↣Han Eun-Ha recuerda a sus cinco amigas con las cuales bailo, río, jugó y se divirtió.
↣No cree que al regresar a Busan que esas cuatro chicas están muertas. No acepta, hay algo mal entre todo este drama .
↣Intenta hallar al culpable de la muerte de...
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Otro maldito sueño. Me encontraba en lo que parecía ser un almacén. Vagaba por los pasillos del lugar, me detuve cuando encontré un vaso con un líquido azul, lo sostuve entre mi mano. Debatía si beberlo o dejarlo, pero opte por la primera opción, guíe el líquido de dudosa procedencia a mis labios, la sustancia se infiltró en mi garganta, la cual empezó a arder.
Cerré los ojos buscando aliviar el dolor, pero al abrirlos note como un luz roja empezó a brilla al final del pasillo. Esta hipnotizada, alce mi mano con la esperanza de tocar la luz, pero solo fui tragada por esta. Sentí un golpe muy duro en mi mejilla, al alzar la mirada visualice que estaba en otro tipo de almacén, pero este tenía algo en especial.
Siete figuras cubiertas, cubiertas de un plástico.
Me levanté adolorida por el pesado golpe que tuve hace unos instantes. Caminé hasta una de las figuras y la observé, con cuidado quite el plástico. Me quedé cautivada por la belleza del chico; era pelinegro, alto, pálido y con lunar en el puente de la nariz. Acerque mi mano a su rostro y acaricie su mejilla, pero la aparte cuando esté abrió los ojos que estaba cerrados cuando lo encontré.
—Nos adprehendet vos...
Abrí los ojos con tranquilidad. Este sueño fue muy diferente a los anteriores, no había una sombra atormentado me. Sacudí mi cabeza para levantarme y bajar.
—Buenos días.—Salude entrando a la cocina.
—Buenos días, hija.—Papá beso mi coronilla.
—¿Y Seung-Na?—Pregunte tomando un vaso para servirme agua.
—Hoy entro más temprano.—Me recordó mamá entrando a la cocina.
—Es verdad.—Deje el vaso en el fregadero.—Recuerden que Beomgyu pasará a buscarme.
—¿Segura que irás con él?—El tono de voz de papá era de preocupación.—Digo, lo conociste apenas hace dos dias.
—Segura.—Respondí para darle una mordida a una manzana roja, tan roja como la luz de mi sueño.—Estare bien, no te preocupes.
╰─►⸙͎
—¿Dormiste bien, Eun-Ha?—Me preguntó Soobin apenas nos acercamos a él.
—Si, de hecho hoy dormí muy bien.—Respondí con una sonrisa.
—Se nota mucho.—Dijo Yeonjun cruzado de brazos.-Ven, te acompañamos a tu clase.
—¡Nunca nos quieres acompañar, Yeonjun!—Grito un molesto Huening Kai.
—Hay que proteger a la única mujer del grupo.—El pelinegro puso su brazo sobre mis hombros
—Ella no necesita protección.—Le dijo Taehyun.—¡Tiene la mano pesada!
—¡Tu empezaste Taehyun!—Grite mirando al mencionado.
