3. FRENESÍ (NamixLuffy)

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Travesía por el nuevo mundo, 3 días para llegar a la próxima isla.

Narra Nami.

Estaba nerviosa. Hace días que el clima había cambiado y no entendía porqué. Cuanto más nos acercábamos a nuestro próximo destino, más me costaba leer las agujas del Log pose. Por ello, llevaba dos noches sin dormir, estudiando mapas similares, climatologías similares...Nada.

El cansancio empezaba a hacer mella en mí, ni siquiera era capaz de sujetarme bien a la barandilla en estos momentos. Estaba cansada, me pesaban los ojos. Mi cuerpo había cedido y ya no podía más. Noté como mi vista se nublaba. Mis rodillas cedieron hacia delante. Escuché cómo gritaban mi nombre antes de que todo se volviera negro.

***

Enfermería del Sunny, 16:00 h.

Oía susurros difusos, todavía notaba los oídos embotados. Mis párpados, todavía pesados, se movieron haciendo que la claridad me deslumbrase. Poco a poco, mi vista se fue aclarando hasta que el rostro de mis nakamas se volvió una imagen nítida.

Intenté incorporarme, Ussopp y Sanji me ayudaron. Chopper me apuntaba a los ojos con una luz mientras revisaba mi cara con el ceño fruncido.

- Chicos... ¿Qué pasa?- Pregunté, un poco desorientada.

- Nami, te has desmayado por el cansancio, ¡Tus niveles de cortisol están altísimos!-explicó el doctor, con gesto serio-. Necesitas descansar, si sigues así, tu corazón puede pararse. ¡Tienes que ir a dormir ya!

- No puedo, necesito vigilar el rumbo, algo raro está pasando, no soy capaz de leer bien el log pose. Tengo el presentimiento de que navegamos al borde de un precipicio.- confesé, preocupada.

- Nami, pero, aún quedan unos días para llegar, que duermas unas horas no va a marcar la diferencia. Déjalo en manos del Capitán Ussopp.- se jactó con arrogancia, haciéndome poner los ojos en blanco.

- Nami, nosotros nos encargaremos del Sunny mientras duermes.- miré a Franky agradecida y asentí todavía dudosa.

- Iré a descansar pero no creo que consiga dormir. Hay algo que me perturba sobre el rumbo que hemos escogido. He estado buscando información sobre el clima que rodea esta zona del mar durante las últimas noches y no aparece nada parecido a lo que he visto estos días. Tengo un mal presentimiento, y, ese mal presentimiento, no me deja dormir. No consigo dejar de pensar en ello...- suspiré, no sabía cómo explicarlo.

- Si quieres, puedo ponerte una inyección relajante, pero debo advertirte que puede tener ciertos efectos secundarios...- Chopper rebuscaba en su maletín a la espera de mi respuesta. ¿Una inyección? Si con ello conseguía dormir aunque solo fuesen unas horas, lo haría sin pensarlo. Extendí mi brazo hacia el doctor y asentí.

- Chopper...¿Qué efectos secundarios podría tener esa inyección?-miré a Luffy, con los ojos abiertos. Ni yo misma me había hecho esa pregunta. Su seriedad y su responsabilidad, me habían pillado por sorpresa. Chopper se rascó la cabeza nervioso y me miró antes de responder, suponía que me estaba pidiendo mi permiso por el secreto médico-paciente, pero, llegados a ese punto, daba igual, ya lo sabían todo.

- No pasa nada, Chopper. Puedes decirlo, no tengo secretos para vosotros.- El reno se sentó en su silla con la inyección en la mano y suspiró, con cierto pudor.

- Eeehh... Veréis, la inyección está hecha de una planta cuyo perfume irresistible, atrae a los insectos a su pistilo para, después, mediante un potente sedante, dormirlos y digerirlos en su interior- Explicado de esa forma sonaba terrorífico. Mi cara era un poema-. Gracias a mis investigaciones, he conseguido extraer un compuesto de su flor, el GH36, cuyo poder somnífero ayuda a dormir plácidamente durante ocho horas mientras el cuerpo recupera su vitalidad tras un esfuerzo prolongado. Sin embargo, no he podido aislar el otro componente. El perfume que usa como mecanismo la planta, se convierte en un potente afrodisíaco, cuando los efectos del somnífero desaparecen. Es por ello, un recurso que solo debe usarse en un caso de emergencia como este.

100 Noches de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora