¿dónde están todos?

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Abriste los ojos despues de un largo y frío sueño, bostezaste mientas tus ojos se intentaban acostumbrar a la poca luz del lugar, diste unos pasos con los pies descalzos pudiendo sentir el frío piso que tenía una fina capa de polvo. Viste a las arañas y gusanos pasar por las paredes mientras te dirigías a un baúl donde había ropa, la cual gracias a que no había sido abierta, estaba en un buen estado.

Te cambiaste y saliste a fuera, había un silencio sepulcral e incomodo, te preguntaste si es que verdad habías despertado, pero si, lamentablemente habías despertado.

Caminaste por las calles vacías mientras veías a tus alrededores, los edificios que antes en las noches había pequeñas luces, ahora estaban oscuros y ahogados en plantas intrusas de color verde apagado, sentiste un escalofrío ante tanto silencio, era como si todos se hubieran ido menos tu.

“¿Hola?” gritaste esperanzado que alguien te responda, solo recibiste un eco para luego escuchar al viento que parecía responderte, empezaste a ponerte nervioso, era una cuidad inmensa y tener esa ausencia de autos y gente hablando era abrumador.

Seguiste caminando por las calles, tenías el corazón que parecía que iba a reventar gracias a ti palpitacion nerviosa, viste una hoja de lo que parecía ser un diario, fuiste rápidamente a tomarla para poder leer, quizá eso te daría alguna respuesta, pero al leer, simplemente sentiste como te congelabas del miedo.

“El fin del mundo, nadie va a salvarse” estaba escrito en la premisa de aquel diario viejo, caiste de rodillas asustado, todos los que viste antes de ser parte de aquel experimento ahora estaban muertos; no te despediste, y tampoco los viste sonreír por última vez, lloraste lágrimas pesadas que caían como balas en el cemento quebrado, tu cabeza no procesaba todo lo que estaba ocurriendo, la soledad que ahora era repentina y literal te carcomía por dentro.

Levantaste la vista y derrepente veías negro, pasaste de una cuidad inmensa de vegetación a un vacío negro, querias que esto fuera una pesadilla, te convencias de que lo era porque no querías aceptar que estabas muerto.

“Tuviste una vida lamentable, una lastima que nadie pudo ayudarte.” pronunció un encapuchado frente a ti, se te helo la sangre, empezaste a recordar, recordar tantas cosas que sentías que tú cabeza iba a explotar; Te viste a ti mismo frente aquellas vías del tren, tu madre te había abandonado y estabas solo en una cuidad que apesar de ser gigante, te hacía sentir vacío, vivías en las vías del tren abandonado, tu trauma fue tal que imaginaste toda una vida de cero, una donde todos te amaban, una donde te sentías tranquilo y amado; lamentablemente nunca te diste cuenta cuando volvieron a reactivarse aquellas vías.

“A tu funeral no fue nadie, fuiste un joven solitario que uso cualquier escape con tal de ser feliz.” dijo aquella silueta encapuchada antes de ofrecerte su mano, te quedaste inmóvil, sentías como todo era irreal pero todo tenía sentido ¿Que te esperaba ahora? ¿Un bello cielo donde descanses para siempre? ¿O un infierno lleno de cadenas y fuego hostil que te condenaría para siempre?... Lo seguiste, tomaste aquella mano fría y seguiste aquella sombra hasta perder el conocimiento, no sabías lo que te esperaba pero sabías que era lo que merecías y quizá eso era tu consuelo.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2023 ⏰

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