12

3K 200 74
                                    

Daniel Homie
¡ESTÁS CON JENNA EN TU CUARTO!

Andrea V

Serías de mucha ayuda si compras algo de comer para ambas, pero no puedes quedarte.

Daniel Homie

Uh. Pensé que estaría invitado.

Andrea V
Para la próxima te lo prometo. ¿Puedes hacer eso por mí? Te acabo de transferir el dinero.

Daniel Homie
SISISI puedo, pero, ¿Por qué no pides un delivery y ya?

Andrea V
Larga historia, POR FAVOR, ya casi sale del baño.

Daniel Homie
¡SE ESTÁ BAÑANDO EN TU BAÑO!

Andrea V
NO ES LO QUE PIENSAS.

Daniel Homie
POR ESO TIENEN TANTA HAMBRE 💀

Está bien, en media hora o algo más estoy ahí, pero que quede claro. Compraré comida para mí también con tu dinero. Me lo merezco.

Dejé el celular sobre la mesa de noche. Era mucho más seguro que alguien de confianza nos trajera algo de comer, realmente yo no sabía si a ella le molestara que la vieran ahí conmigo.

O a su equipo.

Divagando un poco, pensé ¿Le molestará? No creía, además, yo misma había sido la de la idea de cubrirla de pies a cabeza para entrar al edificio.

¿Estaba siendo paranoica? Probablemente.

La puerta del baño se abrió, dejandola ver vistiendo un jogger gris y una de las camisas de la universidad que no usaba. Le había preparado ropa cómoda al momento que aceptó quedarse, ya todo estaba guardado en cajas, desde mi equipo de trabajo, hasta mis libros, pequeños juguetes de colección que adornaban mi escritorio, y toda mi ropa ya estaba en mi maleta.

Tampoco era una persona con muchas pertenencias. Sólo faltaban las sábanas que cubrían mi cama.

Jenna había sido de gran ayuda la verdad, parecía estar acostumbrado a empacar seguido. Además, era muy cuidadosa con cada mínima cosa, era perfeccionista en todos los sentidos. Sin ella probablemente aún estaría con todo hecho un desastre, parecía sentirse cómoda ayudándome en todo el proceso.

Se había sentado conmigo, habiamos destapado otro par de cervezas, me contó sobre los pequeños regalos que le hacían sus seguidores, de esa camisa de la selección de Brasil con su nombre y del álbum de fotos y cartas, ya era algo común para nosotras conversar todo el tiempo, y no recordaba sentirme tan cómoda hablando con alguien.

tenía poco más de un año sin estar en una relación, mi anterior novia un día simplemente decidió que lo mejor para ambas era dejar las cosas hasta ahí, pero la relación se había vuelto tan monótona y simple, que no pensamos en lo que dolería sino en lo que era más sano.

Quizás fue la costumbre que nos hizo pasar tanto tiempo juntas sin sentir nada. A pesar de eso, costó adaptarse nuevamente a la individualidad.

Lo peor es que al principio me desvivía de tal manera por ella que llegué a escribirle tantas canciones y poemas que jamás verán la luz. Hice tanto por alguien, que ahora me parecía estúpido.

Souvenir • Jenna OrtegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora