Tamboriles a el lápiz contra mi cuaderno sintiendo el ritmo de la musica entrar por mis oídos, cerré comencé a gatear hasta que sentí golpe en la parte trasera de mi silla, me quité uno de los auriculares y voltee para mirar a Victoria.
-¿Qué pasa?- le pregunte alzando una ceja, ella me miro y luego al frente me gire para ver al maestro mirándome con los brazos cruzados.
-¿Otra vez Aria? Creo que fui muy específico la clase pasada, así que tengo que pedirte que...-
-Sí, si ya lo sé.- le conteste rodando mis ojos y tomando mi mochila.- A detención.-
-No esta vez.- lo mire confundida y el sonrió.- Ya has estado muchas veces en detención este mes, así que esta vez tendrás que quedarte, para hacer cuidado infantil. -
-¡¿Qué?!- ¡Cuidado infantil! Eso es completamente ridículo, tenía que ser una broma. Algunos de mis compañeros rieron ni me moleste en mirarlos.- Tiene...-
-No estoy bromeando Aria, ya ha sido suficiente. Ahora te pido que te dirijas a administración, llenes el formulario y después vayas a el edificio infantil.- mire a Victoria, ella medio sonrió, suspire y salí a paso firme del salón de Literatura.
El odio hacia los maestros es común, pero si se trata del señor Bartram rebasa a cualquiera. Una vez termine de llegar el formulario sali hacia el bloque infantil, me correspondía cuidar a un niño o niña de quinto, imagina el salón un desastre pero cuando esté no estaba tan mal, digo, no tenía ni mariposas o animalitos así que no era tan malo.
-Hola, ¿Te puedo ayudar en algo?- me pregunto una señora de cabello corto.
-Sí, el maestro Bartram me pidió que hiciera cuidado infantil-
- Ah, si ya lo sé. Adelante pasa, muéstrame la nota- le entregue un papel verde que me dieron cuando llene el formulario.- Muy bien pues aquí dice que tendrás a tu cargo a dos, sorprendente.-La mire con los ojos bien abiertos ¡¿Dos?!, si apenas soportaba a mi hermano Max y eso que él es tres años mayor que yo y ¿ahora tenía que cuidar a dos niños?-Te encargaras de...-sus ojos viajaron por todo el salón luego me miro de arriba abajo y sonrío.-Oliver- dijo en voz alta y pronto a mi lado estaba un niño, él me miro y luego a su maestra- Y de...Isabel.- ella miro al niño y le dijo algo él asintió y se fue.- Espera a fuera ya saldrán.- dijo mientras daba media vuelta y se dirigia a los otros niños. Ella debería haberme dado instrucciones de...que hacer en caso de que se partan la cabeza o algo, pero solo se fue. Me recosté en la páred y cerré los ojos, luego de unos minutos me tocaron la pierna mire abajo y vi dos cabezas.
-Vamos a ver...Eres Oliver y tu Isabel- dije sin ninguna emoción.
-No pareces muy alegre- comentó la niña.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué brinque en una pierna mientras les hago malabares?- luego de mirarse , ambos empezaron a reir- ¿Qué es tan divertido?-
-Tu- contestó Isabel.
-¿Por qué? ¿Acaso tengo algo en la cara?- suspiré y recordé que es mejor portarme bien para no tener más problemas- ¿Bueno niños que quieren hacer?-
-Solo sácanos de aquí.- dijo el niño, No podría estar más de acuerdo con el niño así que me di media vuelta y salí del edificio.