Diría que correr es mi fuerte, pero estaría siendo una gran mentirosa y odio mentir.
Cuando estaba por alcanzar a Andrea y cobrar mi venganza mis piernas me fallaron y sentía mi rostro enrojecido por el cansancio, estaba segura de que si me pasaban un espejo y me viera pensaría que me veo como Misaki cuando Usui le dice algo*.
Luego de descansar por un tiempo mis manos en mis rodillas y respirar pesadamente levanto la vista y con la mirada busco a Andrea, me esta observando desde el marco de la puerta con un sonrisa.
Maldito idiota.
Una vez recuperada comienzo a correr de nuevo tras él, esta vez no se me va a escapar. El sol a comenzado a salir lo que hace que mi calor aumente y nuevamente cuando estaba por alcanzarlo él fue más rápido y salió por la puerta que daba a la calle.
Tomando una respiración profunda salí tras él, estaba a solo unos pasos de mi y una sonrisa malvada se planto en mi rostro cuando se me ocurrió cierta idea. Tomando impulso doy un salto digna de una gimnasta olímpica y caigo al césped junto con los pantalones de Andrea.
Sip, le eh bajado los pantalones y en medio de la calle.
Se escuchan silbidos de una chicas escolares que pasan en un autobús y unos gritos y risas burlonas de algunos chicos.
Las carcajadas brotan de mis labios antes de que me diera cuenta, tirándome de espaldas al césped agarro mi barriga entre mis manos sin parar de reír.
Eso estuvo bueno.
Luego de un tiempo, sin dejar de reír, me siento en el césped y miro a Andrea mientras me limpio una lagrima. Él me mira con los brazos cruzados y afortunadamente tiene sus pantalones puesto.
La imagen de los rostros de los escolares vuelven a mi mente y se me hace imposible no reír nuevamente.
-¿Te parece chistoso? - Su voz suena amargada, seria.
Asiento sin dejar de reír.
No me puedo calmar, eso a sido demasiado.
Un poco más y juro que me voy a ahogar con mi risa. Así que tomando una respiración profunda, trato de calmarme. Lo consigo, aunque no del todo. Pequeñas risitas siguen saliendo de mis labios en cuanto miro su expresión serio.
-Mírale el lado positivo Andrea - digo ahogando una risa.
-¿Ese sería?
-Que no vieron tu hermoso trasero - digo, antes de volver a reír - A propósito - digo entre risas - Lindos calzoncillos.
Su mirada se torna oscura y antes de que me diera cuenta estoy sobre su hombro. Madre mía.
-Muchas gracias - murmuro, una vez dentro de la casa.
-¿Por?
-Ahorrarme la tarea de caminar dentro - digo, pequeñas risas aun escapándose.
-¿Ah te parece chistoso? - murmura, sin bajarme.
-Sip, ahora, ¿Me bajarías? Ya me trajiste a dentro.
-Mmmh todavía no se me da la jodida gana de bajarte - murmura mientras sube las escaleras.
-Que amable - susurro.
Me alerto en cuanto no me baja y pasa de largo mi habitación ¿A dónde me lleva?
-Eh Andrea, no sé si lo has notado pero mi habitación esta por allá - murmuro apuntándola aunque sé que no puede ver.
-Lo sé - dice, abriendo la puerta del baño.
OH-OH.
-Andrea bájame - mi voz sale casi desesperada.
Por favor dime que no es lo que estoy pensado, por favor dime que no es lo que estoy pensado.
-Bájame - golpeo su espalda.
-Como quieras - murmura, soltándome en la ducha y abriendo de inmediato el agua helada.
Chillo.
Trato de salir de allí pero Andrea me sostiene dentro de la ducha.
-¡Maldito hijo de playa! - grito, cuando no me deja salir y siento que se me hiela hasta el alma.
-¿No era divertido?
-¡No lo es!
-Quiero oír tus disculpas.
-Ni lo sueñes
-Como quieras.
-Si como quiera - digo antes de tirarme hacia él y empaparlo también.
-¡Estas helada! - grita.
-¿Si? No te creo - Ironía ¿Dónde?
Y luego, sacándome mis zapatillas salgo del baño y corro escaleras abajo, voy a la cocina y saco dos hielos del refrigerador. Corro de nuevo al segundo piso y busco a Andrea. Entrando al baño escondo los hielos y hago como si fuera a buscar mis zapatillas, Andrea me mira con lo ojos entrecerrados y cuando voy a coger mis zapatillas él las patea, tirándolas hacia un lado, cuando trato de correr para ir a buscarlas él me detiene y es allí cuando aprovecho.
Cerrando los ojos, con una mano tiro de su pantalón y tiro los dos hielos dentro de sus calzoncillos de Batman. Grita, salta hasta que se saca los hielos de allí.
Y yo, vuelvo a reír, pero al ver que estoy en riesgo corro escaleras abajo aunque es inútil, él me alcanza cuando estaba por llegar a la sala y me acorrala contra una muralla.
-¿No que no era gracioso? - pregunta, con los dientes apretados.
-Bueno, para mi ahora si lo es.
-Si - ironiza - Es bastante gracioso que me tires dos hielos en las pelo... - se detiene y yo río alto.
-¿Qué tipo de vocabulario es ese? - pregunto, aun riendo.
-Me sacas de mis casillas - murmura, tiritando. A decir verdad yo igual estoy tiritando, tengo mucho frío.
-Es bueno saberlo - mis dientes castañetean.
Y es allí cuando soy consiente de que uno de sus brazos esta sobre mi cabeza y el otro esta en mi cintura, y yo estoy inmovilizada. Joder ¡Que cliché!
-Oye Andrea ¿Y si te alejas un poco?
-¿Por qué? ¿Te molesta?
-Si, estorbas.
Se ríe.
-¿Quieres que me aleje?
-Si ya te lo dije, estorbas.
-Bueno, yo no quiero alejarme.
-¿A no quieres? - Ups.
Esa es la voz de Julieta.
Ambos miramos en la dirección de que provenía la voz, Andrea se alejo inmediatamente de mí. Ahora si que se arma una buena. Y yo, voy por mis palomitas.
*Usui y Misaki: Personajes principales del Manga Kaichou Wa Maid-Sama.
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¿Y a ti que te importa? - Andy Biersack -.
FanfictionY ¿Saben que es lo gracioso de todo esto? Que él quiere corregir lo incorregible.