Mis ojos admiraban cada uniforme colgado en la tienda. El día de mañana entraría a una prestigiosa academia, no quería, pero antes de perder contacto con la chicas ellas me confesaron el haberse cambiado de escuela.
—Es lindo el uniforme, ¿No lo crees?—Comento mi hermana mirándose al espejo.
—Me molesta llevar tantas cosas encima.—Me quite el chaleco y solo coloque el blazer encima.—Así está mejor.
—Espero y no te digan algo mañana.
Sólo asentí restándole importancia. Mis padres pagaron los uniformes, que por cierto no eran para nada económicos. Terminaba de acomodar las pocas cosas que llevaría en mochila, ya que lo restante me lo entregarían allá.
—¿Nerviosa?—Me preguntó mi madre.
—Mucho.—Confesé soltando un suspiro.
—Todo irá bien.—Me abrazo haciéndome sentir segura—Las verás dentro de muy poco.
Sólo cerré los ojos buscando nuevamente una explicación para la repentina desaparición de mis amigas. Mi madre se fue dejándome completamente sola en la habitación.
—Dormiré.—Me metí debajo de las sábanas.—Ansió verlas mañana.
Cerré los ojos cayendo rápidamente en un sueño.
¿Nuevamente el campo? Merodee por el lugar en busca de alguno de los chicos, pero estos no aparecían.
Cuando estaba darme por vencida a lo lejos vi una casa. Caminé está ella, al entrar me di cuenta que la mayoría eran cosas viejas. Una melodía de piano llegó a mis oídos, camine rápidamente al lugar de donde provenía la dulce melodía que endulzaba mis oídos, di con una pequeña sala, había un piano de cola, con un chico tocándolo. Este al darse de mi presencia me miró, esta vez sí pude verlo bien; era rubio, ojos oscuros y tenía un pequeño, pero lindo lunar en su barbilla.
La palabra intentaban salir de mi boca, pero esta no emitía ningún sonido. Empecé a rascar mi piel cuando sentí está arder. La sombra está aquí, mi piel me duele.
—Vide tu cras Eun-Ha.
Fue lo último que escuché. Me desperté exaltada, con la respiración agitada y sudando. Baje rápidamente por un vaso de agua helada. Observe el reloj de la cocina.
6:40 am.
Mis clases empezaban a las ocho por lo que tenía una hora para arreglar, y al ya no poder dormir decidí alistarme con mucha tranquilidad. Planche mi cabello, use un poco de maquillaje; rubor, enchine mis pestañas, rímel y un labial con color y olor a fresa.
—Madrugadora.—Mire atreves de espejo a mi hermana en la puerta de mi habitación.—Ojala sea así todos los días.
Sólo me reí para seguir arreglándome. Al terminar de arreglarme baje encontrándome con la familia.
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𝘿𝙄𝙏𝙏𝙊 | 𝙀𝙉𝙃𝙔𝙋𝙀𝙉
Fanfiction↣Han Eun-Ha recuerda a sus cinco amigas con las cuales bailo, río, jugó y se divirtió. ↣No cree que al regresar a Busan que esas cuatro chicas están muertas. No acepta, hay algo mal entre todo este drama . ↣Intenta hallar al culpable de la muerte de...