que no dejé de subir y bajar con fuerza. Su miembro se sentía muy bien, era grande, grueso y caliente, simplemente me llenaba más de lo que pedía.

- ¿Desde cuándo lo haces? - Preguntó referente a lo que dije segundos antes.

- Desde que te conoz... ¡Ah! - Grité cuando empezó a moverse debajo de mí.

Sus movimientos eran rápidos y duros, tanto que podía sentir como entraba hasta el fondo, provocando que una oleada de calor recorriera cada parte de mi cuerpo, ocasionando que gimiera sobre sus labios.

- Shhh, no podemos hacer mucho ruido, linda. - Murmuró para luego juntar sus labios a los míos, callando así mis gemidos altos.

Me separé de su boca y recargue la cabeza en su hombro, el cual mordisqué cuando el orgasmo me invadió con una fuerza inimaginable. Segundos después él también acabó.

Tranquilicé mi respiración y cerré los ojos, sintiendo sus caricias en mis muslos internos. Su respiración al contrario de la mía era más calmada, aunque podía sentir la ligera capa de sudor de su cuerpo, mezclarse junto a la mía.

- Vamos, acomodate la ropa y vayamos a mi casa. - Susurró sobre mi oído con aquella voz ronca que tanto amaba. - Deseo tenerte en diferentes posiciones. - Volvió a hablar y mordió él lóbulo de mi oreja, provocando que el calor me invadiera nuevamente.





















Pedido anónimo 💗

Solo vengo a decir que ya no hay pedidos abiertos, gracias 😺

One Songs | Aidan Gallagher +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora