El Chavo, Quico y Don Ramón caminaban por la calle cubiertos con gruesos abrigos y bufandas. A pesar de que hacía mucho frío, no dejaban de asombrarse por la cantidad de nieve que había en las calles.
El Chavo: ¡Qué frío hace! Nunca había sentido algo así.
Don Ramón: Yo nunca pensé que el frío fuera tan fuerte. ¿Cómo hacen para soportarlo?
De repente, una ráfaga de viento frío sopló y los tres se abrazaron para calentarse. El Chavo empezó a temblar, sus dientes castañeteaban y sus labios se pusieron morados.
El Chavo: ¡Ay, ay, ay! Se me está congelando hasta el bigote.
Quico: Tranquilo, Chavo. Solo tienes que aguantar un poco más y luego nos calentamos en algún lugar.
Don Ramón: Sí, tienes razón. Vamos a buscar un lugar donde podamos calentarnos.
Caminaron un poco más y encontraron una cafetería. Entraron y se sentaron en una mesa cerca de la chimenea. El Chavo se acercó a la chimenea y extendió las manos para calentarlas.
El Chavo: ¡Qué bien se siente el calor! ¡Ya me siento mucho mejor!
Quico: Yo también. Este lugar es muy acogedor.
Don Ramón: Sí, es cierto. A veces uno no valora el calor hasta que lo pierde.
El camarero se acercó a ellos y les preguntó qué querían tomar. Los tres pidieron bebidas calientes y se relajaron mientras bebían su bebida caliente.
El Chavo: Esta bebida es lo mejor que he probado en mi vida.
Quico: Sí, es perfecta para el frío.
Don Ramón: lo caliente es la clave para sobrevivir al invierno.
Se quedaron un rato más en la cafetería, charlando y riendo. En Mexico no había inviernos asi, se levantaron y se despidieron del camarero, agradecidos por haber encontrado ese lugar cálido y acogedor.
El grupo de aventureros conformado por El Chavo, Quico y Don Ramon se adentraron en las montañas nevadas en busca de hadas de las nieves para cazarlas y obtener una buena recompensa en el gremio. Pero no contaban con que el General de las Nieves, una criatura temible que habita en las cumbres, aparecería en su camino.
El General de las Nieves era un ser alto y fornido, vestido con pieles de animales y armado con una enorme espada de hielo. Al ver al grupo de aventureros, se acercó amenazante, dispuesto a hacerlos pagar por invadir su territorio.
el lenguaje corporal del general de las nieves diria algo como -¿Quiénes son ustedes y qué hacen aquí? -
-Somos aventureros, estamos cazando hadas de las nieves -respondió Don Ramon con cierta valentía, aunque en realidad estaba temblando de miedo.
El General estaba a punto de atacar al grupo de aventureros cuando Don Ramon, usando su poder de invulnerabilidad, se interpuso en su camino y recibió el golpe de la espada de hielo sin sufrir daño alguno.
El general volveria a atacar a Don Ramon, El General, al darse cuenta de que no podría vencer a Don Ramon, decidió retirarse, aunque no sin antes advertirle que se alejara de su territorio.
El grupo de aventureros, aliviado de haber sobrevivido al encuentro con el General de las Nieves, decidió abandonar su cacería de hadas y regresar al pueblo antes de que oscureciera y el frío se volviera insoportable.
El día siguiente estaba tranquilo y Megumin estaba enseñando a Quico algunos trucos de magia explosiva en un castillo abandonado. El Chavo se unió a ellos, ansioso por ver las explosiones en acción. Megumin estaba muy emocionada por tener un nuevo discípulo y quería mostrarle todo lo que sabía.
En otra ocacion. El Chavo y Quico cargan a Megumin mientras caminan hacia la ciudad después de haber explotado el castillo abandonado. Quico está sudando profusamente y jadeando, mientras El Chavo también parece cansado pero trata de mantenerse fuerte.
El Chavo: ¿Estás bien, Megumin?
