Ella siempre fue el fuego; hipnotizaba a todos cuando salia a la pista, incluso cuando solo practicaba para pulir sus técnicas. 𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒉𝒆𝒕𝒆 𝒓𝒖𝒔𝒐, como todo mundo lo hacia, era arte verle patinando. Nunca me acerque a ella por miedo al rec...
— ¡Vamos, vamos! — Gritaba frente a mi teléfono celular, estaba viendo el programa libre de Alexandra en los Russian Test Skates. Su cabello completamente rojo, le daba el toque al programa la hora de patinar.
Cruella era el soundtrack, los saltos fueron espectaculares, todo mundo en gradas aplaudía. No tenia palabras veía embelesada su patinar y la forma en que lo hacia.
Caí en cuenta que el programa había culminado al escuchar al presentador alabando los cinco saltos cuádruples que Sasha había realizado. Aplaudí con entusiasmo y me calle al instante. Estaba sola, pero si hacia mucho ruido, los vecinos podrían pensar mal.
Alexandra se veia realmente feliz y eso me hacia feliz a mi tambien.
Pasaron aproximadamente media hora y Alexandra me estaba marcando. Al contestar ella gritaba de la emocion.
— Lo harás genial, solo entrena todo lo que puedas este ultimo mes — Dije, Sasha se encontraba nerviosa por los juegos, la entendía. Ella tenia una gran carga sobre sus hombros.
— Gracias Viky, siempre me haces sentir bien — Ella gradecio.
Aun no era el momento de decirle la decisión que estaba por tomar, no quiero arruinar su felicidad y tampoco traerle problemas con Eteri o sus amigas. Y tampoco le había dicho a Davis, las cosas con ella en los últimos meses no fueron de lo mejor y el distanciamiento entre ambas era muy notorio.
Hasta hace un mes arreglamos los detalles en nuestra amistad y ahora que la recuperé, no me gustaría volver a perderla.
Aun que la mayoría de las personas a mi al redor, podían decir que mi faceta como patinadora ya había acabado, yo aun que tenia un poco de esperanza por salir adelante con el patinaje. Plushenko ya había hablado conmigo sobre el show. Y al meditarlo por los últimos meses, yo ya había tomado una decisión.
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Los juegos Olímpicos habían comenzado. Los mismos juegos me invitaron a ser espectadora de ellos en el lugar de realización. Eso fue algo genial, cuando le dije a Sasha se emociono demasiado.
Todos ya sabían de nuestra intima amistad, lo que fue un poco de problemática, aun que no todos lo decían. Yo estaba al tanto de varias personas que no le gustaban para nada el acercamiento que tenia con Alexandra. Una de esas personas fue Diana.
Pero ella logro entender nuestra amistad y ahora salíamos las tres juntas a cenar y la relación entre Sasha y Davis ha mejorado bastante.
Eteri no dijo nada, pues. Curiosamente, mientras yo estuviera con Alexandra, ella no fallaba.
— ¿Como te sientes?— Pregunte en un susurro, ya habíamos llegado, todo el lugar estaba en silencio. Primero haría Frida en el programa corto.
— Nerviosa — Murmuro mientras tocaba nerviosamente su cabello ya recogido.
— Te estaré apoyando desde arriba, eres el cohete ruso, no lo olvides — Murmure cerca de su oído, asegurando aun mas su recogido.
Ella me abrazo y se escondió en mi cuello, di un leve masaje por su espalda baja.
— Alexandra — La llamo Kamila, casi jalándola de su chaqueta.
Ya era hora de ir al lugar en el que solo los entrenadores y patinadores podían estar y yo de subir a las gradas, pero antes de que lo hiciera Sasha regreso y me volvió a abrazar.
— Suerte — Dije y me fui corriendo a gradas, estaba un poco nerviosa, pasaron todas las competidora a la pista y cada una hizo un calentamiento previo al inicio del programa corto.
Todas las patinadoras presentes lo hicieron excelente, una que otra falla en cuestión de técnica, pero las presentaciones fueron hermosas. Llego el momento de Alexandra y yo solo estaba cruzada de manos rezando por que lo hiciera bien.
Lo estaba haciendo excelentemente magnifico, hasta que llego el momento de realizar el triple axel. Fallo.
Y con ello el marcador no fue a su favor. Al terminar el programa, ella quedando en cuarto lugar. La espere fuera del lugar y al verla salir, ella corrió hasta abrazarme.
— Lo hiciste bien, ese salto a mi tampoco me sale — Dije, esperando a que se sintiera mejor.
— Pude haber fallado, pero te prometo que lo haré mejor en el programa libre — Su entusiasmo me llenaba de alegría, ella tenia fe en que ganaría y tenia fe en ella.
— ¿Podemos ir a comer? — Pregunto mientras tocaba su abdomen.
La acompañe hasta la habitación en la que se hospedaba y mientras ella se daba un baño, yo la espera acostada en su cama viendo una serie.
Los toques en la puerta de la habitación interrumpieron mi preciado momento.
— ¿Esperas a alguien? — Pregunte por la puerta del baño.
— No — Respondió Alexandra, que aun se bañaba.
Fui y abrí la puerta para encontrarme con Kamila y Anna.
— ¿Pasa algo? — Pregunte, ellas se encontraban en una especie de shock.
— Esta es la habitación de Sasha — Respondió Anna, siendo muy obvia.
— Así es, ella esta en el baño — Respondí de igual manera.
— Solo veníamos a verla — Dijo Kamila. De las tres, solo con Alexandra me llevaba bien.
Y no es que ellas me cayeran mal, solamente nunca se acercaron a mi como lo hizo Sasha, creo que yo les caigo mal. Siempre se llevan a Alexandra de mi lado cuando estamos juntas.
— Bueno... Si quieren pueden esperar en lo que sale del baño — Sugerí. Pero ambas voltearon a verse y negaron.
— Vendremos mañana, para ir juntas a entrenar — Tanto Anna como Kamila se fueron inmediatamente, cerré la puerta y al volver al cuarto, Alexandra se estaba cambiando.
— ¡Sasha! — Fue lo único que pude alcanzar a decir para taparme los ojos.
— ¡Perdón! — Oí que se disculpo.
— Escuche la puerta abrirse y creí que te habías ido — Yo aun seguía con las manos en los ojos, no me atrevía ni siquiera a apartarlos de estos.
Me daría vergüenza mirarla al rostro después de semejante suceso, sentí las frías manos de Alexandra en las mías. Ella retiro mis manos de mis ojos, pero me negaba a abrirlos.
— Ya me cubrí — Ella murmuro cerca de mi oído, por primera vez sentí una especie de escalofrió recorrerme por la columna y en toda la espalda.
Abrí los ojos y era verdad, ahora tenia la toalla envuelta en su cuerpo. Fue un movimiento involuntario, pero me detuve a observar su figura, nunca lo había hecho y vaya que ella tenia una gran figura.
— Alístate, iré por mis tarjetas — Y sin dejarla decir algo, corrí en dirección a mi habitación. Mis mejillas ardían y mi respiración era irregular.
¿Que me estas haciendo Alexandra?
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