Sí, un poco tarde, pero hay una razón.
Literal me está llevando la verga. Parece que me intoxique con una comida que compré al mediodía, y ahora estoy pagando las consecuencias.
Vomité toda la comida de la semana, y aún sigo con náuseas. Me voy a morir perras.
Cómo me gustan las yanderes.
X X X
No se considera suicidio si antes de jalar el gatillo ya te sentías muerto.
- El gallito
X X X
A pesar de la altura a la que se encontraba la terraza de café, Bell aún podía escuchar el ruido del tráfico bajo él.
Las maldiciones, el sonido extendido de los cláxones y mucho más. Como siempre, la ciudad era un alboroto.
Sin embargo, no alteraba el buen ambiente del lugar. Música ligera sonaba de fondo, y el aroma del café adornaba cada esquina de la terraza.
-- Esto es una sorpresa, ¿creí que seríamos solo nosotros dos? Este lugar me gusta, así que espero no sea alguien desagradable.
Bell tomó un sorbo del café que había ordenado. Lamió sus labios, disfrutando del sabor amargo antes de curvarlos en una sonrisa altanera.
Sus ojos enfocaron a dos personas. Una era, por supuesto, Alfia. Sin embargo, a lado de ella estaba parado un hombre apuesto de traje.
Alfia, con una expresión aún más irritada que de costumbre, habló.
-- Bell, te presento al comisionado de asuntos internos, Erebus.
-- Hum, hola.
Escupió Bell con desinterés.
La taza de café en su mano quedó vacía tras otro sorbo ruidoso y largo. Era una forma indirecta para no dejarlo hablar.
No tenía ninguna intención de hablar con alguien que lideraba el departamento de asuntos internos, y mucho menos con una persona que se había colado a un lugar tan agradable para él.
-- Eres tan agradable como dicen los rumores —comentó Erebus con una sonrisa artificial.
No se mostró ofendido, y en cambio, jaló una de las sillas y tomó asiento de manera descarada.
Alfia hizo lo mismo, tomando asiento a un lado de Bell. Erebus vio eso con una expresión disgustada.
-- Bien.
El ambiente dejó de ser agradable, pero Bell no dejó de mostrar esa audaz sonrisa. Alzó la mano y llamó a un mesero, ordenando dos café americanos y un té de jengibre.
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Danmachi: Detective Cranel.
ActionCuando la justicia perece, la maldad resurge. La vida de un ex detective, Bell Cranel, da un giro de 180 grados al verse enredado en un homicidio que más tarde lo haría retomar el camino que había abandonado. Su sed de venganza renació cuando el f...