Eita Otoya

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[Male reader]

Aquel par de adolescentes se encontraban en la casa del más alto, específicamente, en la habitación de Eita Otoya.

—Entonces, hace un tiempo dijiste que te interesaba alguien, ¿quién es? —preguntó Otoya mientras le daba una última calada al cigarrillo de cannabis que había preparado momentos antes y se lo pasaba a (N).

—Nadie en realidad, tiene pareja así que no me iba a interponer —mencionó el adolescente mientras fumaba.

—¿Por qué no? no es como si le debieras algo a alguno de los dos.

—Otoya, es decencia básica —lo regañó (N) —Pero claro, tú no conoces eso —mencionó con gracia al tiempo que se llevaba el cigarrillo de nuevo a sus labios.

—Hablando de pareja, terminé con mi novia —ante la declaración del más alto, (N) empezó a toser frenéticamente.

—Oh, mierda, toma —disimuló lo anterior entregando el cigarrillo —No pega nada.

—Ten —Otoya le acercó un cigarrillo de tabaco común y corriente —Si lo fumas te va a pegar más pronto —comentó al notar la cara de confusión de su amigo.

(N) miró el cigarrillo unos momentos para después encenderlo.

A los minutos logró notar que sus ojos se sentían más pesados y, al girar a mirar a Eita, lo logró ver de la misma manera en que se sentía él. El de hebras bicolor tenía los ojos casi cerrados y de un notable color rojo. Extrañamente a (N) le gustaba verlo de aquella manera, se le hacía más atractivo de lo que ya era.

—¿Alguna vez te dije lo atractivo que eres? —preguntó el más bajo, no pasó más de un minuto antes de que se diera cuenta de lo que había dicho.

—¿Crees que soy atractivo? —preguntó Otoya con sorpresa, pero, extrañamente, lucía orgulloso.

Al instante (N) se levantó, inventó una excusa y se fue de ahí con el rostro de un color similar al de un tomate. Ya era bastante tarde por lo que decidió recurrir a su mejor amigo.

Una vez estuvo afuera de la casa de los Itoshi se miró en la cámara de su celular para asegurarse que no tenía apariencia de drogado.

—Mierda —maldijo al notar que no era así, pero de cualquier manera llamó a la puerta.

—¿(N)?

—Menos mal que abriste tú, no sabría qué decirle a tu mamá si notaba que venía a esta hora —suspiró aliviado mientras entraba a la casa.

—Un momento, ¿acaso estás drogado? —preguntó Rin con desaprobación.

—No mucho.

—¿Otra vez estuviste con Otoya? —preguntó entre curioso y enojado el de largas pestañas.

(N) se tomó la cabeza con frustración mientras empezaba a dar vueltas sobre su eje. Por suerte, Rin lo detuvo antes de que se mareara más de lo necesario.

—Casi le digo que me gusta —confesó el más bajo. Rin abrió los ojos con sorpresa.

—Pensé que no le querías decir nada porque tiene novia.

—Dijo que terminaron y estaba drogado, entonces le dije que era atractivo, pero no se lo quería decir, sólo lo estaba pensando —habló desesperado.

—¿Y luego qué pasó?

—Me asusté y vine para acá.

(N) y el Itoshi menor eran mejores amigos desde hacía bastante tiempo, por lo mismo, Rin ya sabía que su mejor amigo, aparte de ser bisexual, estaba enamorado de Eita Otoya. Por eso, para su suerte (o no), él escuchaba atentamente todas las interacciones que tenían los dos adolescentes.

One Shots | Blue Lock |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora