00

362 30 2
                                    

Observaba a mi alrededor con mucha confusión, estaba en un pasillo de una casa vieja y oscura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Observaba a mi alrededor con mucha confusión, estaba en un pasillo de una casa vieja y oscura. Mis pisadas resonaban por el chillido de la madera vieja. En mi mente solo me preguntaba.

¿Que es este lugar?

Observa las pinturas colgadas en el largo pasillo, pero una en donde salían siete chicos llamo mi atención, sus rostros estaban borrosos, por lo cual no podía describirlos físicamente.

Seguí avanzado explorando cada rincón del pasillo hasta dar con una puerta roja.

Henry Lee

Estaba escrito en una placa dorada que adornaba la puerta. Mi mano no vacuno y tome la perilla para girarla, detras de la puerta estaban siete chicos, los cuales imaginé que eran los mismo de la pintura anterior. Ellos al escuchar el chillido de la puerta al abrirse, se dieron vuelta hacia mi dirección, pero antes que pudiera ser sus caras una sombra cubrió completamente el lugar, un grito salió de mi garganta. Quema, quema. El sentir la presencia de esa sombra quema.

Abrí los ojos exaltada. Rápidamente me senté en mi casa prendiendo la lámpara de lectura, observé mi habitación en busca de algo diferente, pero todo era igual.

¿Quienes eran ellos?

Suspiré para dirigir mi mirada a la ventana, el sol amenazaba por salir a iluminar la ciudad.

─Tu despierta tan temprano?

Cerré los ojos escuchando la voz de mi hermana, desde la puerta.

─¿A que hora sale el vuelo?─Pregunte levantándome de mi cómoda cama.

─En cinco horas.─Contesto mirando la hora en su celular.─Aun tienes tiempo.

Asentí para agarra mi toalla y mi cambio de ropa para dirigirme a mi baño. Empecé a desplazar la ropa fuera de mi cuerpo quedando completamente desnuda, abrí la llave de agua caliente haciendo que mis músculos se relajen.

Ese sueño fue uno de los que más me ha dejado pensando en estas últimas semanas.

Me habia mudado a Jeju hace más de un año junto con mi familia, y hoy regresaríamos a Busan. Sobre todo porque mis amigas no habían contestado mis mensajes, llamadas y eso me preocupaba.

Tenía un mal presentimiento.

─¡Apresurate, Eun!─El grito de mi hermana junto con sus golpes me sacaron de mis pensamientos.─¡Llevas una hora ahí dentro!

Cerré la llave para salir de la ducha envuelta en una toalla. Salí una vez lista, baje las escaleras encontrándome a mi familia desayunando sin mi.

─Gracias por esperarme.─Comente sentándome en mi asiento de siempre.

—Tardas mucho, tarada.─Le lance una mala mirada a mi hermana.

─Basta las dos.─Ambas miramos a mamá.─¿Listas para regresar a Busan?

𝘿𝙄𝙏𝙏𝙊 | 𝙀𝙉𝙃𝙔𝙋𝙀𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora