Los corridos tumbados me consumen, ahhhhhhhh.
Hey, que tal, ha sido un tiempo por este lado de mi perfil. He decidido que ya era hora de actualizar esta historia.
Disfruten :3
Después de haber apuñalado a la persona que más he odiado en mi vida.
Después de llenar mis manos con su sangre.
Incluso después de determinar su muerte, la policía no lo declaró un asesinato, sino un suicidio.
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Había una Iglesia.
Su apariencia no era digna, mucho menos rebosante de la majestuosidad habitual de estas estructuras religiosas.
-- Llegamos, jefe.
Welf bajó del vehículo cuando uno de sus subordinados le abrió la puerta. Mirando la Iglesia con ojos fríos y una expresión impasible, ordenó.
-- Solo Tsubaki entrará conmigo. Los demás, hagan guardia y esperen.
-- A la orden.
Sus hombres, 10 en total, aseguraron un perímetro alrededor. Iban vestidos con trajes negros, y todos y cada uno llevaban gafas oscuras.
A pesar de parecer empresarios de alta clase, en realidad eran profesionales en el asesinato. Cada uno llevaba un sub-fusil y micrófonos pegados a sus orejas.
-- Jefe, ¿qué hará? Se le ve de mal humor.
Tsubaki, una de las pocas personas de confianza de Welf, y una de sus comandantes, preguntó con curiosidad.
-- Haré lo que tenga que hacer — respondió Welf.
Al obtener una respuesta, Tsubaki sonrió divertidamente. Siguió a Welf por las escaleras gastadas que llevaban a la entrada principal de la Iglesia.
No tocaron, ni se molestaron en avisar de su llegada. Tsubaki abrió sin pena alguna, así permitiéndole el paso a su jefe.
-- S-Señor Crozzo...
Vestido con un traje italiano rebosante de clase y autoridad, Welf miró a la mujer que le mencionó. Parecía ser una de las madres encargadas de la propiedad.
-- Madre — dijo Welf, aunque su tono no indicaba respeto o cortesía — Tenemos que hablar.
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Danmachi: Detective Cranel.
ActionCuando la justicia perece, la maldad resurge. La vida de un ex detective, Bell Cranel, da un giro de 180 grados al verse enredado en un homicidio que más tarde lo haría retomar el camino que había abandonado. Su sed de venganza renació cuando el f...