Megumin: (acostada en los brazos de los niños) Sí, estoy bien. Solo necesito descansar un poco.
Quico: (jadeando) Eso fue impresionante, Megumin. No sé cómo lo haces.
Megumin: (sonriendo) Es solo cuestión de práctica y controlar la cantidad de energía que utilizas. Tú también puedes aprender, Quico.
Quico: (mirando a Megumin con admiración) ¿De verdad? ¡Eso sería genial!
Megumin: (sonriendo) Me alegra ver que estás interesado, Quico. Te enseñaré todo lo que sé.
Emocionado, Quico comenzó a juntar energía mágica y lanzó un hechizo con todas sus fuerzas. La explosión fue tan fuerte que sacudió todo el castillo. Quico estaba agotado y no podía moverse.
El Chavo y Megumin corrieron hacia Quico para asegurarse de que estuviera bien. Pero Quico estaba completamente abrumado y agotado por la cantidad de energía que había utilizado. Megumin le explicó que asi se siente usar la magia explosiva.
Megumin lo tranquilizó y le dijo que no se preocupara, se recuperara. Los tres amigos volvieron a casa cansados . Quico tardo bastante en recuperarse
El Chavo: (mirando a Quico con preocupación) ¡No, no, no, Quico! ¿No te das cuenta de lo peligroso que es? Casi te matas .
El grupo estaba desesperado por encontrar un lugar para pasar la noche. El frío del invierno los había dejado sin fuerzas y no tenían idea de dónde podrían dormir.
De repente, Wiz apareció frente a ellos.
"¡Hola, amigos! ¿Qué les parece si les ofrezco una casa para pasar la noche?, no cobro como posada", preguntó Wiz con una sonrisa en su rostro.
"¡Eso sería genial!", exclamó el Chavo.
"¿Pero cómo podríamos conseguir una casa en medio de la nada?", preguntó Don Ramón.
Wiz sonrió y les explicó que ella sabía de una mansión abandonada que estaba infestada de espíritus chocareros. Si ellos la ayudaban a exorcizar la mansión, podrían quedarse allí durante la noche.
El grupo aceptó la oferta de Wiz y se dirigieron a la mansión. Cuando llegaron, Wiz comenzó a cantar un hechizo de exorcismo mientras El Chavo y Quico agitaban unos palos para espantar a los espíritus.
De repente, un espíritu se acercó a ellos y comenzó a hablar con una voz ronca.
"¿Qué están haciendo aquí?", preguntó el espíritu.
"Estamos exorcizando la mansión", respondió Wiz.
El espíritu se rió. "¿Exorcizando? ¿Por qué querrían hacer eso? Esta es mi casa".
Wiz trató de explicar que la mansión estaba abandonada, pero el espíritu no quería escucharla. Finalmente, Don Ramón se acercó al espíritu y le ofreció un trato.
"Si nos dejas quedarnos aquí esta noche, te prometemos que no te molestaremos más", dijo Don Ramón.
El espíritu pareció considerar la oferta por un momento antes de aceptarla. "Está bien, pueden quedarse, pero me tienen que contar historias de sus aventuras", dijo antes de desaparecer.
El grupo se instaló en la mansión y pasaron una noche tranquila, aunque El Chavo y Quico no pudieron evitar sentir un poco de miedo por los espíritus que todavía estaban en la casa.
Al día siguiente, Wiz les agradeció por su ayuda y les dejó quedarse en la mansión .
"Es lo menos que podía hacer después de que me ayudaron a exorcizar la casa", dijo Wiz con una sonrisa.
El grupo se sintió aliviado por haber encontrado un lugar donde poder pasar la noche y agradecido por la amistad de Wiz.
![](https://img.wattpad.com/cover/337086570-288-k993770.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El chapulín Colorado en Konosuba
HumorMas rápido que una tortuga, mas fuerte que un ratón mas noble que una lechuga, su escudo es un corazón, es el chapulín colorado, fanfic basado en el show del súper comediante chespirito con los personajes de Konosuba Canónicamente El chapulín color...