Camino hacia unas sillas al exterior del establecimiento, me siento en ellas al igual que Ian. Lo miro y él a mi, espero a que diga algo pero no lo hace se limita a mirarme, suspiro y bajo la vista.
- Yo... francamente no se como iniciar a contar esto...así que...- su mano se posa en la mía.
-Si no quieres no tienes porq...-
-Quiero hacerlo- él asiente y vuelvo a suspirar, en ese momento escuchamos una voz gruesa tras nosotros.
- Perdonen, ¿Estos niños viene con ustedes?- nos giramos para ver a Oliver, Isabel y detrás de ellos el hombre de seguridad, me veo tentada a decir que no pero Ian se me adelanta.
-¿Qué hicieron?-
-Intentaron colarse a uno de los juegos del segundo piso- contesta el hombre de seguridad, los miro con los ojos entrecerrados y luego al hombre.
-¿Tenemos que pagar o algo así?- él me mira y luego a los niños.
-¿Eres su hermana?-
-No, soy su niñera.- el vigilante resopla.
- Bueno pues yo te recomiendo ser mas fiel a tu trabajo. ¿Qué es lo que puede hacer que olvides a los niñ...?- sus ojos val a Ian y luego sonríe- Ya lo entiendo.- ruedo los ojos y me pongo de pie.
-¿Tenemos que pagar a no?- pregunto irritada, Ian se levanta y se hace a mi lado.
- No. Solo que no se vuelva a repetir- asiento con la cabeza y Oliver e Isabel se acercan.
-¿Algo que declarar?- ellos niegan con la cabeza mientras piden perdón, les digo que no importa y que esta bien, luego salimos del lugar y dejamos a los niños en sus casas, cuando aparcamos frente a mi edificio miro a Ian.
-¿Estas bien?- asiento y sonrió, él hace lo mismo. Abro la puerta del auto y me bajo Ian también lo hace.
-Gracias.-
-No hay de que, no me molesta traerte- lo miro y doy un paso hacia él.
-No, gracias por todo. No solo por traerme, también por ayudarme para no ahorcar a esos niños, entretenerlos y por...escuchar- Ian da un paso hacia mí mientras sonríe yo también lo hago.
- Te vez preciosa cuando sonríes.- inclino la cabeza hacia un lado y él se mete las manos en los bolsillos traseros- Es decir...tu siempre estas preciosa, pero cuando sonríes lo estas aun mas... si bueno....- con una sonrisa tonta aun en mi cara hago lo que he querido hacer desde que lo Vi esta mañana. Tomo el cuello de su camisa y lo atraigo hacia mí plantándole en un beso en los labios, en menos de un segundo siento que me responde, pero de una manera suave y dulces, sus manos van a mi cintura atrayéndome lentamente hacia él. Sus labios se separan de los míos un momento, abro los ojos y mi veo fijamente a los suyos Ian sonríe y vuelve a besarme y yo gustosa, también lo hago, sus labios se mueven con suma delicadeza sobre los míos y me deleito con su rose sutil y dulce, besarlo es como... si estuviera comiendo algodón de azúcar. Finalmente me separo de él.
-¿Quieres...entrar?- sus ojos se abren, como si le sorprendiera mi proposición, me mira y asiente lentamente. Sonrió y esta vez soy yo la que entrelaza sus dedos con los míos. Lo guio hasta el ascensor, marco mi piso y abro la puerta de mi departamento.- Es aquí- dejo las llaves sobre la repisa y lo miro- Es mas pequeña que tu casa pero...-
-Es hermosa.- lo miro, sonrió y me giro para dejar mi mochila en el suelo- Igual que tu- lo oigo murmurar, siento como el calor sube a mis mejillas así que agacho la cabeza.
-Te mostrare la casa- comienzo a caminar por el pequeño pasillo y abro todas las puestas indicándole que es cada una- Y este es mi cuarto- abro la puerta y enciendo la luz, Ian lo recorre con la mirada mientras yo entro, lo miro y el a mi- Adelante pasa- él sonríe y entra. Lo observo y cuando el se gira para mirarme aparto la vista. Nos quedamos en silencio un momento y luego le propongo ver una pelicula él acepta.
